Consejos para almacenar tu café de la mejor forma

Almacenar adecuadamente el café evitará que este se vuelva rancio rápidamente y ayudará a mantener su frescura, aroma y sabor; el refrigerador no sería el lugar ideal para guardarlo

Café

Los granos enteros de café comienzan a perder frescura casi tan pronto como terminan de tostarse. Crédito: Pixabay | Pexels

Lo primero que debes de tener en cuenta al almacenar tus granos o café molido es que los mayores enemigos de tu café son el aire, la humedad, el calor y la luz.

La Asociación Nacional del Café (NCA) señala que el café molido pierde frescura más rápido que los granos enteros porque tiene más superficie expuesta al oxígeno. Pero los granos enteros también comienzan a liberar sus sabores y perder frescura luego de tostarse.

Es ideal es comprar cantidades más pequeñas de café recién tostado con más frecuencia, para una o dos semanas. El café molido sabe mejor si se consume dentro de una a dos semanas luego del tostado y los granos enteros entre tres semanas y un mes.

De ser posible, muele el café en casa, preferentemente antes de preparar la bebida. Pero si no tienes un molino, muele los granos en la tienda de comestibles, evita en lo posible comprar café premolido. 

¿Cómo almacenar adecuadamente el café?

1. Recipiente hermético

A menudo el empaque de café de la tienda minorista no es la ideal para el almacenamiento a largo plazo. Transfiere tus granos o café molido a un recipiente opaco con tapa hermética. Evita los botes transparentes que permitan que la luz afecte el sabor de tu café.

2. Lugar fresco y seco

Guarda tu café en un lugar fuera de la luz solar directa y lejos de cualquier fuente de calor. Evita dejarlo arriba o a lado del horno, el gabinete o la encimera tampoco son opción si se calientan por la exposición a la luz solar.

3. Divide

Si adquiriste café premolido y es una cantidad que no consumirás en pocos días, puedes dividirlo para almacenarlo. Una porción más grande en un recipiente hermético y una cantidad menor en otro recipiente para uso diario que conforme sea necesario irás rellenando. La NCA indica que esto reduce la exposición al aire de la mayor parte del café.

4. Evita refrigerar el café

El refrigerador no es el lugar ideal para tu café. El café absorbe la humedad, los olores y los sabores del aire que lo rodea. En el refrigerador hay mucha humedad, tanto el grano entero como el café molido absorberán fácilmente esa humedad.

El congelador tampoco podría ser el mejor lugar de almacenamiento ya que el café podría sufrir quemaduras. La mayoría de los contenedores dejan entrar pequeñas cantidades de oxígeno, tendrías que asegurarte de usar un recipiente realmente hermético.

La NCA recomienda que en caso de congelar el café, retires rápidamente la cantidad a consumir en una semana y devolver el resto al congelador antes de que se forme condensación en el café congelado.

Para obtener un café más fresco, The Pruce Eats aconseja adquirir el café en envases sellados con válvula en lugar de sellado al vacío. Explica que el café se puede empaquetar inmediatamente después de tostarse ya que la válvula permite que los gases escapen pero no deja entrar el aire a la bolsa, en cambio “el café sellado al vacío debe envejecerse antes del envasado porque el café libera gas que puede hacer que la bolsa se expanda o incluso explote”.

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