¿Por qué es mejor consumir frutas y verduras con cáscara?
Crear el hábito alimenticio de consumir frutas y verduras con piel, es una poderosa herramienta de salud. La cáscara es rica en vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes, que nos ayudan a aumentar la ingesta total de nutrientes
No hay dudas comer más frutas y verduras es una de las principales recomendaciones para mejorar la salud, fortalecer al sistema inmunológico y bajar de peso. La naturaleza es sabia y pone a nuestro alcance las más deliciosas, nutritivas y coloridas variedades. Sin embargo, a menudo se debate si estas frutas y verduras se consumen mejor con o sin piel. Sucede que muchas personas tienen el hábito de descartar la cáscara por un simple hábito o preferencia, en otros casos es una costumbre que la gente realiza en un intento de reducir la exposición a pesticidas ¿La realidad? Quitar las cáscaras puede resultar en la eliminación de una de las partes más ricas en nutrientes del fruto o vegetal en cuestión.
Las cáscaras de los productos vegetales están repletas de nutrientes beneficiosos. En gran parte cada variante es única gracias a su contenido en sus poderosos compuestos y si bien es cierto que en algunos casos es indispensable retirar la piel para poder consumir tanto frutas como vegetales. En términos generales podemos decir que los productos sin pelar contienen mayores cantidades de vitaminas, minerales y otros compuestos vegetales beneficiosos, en comparación con sus contrapartes peladas.
¿Cuáles son los beneficios de la cáscara?
La piel de frutas y verduras guarda los mejores secretos para cuidar el organismo. Consumirlas en su presentación original y grado de madurez correcto nos permite una mejor absorción de nutrientes y con ello se beneficia el funcionamiento de todo el organismo. Además se beneficia y fortalece al sistema inmunológico de tal modo que nos ayudarán a prevenir mucho más fácilmente enfermedades e infecciones.
Otra gran ventaja que nos ofrece la piel de los productos vegetales son sus beneficios en el sistema digestivo e intestinal y la principal razón es su alto contenido en fibra. Por lo tanto se acelera el tránsito intestinal que promueve la eliminación de desechos, líquidos, toxinas, sales y grasas retenidas en el organismo. No solo es un aspecto positivo que beneficia la pérdida de peso, también es una buena costumbre para combatir el estreñimiento y afecciones estomacales comunes como la inflamación.
Las cáscaras de vegetales contienen significativamente más fibra y antioxidantes. De hecho se cuenta con un estudio, en el cual se analizó la composición nutricional de las frutas y vegetales más consumidos y los investigadores descubrieron que en muchas ocasiones hasta el 31% de la cantidad total de fibra que contienen se encuentra en la piel. Sucede lo mismo con su cantidad de antioxidantes, los cuales suelen ser 328 veces más alto en las
cáscaras que en la pulpa. Por lo tanto consumir las frutas y verduras sin pelar, realmente puede aumentar la ingesta de nutrientes en la dieta diaria. Te presentamos un par de ejemplos para entrar en mayor detalle.
– Una manzana cruda con cáscara: contiene hasta un 332% más de vitamina K, un 142% más de vitamina A, un 115% más de vitamina C, un 20% más de calcio y hasta un 19% más de potasio que una manzana pelada.
– Una papa hervida con piel: contiene hasta un 175% más de vitamina C, un 115% más de potasio, un 111% más de ácido fólico y un 110% más de magnesio y fósforo que una pelada.
Otra genialidad de este sencillo hábito alimenticio es que las frutas y verduras con cáscara, son el aliado perfecto para sentirnos satisfechos por más tiempo y la razón principal de su poder saciante es su alto contenido en fibra. Si bien la cantidad exacta de fibra varía, las frutas y verduras frescas pueden contener hasta un tercio más de fibra antes de que se eliminen las capas externas.
No es ninguna novedad decir que se cuenta con numerosos estudios en los que se demuestran las bondades de seguir una dieta alta en fibra. La cual no solo aumenta el nivel de saciedad, beneficia la pérdida de peso, interviene positivamente en el proceso digestivo y nos ayuda a controlar la ansiedad por comer. También la fibra tiene el poder de disminuir la intensidad con la que se liberan las hormonas de saciedad en el organismo. De hecho, se cuenta con un trabajo de investigación en el cual se comprueba que el tipo de fibra que se encuentra en las frutas y verduras conocida como fibra viscosa, puede ser especialmente eficaz para reducir el apetito. La fibra también sirve como alimento para las bacterias amigables que viven en el intestino. Al alimentarse de fibra estas bacterias producen ácidos grasos de cadena corta, que parecen aumentar aún más la sensación de saciedad.
Ahora ya lo sabes adoptar la simple costumbre de consumir las frutas y verduras con piel, es un hábito alimenticio lleno de cualidades. No solo consumirás más fibra y antioxidantes, notarás grandes beneficios en la pérdida de peso, salud digestiva e intestinal y tus niveles de energía serán inmejorables.
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