Niñas ecuatorianas arrojadas de lo alto del muro fronterizo serán reunidas con sus padres en Nueva York
La Administración Biden busca proteger a los menores que llegan solos o son víctimas de traficantes
Las dos niñas ecuatorianas que fueron arrojadas sobre el muro fronterizo serán reunidas pronto con sus padres, quienes vive en Nueva York.
Así lo confirmó un funcionario del Consulado de Ecuador en la ciudad, indicó el Daily Mail.
La semana pasada, un video publicado en redes sociales mostró cómo dos niñas fueron arrojadas desde lo alto del muro fronterizo a los EE.UU., lo que pudo causarles daños o hasta la muerte, aunque por fortuna resultaron prácticamente ilesas.
Yareli, de tres años, y Yasmina, de cinco, Yasmina, cayeron de una altura de más de cuatro metros, es decir, alrededor de dos pisos en una vivienda estándar.
Los hechos ocurrieron en Nuevo México el martes pasado, en medio del incremento al 100% de niños que llegan a la frontera.
Los “coyotes” se coordinaron en ambos lados de la frontera para lograr el cruce de las menores sin importar poner sus vidas en riesgo.
A Yuma sector Border Patrol camera caught a suspected human smuggler dropping two small children from the top of an 18-foot border wall. At least one of the children suffered an injury from the drop. (Via @CBP)
— KUSI News (@KUSINews) December 4, 2018
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El operador de la cámara de vigilancia alertó a los agentes de la Estación de Patrulla Fronteriza de Santa Teresa.
La madre de las niñas, Yolanda Macas Tene, y el padre, Diego Vacacela Aguilar, están esperando a sus hijas en la ciudad de Nueva York.
Las menores fueron atendidas que, una vez en EE.UU., fueron abandonadas por los “coyotes”.
En una entrevista a Telemundo, el abuelo paterno de las niñas, quien vive en Ecuador, dijo que los padres de las niñas buscaban “desesperadamente” reunirse con ellas.
“Sus padres realmente querían estar con ellas, y la madre estaba sufriendo inmensamente, así que enviaron a buscarlos”, dijo.
EE.UU. está registrando un incremento del 100% de la llegada de niños migrantes solos, pero el gobierno del presidente Joe Biden no los busca deportar, por lo que enfrenta el reto de reunirlos con patrocinadores o sus padres de familia.