Cómo saber si estás limpiando tu rostro de manera incorrecta
La frecuencia con que limpies tu cutis, productos que utilices, y temperatura del agua son fundamentales para evitar resequedad y envejecimiento prematuro de esta piel tan delicada.
Si te preocupas por la limpieza de tu rostro, entonces es posible que estés haciendo algo que, aunque consideras que está bien, en realidad está mal.
Limpiar el rostro contribuye a mantenerlo libre de grasa y eliminar los elementos tóxicos causados por la polución, de acuerdo con Stylist. Sin embargo, hay que saber qué elementos de limpieza son los adecuados y con que frecuencia es necesario lavarte la cara. A continuación te indicaremos los errores más comunes:
Por qué es importante lavarte la cara
Hay quienes subestiman la limpieza facial. Limpiar tu piel no solo remueve la mugre y la suciedad que se van acumulando a lo largo del día y que obstruyen los poros, también contribuye a que los demás productos para su cuidado funcionen de forma eficiente.
De hecho, para el buen cuidado de la piel, la limpieza es el primer paso, y tal vez este es el error más común, pues hay quienes comienzan una rutina de cuidado facial sin siquiera haber limpiado la piel.
Lavar la piel reduce el riesgo de daños y brotes de acné debido a los contaminantes ambientales. Así que no hay que subestimar este paso tan importante cuando se trata de cuidado facial.
Cuántas veces hay que limpiar la piel
Hacer una limpieza sencilla por la mañana tal vez sea suficiente para eliminar las células muertas y comenzar el día. Pero si se trata de una limpieza más profunda, esta se debe realizar por la noche.
Por eso hay que limpiarla por lo menos dos veces. Esto se debe a que la limpieza nocturna elimina el exceso de grasa, el maquillaje y los residuos causados por la contaminación. Si no se hace, podría haber brotes y tener un aspecto opaco.
Errores en el cuidado facial
Pero hay errores que a lo mejor estás cometiendo sin darte cuenta o pensando que a lo mejor están bien. Uno de ellos es creer que la limpieza es óptima si la piel queda rígida luego de lavarla.
De hecho, este es un síntoma de que la barrera cutánea se está desgastando o se ha deteriorado, y no es una buena señal. Por el contrario, una piel limpia debe sentirse fresca luego de la limpieza.
Esta barrera es una línea de defensa contra las bacterias y otros agentes que pueden dañar tu piel. Además, contribuye a mantener los niveles adecuados de hidratación, evitando la resequedad. Así que eliminarla sería un gran problema.
Cuidado con la temperatura del agua
La temperatura del agua no debe ser ni muy fría ni muy caliente. De hecho, los expertos recomiendan que el agua esté a 37 ºC para evitar quemaduras. Si te gusta el agua caliente, debes tener mucho cuidado para no causarle problemas a tu piel. Recuerda que la parte del rostro es muy sensible.
Por otro lado, usa productos que no causen irritación, que tengan ácido hialurónico, vitamina E, manzanilla y glicerina, además de ceramidas. Estos componentes hidratan la piel y protegen la barrera cutánea. Contienen antioxidantes y también son calmantes en caso de haber algún problema.
De todos modos, si necesitas ayuda para saber cómo realizar el cuidado facial según tu tipo de piel, o si tienes algún problema cutáneo, no dudes en consultar con un dermatólogo.
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