El Senado Estatal revoca orden ejecutiva de Cuomo que obliga a bares vender comida cuando se ordena alcohol
La medida, conocida como ‘Cuomo chips’, fue impuesta por el Gobernador el verano pasado para evitar las aglomeraciones de clientes en las aceras
Los bares en Nueva York volverán a sentir otra como lo que son, bares. Pronto los clientes ya no tendrán que comprar una bolsa de chips, papas fritas, un ‘hot dog’ u otro alimento como quesadilla o ‘popcorn’ para poder consumir alcohol.
El Senado Estatal votó este miércoles para eliminar varias de las órdenes ejecutivas emitidas por el gobernador Andrew Cuomo durante lo peor de la pandemia, entre ellas la que obliga a los bares a vender algo de comida con la primera orden de una bebida, lo que empezó a conocerse popularmente como los ‘Cuomo chips’.
“La mayoría del Senado está tomando medidas para aliviar las restricciones de COVID-19 mientras Nueva York continúa recuperándose y los neoyorquinos se vacunan y se vuelve a la normalidad a medida que el estado reabre. La derogación de estas directivas mejorará la calidad de vida de los voluntarios, clientes y dueños de negocios”, indicó el Senado en un comunicado.
La orden fue emitida por el Gobernador el pasado verano, como una forma de evitar las concentraciones de personas consumiendo alcoholo en las afueras de los bares, luego que circularan videos en las redes sociales que mostraban a numerosos clientes en las aceras sin respetar el distanciamiento social.
La orden obliga a que los clientes estén sentados, no de pie, mientras consumen una bebida la cual debe ser servida en compañía de algo para comer, como una bolsa de chips o Doritos, que en muchos casos solo cuestan $1.
“Los neoyorquinos se han esforzado para tomar las precauciones de seguridad adecuadas para frenar la propagación del COVID-19”, dijo la líder de la mayoría del Senado, Andrea Stewart-Cousins, agregando que a medida que más neoyorquinos continúan vacunándose y nuestras tasas de infección continúan disminuyendo, “es hora de comenzar a eliminar ciertas restricciones y regulaciones que ya no son necesarias, para que podamos reabrir y reconstruir la economía de nuestro estado de manera segura”.
La líder del Senado hizo un llamado directo a los neoyorquinos: “Les pedimos que sigan prestando atención a las recomendaciones de salud pública en lo que respecta al uso de máscaras, que observen las precauciones de distanciamiento social y se vacunen para no perder terreno en nuestra recuperación”.
Y para que la medida sea revocada definitivamente, además del voto en el Cámara Alta también se debe aprobar una medida igual en la Asamblea, lo que sucedió este mismo miércoles en la tarde.
“Hoy, la mayoría demócrata de la Asamblea votó en unas resoluciones derogando ciertas partes de una serie de órdenes ejecutivas emitidas por el gobernador durante el transcurso de la pandemia de COVID-19. Estas órdenes ejecutivas se emitieron para responder a la crisis de salud en constante evolución. Ahora, a medida que los neoyorquinos continúan vacunándose y nuestra tasa de infección continúa disminuyendo, hay órdenes ejecutivas que ya no son aplicables o necesarias”, dijo el presidente de la Cámara Baja, Carl Heastie.
Las ordenes ejecutiva suspendidas incluyen:
- Revocación del requisito de venta de alimentos con bebidas alcohólicas: la venta de alimentos ya no será necesaria para la venta de bebidas alcohólicas en bares y restaurantes, para consumo dentro o fuera de las instalaciones.
- Transparencia para las personas que asisten en las operaciones de COVID: las personas que se ofrezcan como voluntarios para asumir un trabajo gubernamental significativo serán tratadas como funcionarios públicos para cumplir con las reglas de transparencia y divulgación del Gobierno.
- Administración oportuna y precisa de las vacunas: Se relajarán las reglas de cumplimiento obsoletas para los proveedores de vacunas, como la utilización completa de las vacunas disponibles en una semana o los mandatos de trámites adicionales. Esta derogación elimina las sanciones innecesarias y las reglas de priorización que ralentizan el proceso de vacunación y ya no son necesarias a la luz de las tasas de vacunación actuales y la disponibilidad de citas.