Por qué los hongos son la mejor medicina natural contra el cáncer

¡Impresionante! Un nuevo estudio realizado en Estados Unidos confirma que comer solamente un hongo mediano al día, puede reducir hasta en un 45% el riesgo de cáncer ¿La razón? Su contenido en ergotioneína un poderoso antioxidante de grandes propiedades antiinflamatorias

Hongos medicinales

Crédito: Imagen de Barbroforsberg en Pixabay | Pixabay

El cáncer es una de las enfermedades más violentas que existen y forma parte de las principales causas de muerte en el mundo. Es una enfermedad que se presenta con la presencia de células anómalas se dividen sin control y destruyen los tejidos corporales. Lo cierto es que cada día son más las personas interesadas en prevenir su aparición de una manera natural, no en vano es un tema candente en diversas corrientes de medicina naturista y alternativa. Con base en ello mucho se ha hablado sobre el inmenso poder medicinal de los hongos y es un hecho que después de leer esto es muy probable que te sorprendas aún más sobre sus bondades. Un nuevo estudio comprueba que agregar tan solo 18 gramos de hongos en las comidas diarias reduce el riesgo de contraer cáncer en un 45% ¡Maravilloso!

Como su nombre lo indica los hongos medicinales se utilizan como medicamentos naturales y no solo son increíblemente poderosos, carecen de efectos secundarios. Lo cierto es que los hongos se han utilizado por cientos de años, sobre todo en países asiáticos para tratar todo tipo de infecciones. De hecho en Japón y China, hace más de 30 años que se aprobó el uso de los hongos medicinales como complemento de los tratamientos estándar contra el cáncer. Además resulta maravilloso saber que los hongos se han utilizado en estas culturas sin peligro alguno por mucho tiempo, solos o en complemento a los tratamientos tradicionales contra el cáncer como son la radioterapia y la quimioterapia. Más sorprendente aún es saber que en Asia hay más de 100 tipos de hongos para tratar el cáncer, entre los más comunes se encuentran las siguientes variantes: Ganoderma lucidum (reishi), Trametes versicolor o Coriolus versicolor (cola de pavo), Lentinus edodes (shiitake) y Grifola frondosa (maitake). Si bien es cierto que actualmente contamos con numerosas referencias científicas que avalan el poder medicinal de ciertos tipos de hongos, se sabe que afectan de manera muy contundente al sistema inmunológico, detienen o retrasan el crecimiento de ciertos tipos de tumores e inclusive tienen el poder de destruir las células tumorales.

Un nuevo estudio llega con extraordinarias noticias y se suma a un creciente cuerpo de evidencia de que integrar hongos en nuestras comidas reduce el riesgo de contraer cáncer. Expertos científicos  estadounidenses del equipo del Penn State Cancer Institute realizaron un análisis de 17 estudios sobre el cáncer publicados entre 1966 y 2020, con el principal objetivo de determinar el vínculo entre el consumo de hongos y la enfermedad. Y sus hallazgos fueron sorprendentes: encontraron que comer solo 18 gramos de hongos redujo el riesgo de contraer la enfermedad en un 45%, cabe mencionar que 18 gramos equivalen a alrededor de un octavo a un cuarto de taza llena.

En general, estos hallazgos proporcionan evidencia importante de los efectos protectores de los hongos contra el cáncer ”, dijo el autor del estudio John Richie, profesor de ciencias de la salud pública y farmacología en el Penn State Cancer Institute. Además aclara que es importante tener en cuenta que 18 gramos es una “estimación muy aproximada”, aunque los datos sugieren que cuanto más hongos comemos, menor es el riesgo de cáncer. Es por ello que la dosis para cada persona será bastante variable, además existen otros factores a considerar como es el tipo de hongo, si se cocinan y cómo.

Lo cierto es que los hongos son un alimento de origen vegetal de inmenso poder nutricional, son una buena fuente de proteínas, vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes. Tienen una larga historia de uso en medicamentos asiáticos, sin embargo sobre sus posibles beneficios para la salud se ha hablado de manera más contundente en las últimas décadas. De manera específica se sabe que los estudios actuales sugieren que son un poderoso aliado antiinflamatorio y de gran poder antioxidante. En específico ha llamado la atención de los científicos e investigadores su contenido en una sustancia llamada ergotioneína, un antioxidante y antiinflamatorio único en los hongos que los humanos no somos capaces de sintetizar.

Así de simple: los hongos son la fuente dietética más alta de ergotioneína, que es un antioxidante y protector celular único y muy potente. Se ha descubierto que reponer ciertos antioxidantes en el cuerpo, es de gran ayuda para protegernos contra los devastadores efectos del estrés oxidativo y con ello se logra también reducir el riesgo de cáncer. Referente a las variantes más recomendadas, se sabe que los hongos shiitake, ostra, maitake y ostra rey, tienen cantidades más altas de ergotioneína, en comparación con los hongos botón blanco, cremini y portabello.

El análisis realizado por los especialistas de la Universidad Penn State, comprende datos de más de 19.500 pacientes con cáncer, encontró que las personas que incorporaron cualquier variedad de hongos en sus dietas diarias tenían un riesgo menor de cáncer. Esto quiere decir que aunque existan variantes con mayor contenido en ergotioneína, el simple hábito dietético de integrar diversas variantes en las comidas diarias no estará protegiendo contra el cáncer.

Otro dato que llamó la atención es que se examinaron cánceres específicos y con ello los investigadores observaron las asociaciones más fuertes para el cáncer de mama. Lo cierto es que queda mucho trabajo de investigación por realizar, finalmente entre más sepamos sobre los efectos protectores de los hongos, se podrán establecer mejores dietas.

También se sabe que de manera particular son un buen aliado para combatir el cáncer de próstata. En 2019, investigadores de la Universidad de Tohoku en Japón informaron un vínculo entre comer hongos y un menor riesgo de cáncer de próstata. Los expertos contaron con la participación de 36,499 hombres entre las edades de 40 y 79 años en Miyagi y Ohsaki, Japón. Los participantes que consumieron hongos una o dos veces por semana tenían un riesgo 8% menor de desarrollar cáncer de próstata, en comparación con aquellos que comieron hongos menos de una vez por semana ¿Más? Aquellos que consumían hongos tres o más veces por semana tenían un riesgo 17% menor que aquellos que comían hongos menos de una vez a la semana. Se cuenta con otras referencias de valor como los datos liberados por el equipo del Centro Médico de Nueva York, en la cual informaron sobre las propiedades anticancerígenas del hongo Maitake utilizado en la cocina china. La combinación de un diminuto extracto concentrado del hongo con una proteína anticancerígena llamada interferón alfa, redujo el crecimiento de las células cancerosas de la vejiga y la próstata en los pacientes hasta en un 75%.

Podemos concluir que la investigación es prometedora, además los hongos son tan maravillosos que están vinculados con otros beneficios: nos protegen de enfermedades, fortalecen al sistema inmunológico, son muy nutritivos y un gran aliado natural para el deterioro cognitivo. Ahora ya lo sabes, comer más hongos podrá ser tu mejor aliado en la prevención del cáncer.

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