Pros y contras de incluir jamón en tu dieta
El jamón tiene algunas propiedades antioxidantes y de antienvejecimiento
Es recomendable consumir jamón moderadamente para que no afecte la salud. Crédito: Shutterstock
El jamón es una carne cuyo consumo es relativamente frecuente al ser un elemento integral de la dieta occidental. Como es una carne procesada, hay dudas razonables sobre qué tan saludable pueda ser este alimento, incluso al saber de los nutrientes que contiene.
Según Healthline, el jamón puede ayudar a perder peso y también a mantener la masa muscular, pero igualmente podría incrementar el riesgo de sufrir determinadas enfermedades, entre ellas el cáncer. En lo que sigue, se explicará esto más en detalle.
Puntos a favor del jamón
En primer lugar, el jamón es un alimento rico en proteínas, y bajo en carbohidratos, grasa, y fibra. Además, el jamón es muy bajo en calorías cuando se consume por sí solo, y esto lo convierte en un alimento que no sacia mucho.
En términos generales, el jamón es un alimento rico en proteínas, minerales y otros nutrientes que facilitan una óptima salud. Entre dichos nutrientes, tenemos los siguientes:
- Selenio: A pesar de que la evidencia es limitada, los niveles normales de selenio en la sangre se relacionan con un menor riesgo de enfermedad de la tiroides, enfermedades cardíacas, y algunos tipos de cáncer.
- Carnosina: Este aminoácido es un compuesto que no solo tiene propiedades antioxidantes, sino que también ayuda a combatir el envejecimiento.
- Colina: Este es un nutriente especialmente importante para las mujeres embarazadas. Puede incrementar el contenido de colina en la leche materna, y tiene efectos positivos sobre la placenta.
- Coenzima Q10: La evidencia en este caso es limitada, pero esta coenzima ha sido asociada con posibles mejoras en la condición de personas con afecciones metabólicas y cardíacas.
Puntos en contra del jamón
No todo es color de rosa con el jamón, pues su consumo debería ser limitado porque puede ser peligroso para la salud humana si tiene un lugar muy importante en la alimentación.
Alto contenido en sodio
Las carnes procesadas como el jamón tienen niveles significativos de sal. Se sabe, por ejemplo, que dos onzas de jamón aportan el 26% del valor diario de sodio que el cuerpo necesita.
La alta ingesta de sodio está vinculada al incremento de ciertos riesgos de salud asociados a la presión arterial, el corazón y el riñón, por lo que las personas que pueden desarrollar enfermedades relacionadas a estos ámbitos deberían limitar su ingesta de jamón.
Incremento del riesgo de tener cáncer
En el jamón podemos encontrar compuestos químicos que son potencialmente cancerígenos, es decir, que pueden fomentar el desarrollo de cáncer. Hablamos particularmente de los aminos heterocíclicos aromáticos.
El riesgo de estos compuestos aumenta incluso más cuando el jamón es recalentado a altas temperaturas dado que ellos liberan aún más estos compuestos.
El consumo prudente de jamón puede ser la mejor manera de seguir absorbiendo sus contenidos beneficiosos mientras evitamos hacernos susceptibles a determinadas enfermedades. Así, podremos incorporar fácilmente sus nutrientes a nuestra dieta.
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