Descubre cuál es la deficiencia vitamínica que puede afectar tus esfuerzos por bajar de peso

Existen una larga lista de cosas que podemos hacer para prepararnos y hacer más eficiente nuestro viaje de pérdida de peso: abastecer la despensa con alimentos saludables, preparar las comidas en casa, realizar actividad física y controlar el estrés, podrían ser algunos de los más importantes. Sin embargo hay un factor adicional, que a menudo se pasa por alto antes de comenzar un plan enfocado en bajar de peso y perder grasa: analizar la ingesta de nutrientes.

Lo cierto es que hoy en día nuestro estado de salud, se determina en gran parte por la calidad de nutrición con la que basamos nuestra alimentación. Por lo tanto, diversos nutricionistas coinciden en que un paso muy importante es averiguar si se padece alguna deficiencia de vitaminas o minerales, aunque no lo creas en muchas ocasiones son una de las principales causas que obstaculizan el progreso en la pérdida de peso.

Recientemente diversos estudios han comprobado que si se desea bajar de peso, es fundamental revisar si se padece alguna deficiencia de vitamina D. Si bien recientemente mucho se ha hablado sobre la directa relación entre la vitamina D y la vitalidad del sistema inmunológico, también se ha relacionado a este nutriente esencial como un factor que puede disminuir el riesgo de padecer COVID-19. En particular se ha detectado otro beneficio poco conocido sobre la vitamina D: la regulación del peso.

El problema, es que se cuenta con datos en los cuales se confirma que sin importar la región; entre el 40 y 70% de los estadounidenses padecen una deficiencia de vitamina D. Es probable que te estés preguntando ¿Por qué es tan relevante? Resulta, que la vitamina D juega un papel clave en la salud ósea e inmunológica, la regulación del estado de ánimo, ayuda a fortalecer los músculos, nos protege contra el cáncer, la diabetes tipo 2 y es fundamental para mantener el peso.

¿Cómo se relaciona la vitamina D con la regulación del peso?

Si bien es cierto que la vitamina D se relaciona con el óptimo funcionamiento del organismo, a diferentes niveles; en lo que respecta a la pérdida de peso, tenemos hallazgos sorprendentes. Tal lo señala un reciente trabajo de investigación, en el cual se encontró que la prevalencia de la deficiencia de vitamina D puede ser un 35% más alta en sujetos obesos y un 24% más alta en aquellas personas que tienen sobrepeso, ambos comparados con personas que gozan de un índice de masa corporal (IMC) normal.

Las referencias no paran y se cuenta con otro metanálisis respalda esto. En dicho estudio se encontró que aquellos participantes con niveles más bajos de vitamina D, tenían una mayor probabilidad de un aumento del IMC, otro dato interesante es que aplica tanto en pacientes diabéticos como no diabéticos. De tal manera que un estudio sobre diabetes, encontró que los participantes con niveles más bajos de vitamina D tenían más probabilidades de tener circunferencias de cintura más grandes y niveles más altos de grasa, incluso en personas delgadas con un IMC saludable.

Los expertos tienen varias teorías sobre la conexión entre la vitamina D y el peso. La más relevante es que el exceso de grasa corporal puede almacenar vitamina D, es decir aquellas personas con más grasa pueden tener más espacio para almacenar esta vitamina D, lo que resulta en una deficiencia. Otra es que la vitamina D puede ayudar a evitar que las células se conviertan en células grasas; por lo tanto, sin la vitamina D que detiene la grasa, puede causar que se formen más células grasas.

¿Cómo saber si se tiene una deficiencia de vitamina D?

Siempre será recomendable consultar al médico y realizar algunas pruebas pertinentes. Algunas señales de alerta pueden ser las siguientes:

• Dolores de huesos y lumbares
• Fatiga
• Dolores y calambres musculares
• Osteoporosis
• Cambios de humor y depresión
• Enfermedades más frecuentes y sistema inmunológico debilitado
• Cicatrización prolongada de heridas 

La buena noticia es que existen varias acciones cotidianas que pueden ayudar a elevar nuestros niveles de vitamina D significativamente:

• Procura tomar 15 minutos de sol. La luz ultravioleta del sol ayuda a formar vitamina D en la piel, de hecho de ahí proviene el 80-90% de la vitamina D de los humanos. Por lo que pasar tiempo al aire libre puede mejorar de manera natural los niveles de vitamina D.
• Una magnífica idea es obtener la vitamina D, de forma natural a través de la nutrición. Planear nuestra dieta diaria puede tener grandes efectos en la pérdida de peso, apuesta por el consumo de alimentos como: pescados grasos, champiñones, quesos, yemas de huevo e hígado. También hay algunos alimentos que están fortificados con vitamina D, como la leche, el yogurt y productos de soja. 

Otro punto a considerar es que según la etapa de la vida en la que estemos, necesitaremos cumplir con diferentes requerimientos de vitamina D. Las cantidades recomendadas, en unidades internacionales (UI), son:

• Nacimiento hasta 12 meses: 400 UI
• Niños entre uno y 13 años: 600 UI
• Adolescentes entre 14 y 18 años: 600 UI
• Adultos de 19 a 70 años: 600 UI
• Adultos mayores de 71 años: 800 UI
• Mujeres embarazadas y lactando: 600 UI

Ahora ya lo sabes una alimentación equilibrada, sí es la llave de la buena salud y la pérdida de peso. Anímate a iniciar un estilo de vida más saludable, que asegure la correcta ingesta de todos los nutrientes que tu organismo necesita.