Cuáles son los efectos secundarios más peligrosos de renunciar a los carbohidratos, según la ciencia
Adelgazar rápidamente no es lo más recomendable para la salud y mucho menos cortar de tajo los carbohidratos
No existen dudas: la dieta cetogénica está pasando por un momento candente. Es los últimos meses todos hablan acerca de los beneficios que trae consigo seguir este método alimenticio y así como se han comprobado sus bondades medicinales, también ha causado mucha controversia. Lo cierto es que cada vez más personas se han inclinado por seguir una dieta baja en carbohidratos.
Es cierto que deshacerse de los carbohidratos puede desencadenar una pérdida de peso importante, para muchos el inicio suele ser complicado ya que los carbohidratos se encuentran en una amplia gama de alimentos que muchas veces ni imaginamos. Eventualmente el organismo entra en un proceso llamado cetosis, que se trata de una situación metabólica del organismo originada por un déficit en el aporte de carbohidratos y que induce el catabolismo de las grasas con el fin de obtener energía. A grandes rasgos esa es la razón por la cual durante los primeros días de seguir una dieta cetogénica, se presenta una drástica pérdida de peso que todos quieren experimentar.
Sin embargo, consumir menos carbohidratos también puede tener efectos secundarios graves más allá de la pérdida de peso. Hoy en día lo más importante es cuidar la salud y es por ello que es fundamental, informarnos sobre las consecuencias que traen consigo las dietas más populares. A continuación te invitamos a conocer lo que sucede en el cuerpo al dejar de consumir violentamente carbohidratos.
1. Posible estreñimiento
Lo que sucede al dejar los carbohidratos y que en muchas ocasiones no visualizamos, es que estamos eliminando muchas de las principales fuentes de fibra; como es el caso particular de frutas, verduras, legumbres y cereales en la dieta. De tal modo que es posible experimentar cambios en el tracto y sistema digestivo, de hecho no funcionan de la misma manera. Según un estudio publicado en The Journal of Pediatrics, que se baso en impartir una dieta cetogénica en niños con epilepsia, el 65% experimentó estreñimiento como efecto secundario. Este estudio es solo una referencia de las muchas que existen y la razón es simple al eliminar las principales fuentes de fibra, la digestión cambia y es muy normal sobre todo los primeros días experimentar estreñimiento.
2. Alteraciones en la memoria
Se ha comprobado que uno de los principales efectos de reducir la ingesta de carbohidratos y que muchas personas reportan, es sentirse un poco confuso y cierta lentitud mental. De hecho se cuenta con un estudio publicado en Appetite, en el cual las personas que siguieron una dieta baja en carbohidratos se desempeñaron peor en las tareas relacionadas con el funcionamiento cognitivo. Tal es el caso específico de todo lo asociado con la memoria, los resultados fueron comparados con aquellas personas que siguieron una dieta reducida en calorías, pero más equilibrada.
3. Posibles problemas con el ritmo cardíaco
El sistema cardiovascular es uno de los más importantes y es importante aprender a escucharlo y protegerlo. Experimentar alteraciones en el ritmo cardíaco puede ser una de las principales señales de una seria limitación en el consumo de carbohidratos, es un signo de fibrilación auricular potencialmente peligrosa. Según un estudio reciente dirigido por American College of Cardiology, que tuvo la participación de cerca de 14.000 personas: las dietas bajas en carbohidratos se asociaron con un mayor riesgo de incidentes cardiovasculares (fibrilación auricular) independientemente del tipo de proteína o grasa utilizada para reemplazar los carbohidratos.
4. El colesterol malo puede aumentar
La fórmula básica de alimentación que persigue la dieta cetogénica se basa en reducir el consumo de carbohidratos (de cualquier fuente) y aumentar la ingesta de proteínas, y sobre todo grasas. Lo que sucede es que al aumentar drásticamente la ingesta de proteínas animales grasas, como sucede con productos como cortes de carne, carne molida, tocino y salchichas. A largo plazo se puede derivar en un aumento considerable en los niveles de colesterol malo. Se cuenta con referencias que lo avalan, según un estudio de 2018 publicado en la revista Atherosclerosis, las personas con dietas bajas en carbohidratos y altas en grasas durante un período de tres semanas aumentaron su LDL o colesterol “malo” en un promedio del 44% en comparación con un grupo de control ¡Es demasiado!
5. Mayor riesgo de cáncer colorrectal
Es cierto que al seguir una dieta cetogénica o baja en carbohidratos, es posible mantener alta la ingesta de vegetales, ya que existen variantes bajas en calorías y carbohidratos que resultan indispensables. Sin embargo este tipo de dietas dependen en gran medida de las carnes procesadas, lo cual podría aumentar el riesgo de cáncer colorrectal a lo largo de la manera. De hecho, una revisión de la investigación publicada en Oncology Reviews encontró que el consumo de carne roja y procesada puede aumentar el riesgo de cáncer colorrectal de una persona entre un 20 y un 30%.
6. Posibles afecciones renales
Las personas que son propensas a padecer afecciones renales o que en el pasado han tenido cálculos, es muy importante que busquen asesoría médica antes de comenzar con una dieta baja en carbohidratos. La principal razón es que los productos de origen animal suelen tener alto contenido en sodio. De hecho se cuenta con un estudio publicado en el Yonsei Medical Journal, en el cual se comprueba por especialistas que la dieta cetogénica es un factor de riesgo para los cálculos renales.