Con qué hábitos cotidianos es posible prevenir el cáncer colorrectal
El cáncer de colon es muy sensible a los hábitos de vida que tengamos. Si reducimos la ingesta de grasa y aumentamos la de cereales integrales y pescado, haremos mucho para reducir el riesgo
El cáncer de colon es uno de los tipos más frecuentes de cáncer y, a su vez, uno de los más sensibles al estilo de vida que tengamos. Por ende, establecer hábitos cotidianos saludables incrementará nuestras posibilidades de prevenir la enfermedad.
Cuatro de los hábitos que nos ayudarán a reducir el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal son mantenernos físicamente activos, consumir cereales integrales en vez de refinados, evitar carnes rojas e integrar más pescado en nuestra dieta.
Ser físicamente activos
Está demostrado que la actividad física ejerce una influencia en la disminución de los niveles de algunas hormonas como los estrógenos y los andrógenos. Además, el ejercicio físico también se ha relacionado con una menor concentración de insulina en la sangre.
Por otro lado, la actividad física reduce la inflamación crónica caracterizada por niveles altos de substancias proinflamatorias, como las interculinas.
Si controlamos estos tres factores (hormonas, insulina y sustancias proinflamatorias) podemos evitar que su actividad conjunta pueda alterar negativamente el proceso de proliferación y de control de las células lo que, en último término, puede fomentar la aparición de un tumor maligno.
Consumir cereales integrales
Los cereales integrales tienen un contenido en fibra dietética superior a los cereales refinados. Según especialistas, la fibra dietética puede reducir el riesgo de cáncer de colon gracias a la dilución de las toxinas y por la reducción del tiempo de tránsito intestinal.
La reducción del tiempo de tránsito intestinal permitiría que las toxinas cancerígenas estén menos tiempo en el colon y con una concentración inferior, lo que disminuirá las probabilidades de desarrollar este tipo de cáncer.
Reducir las carnes rojas
Una dieta pobre en fibra y rica en grasas saturadas puede fomentar la aparición de pólipos malignos que desemboquen en la aparición del cáncer de colon. A grandes rasgos, las carnes rojas son una fuente de grasas saturadas que podrían incrementar el riesgo.
Lo anterior va de la mano con el modo en que cocinemos las carnes. Hay ciertos estudios que sugieren que preparar la carne sobre parrilla podría dejarnos expuestos a los componentes químicos que se desprenden de la carne a causa del fuego.
Elevar el consumo de pescado
Uno de los mejores hábitos que podemos empezar a instaurar es el aumento de los ácidos grasos Omega-3, que han probado ser efectivos a la hora de prevenir diferentes tipos de cáncer. Para esto, lo mejor que podemos hacer es aumentar nuestra ingesta a diario.
Algunos de los pescados ricos en Omega-3 son salmón, atún, caballa, sardina, anchoa y trucha.
Naturalmente, hacer uso de estos hábitos no reemplaza los chequeos médicos que debemos hacernos periódicamente, y que sirven para descartar el desarrollo de este cáncer o de otras afecciones a la salud. Estos hábitos sirven como complemento a las acciones de prevención que hemos de ejecutar integralmente.
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