Por qué no debes guardar la miel en el refrigerador
La miel puede preservarse comestible durante décadas e incluso siglos; almacenar la miel de manera adecuada es muy fácil, no necesitas refrigerarla, incluso podría ser mejor si no lo haces
La miel tiende a cristalizarse y consolidarse sin que eso signifique que se ha echado a perder. Crédito: Adonyi Gábor | Pexels
La miel es uno de los alimentos que puedes almacenar por mucho tiempo sin que se echen a perder. La miel almacenada en recipientes sellados puede permanecer estable durante décadas e incluso siglos. El almacenamiento de la miel es muy sencillo y no requieres refrigerarla.
Con el tiempo la miel tiende a cristalizarse y consolidarse, pero esto no significa que la miel no pueda ser consumida y es muy sencillo restaurarla.
La Junta Nacional de la Miel señala que para efectos prácticos a menudo se indica una vida útil de dos años. Sin embargo, la miel debidamente procesada, envasada y almacenada conserva su calidad durante mucho tiempo.
La muestra conocida más antigua de miel se encontró en una antigua tumba egipcia que se cree tenía alrededor de 3000 años, pero estaba comestible.
¿Por qué la miel nunca se descompone?
La Universitat de València explica que la cantidad de agua en la miel es un factor clave en el hecho de que no se estropee. El porcentaje tan bajo de agua es mucho menor que el que tienen las bacterias o los hongos. No tiene la actividad acuosa que permita la conservación y propagación de microbios en alimentos como tampoco el agua suficiente como para que las bacterias logren hidratarse correctamente, imposibilitando que deterioren la miel.
Otro factor que ayuda a la miel a no echarse a perder es la acidez, ya que su pH en torno a 4 contribuye a la formación de ácidos, lo cual aumenta las propiedades antibacterianas de la miel ya que muchas bacterias prosperan bajo condiciones neutras y no ácidas.
¿Por qué se cristaliza la miel?
La miel tiende a cristalizarse y consolidarse con el tiempo debido a su bajo contenido en agua. La glucosa presente en la miel acaba formando cristales pequeños lo que vuelve a la miel más sólida.
La miel sin filtrar con alto contenido de polen cristalizará más rápido que la mayoría de la miel producida comercialmente. El filtrado se realiza para dar un producto claro y brillante deseado por los consumidores.
¿Cómo restaurar la miel cristalizada?
Para restaurar la miel cristalizada solo necesitas colocar el frasco en una olla con agua caliente durante unos minutos y revolver el producto.
También puedes colocar la miel en un recipiente apto para microondas con la tapa abierta y calentarla revolviendo cada 30 segundos, hasta que los cristales se disuelvan. Debes procurar no quemar la miel.
¿Por qué no refrigerar la miel?
No es necesario refrigerar la miel. Además, las temperaturas frías harán que la miel forme una masa semisólida, por lo que no se recomienda este método de almacenamiento. Dificultará su uso cuando la necesites y tendrás que calentarla cada vez para que vuelva a su estado líquido.
¿Cómo almacenar la miel correctamente?
Al almacenar la miel debes mantenerla en un lugar fresco, lejos de la luz solar directa y en un recipiente herméticamente cerrado. Mantén la miel alejada de la estufa, así como de cualquier aparato que produzca calor.
Evita almacenar miel en metal porque puede oxidarse. Se recomienda mantener la miel en el recipiente original en el que se compró. Los frascos de vidrio con tapa también son adecuados para almacenar miel siempre que las tapas estén bien apretadas. Usa una cuchara seca para introducir al frasco y servir la miel.
¿Cómo se hace la miel?
La miel es producida por las abejas a partir del néctar de las flores. Las abejas obreras transforman el néctar floral que recolectan en miel agregando enzimas al néctar y reduciendo la humedad. El néctar puede llegar a tener el 70% de agua pero las abejas evaporan el agua ventilando el panal con sus propias alas.
La composición nutritiva de la miel varía según la flora de origen, la zona y el clima.
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