Cuáles son los beneficios de hacer ejercicio en el exterior durante el invierno
El aumento en la exposición de luz solar fortalecerá nuestros huesos gracias a la vitamina D

A pesar del frío, ejercitarse al aire libre durante el invierno puede ayudarte. Crédito: Shutterstock
Ejercitarse en exteriores durante el invierno no es una alternativa preferida por muchos, pero como se dice en Stylist, hay importantes beneficios que podemos percibir si decidimos salir y ejercitar mientras nos enfrentamos a las bajas temperaturas del invierno.
Cambios positivos en nuestro estado de ánimo, fortalecimiento de los músculos y los huesos, así como del sistema inmune, son algunos de los beneficios a los que podemos aspirar si ejercitamos en exteriores durante el invierno. A continuación los detallaremos.
Incremento de la autoestima
El ejercicio en exteriores durante el invierno es una buena manera de aumentar nuestra autoestima gracias a la liberación de endorfinas que ocurre durante la actividad física, lo que nos permite tener una apreciación más positiva de nosotros mismos.
Esta liberación de endorfinas mejora también nuestro estado de ánimo, lo que nos ayudará a combatir la melancolía o “depresión” que nos puede afectar durante esta época del año y que se relaciona con nuestra menor exposición a la luz solar.
Fortalecimiento del sistema inmune
Acostumbrar nuestro cuerpo a las bajas temperaturas puede funcionar para fortalecer el sistema inmune y prevenir el resfriado común, o suavizar sus síntomas si ya se ha manifestado.
Este fortalecimiento de sistema inmune puede ser todavía más pronunciado si se complementa con una alimentación balanceada, así como un periodo de sueño suficientemente reparador.
Mejor calidad de sueño

Un estudio realizado en Finlandia comprobó que el ejercicio en exteriores mejora la calidad del sueño gracias a que agota el cuerpo lo suficiente para que concilie el descanso con mayor facilidad.
Con una mejor calidad de sueño se hace más sencillo recuperar las energías invertidas en el ejercicio, y también disminuir los niveles de estrés que pueden acumularse si no descansamos adecuadamente, o si no descansamos en lo absoluto.
Estabilización del reloj biológico
Nuestro reloj biológico sufre alteraciones cuando nos mantenemos en casa por mucho tiempo, o cuando nuestro día a día se desajusta. Esto tiene implicaciones con nuestro patrón de sueño, el rendimiento laboral, así como nuestro desenvolvimiento físico.
Ejercitar en las afueras es un buen recurso para volver a ajustar nuestro reloj biológico gracias a que podremos exponernos a la luz solar, incluso por reducida que sea esta exposición. Esto le ayudará a nuestro cuerpo a sentirse nuevamente activo.
Esta exposición a la luz solar también le hará bien a nuestra piel y al sistema esquelético gracias a que la luz solar es una fuente natural de vitamina D, que es bien aprovechada por los huesos y el cutis.
Considera los pros y contras que para ti tendría hacer ejercicio en exteriores durante el invierno. De este modo podrás calcular mejor la relación costo-beneficio de esta modalidad de actividad física, lo que nunca está de más.
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