Bicarbonato de sodio para adelgazar: Los peligros de esta práctica
Debes saber que consumir "baking soda" para perder peso puede poner tu salud en riesgo
Entre los muchos consejos que se difunden por aquí y por allá para perder peso, el uso de bicarbonato de sodio para adelgazar es uno de los más populares. Pero esta práctica entraña peligros para la salud que quizá no conozcas.
En ayunas, antes de comer, con limón, al ir a dormir, diluir bicarbonato de sodio en agua para ingerirlo con la intención de bajar de peso puede ser no sólo inútil, sino arriesgado. Según el Medical News Today, el bicarbonato es ligeramente alcalino y algunas personas creen que gracias a esa propiedad puede ayudar a reducir libras, pero no hay evidencia científica de que funcione.
La publicación explica que si alguien consigue perder peso al beber agua con bicarbonato de sodio, quizá se deba al incremento en su consumo del líquido y no al bicarbonato en sí. Además, entre los efectos adversos que esta práctica entraña se encuentra una afectación en los riñones, que podrían no filtrar correctamente el polvo. Adicionalmente, el bicarbonato incrementa la necesidad de orinar, con lo que el cuerpo pierde minerales importantes para las funciones del organismo; a esta condición se le conoce como “diuresis de bicarbonato”. Una combinación de orinar con frecuencia y riñones que no funcionan adecuadamente, puede ser peligrosa.
La literatura médica consigna el caso de un hombre de 33 años que murió luego de sufrir sangrado e inflamación cerebral (encefalopatía hemorrágica) por consumir una gran cantidad de bicarbonato de sodio. Los especialistas sugieren que ingerir mucho bicarbonato puede elevar los niveles de sodio en la sangre, condición conocida como hipernatremia. A su vez, la hipernatremia puede provocar un encogimiento de las neuronas y células cerebrales, lo que puede generar hemorragias cerebrales.
Consumir dosis altas de este polvo que generalmente se utiliza para hornear, puede desencadenar vómitos, diarreas, deshidratación, convulsiones, insuficiencia renal, dificultades para respirar e incluso la ruptura del estómago provocada por la rápida formación de gases al ingerir bicarbonato.
Por ello, los expertos recomiendan usarlo sólo para cocinar o para hornear, especialmente en el caso de los adultos mayores, quienes beben alcohol con frecuencia y quienes padecen afecciones renales y pulmonares.