3 claves sobre un cuarto cheque de estímulo y el paquete económico de Biden en el Congreso

Continúa el debate público sobre una ayuda similar a los $1,400 dólares del Plan de Rescate Estadounidense, pero el presidente está enfocado en dos proyectos económicos de mayor envergadura

El plan de infraestructura del presidente Biden tiene amplio respaldo de estadounidenses.

El plan de infraestructura del presidente Biden tiene amplio respaldo de estadounidenses. Crédito: Alex Wong | Getty Images

La distribución de un cuarto cheque de estímulo, incluso pagos mensuales de hasta $2,000 dólares por persona, está en el imaginario público desde hace casi dos meses, pero ni en el Congreso ni en la Casa Blanca se impulsa una ayuda económica extra similar a la aprobada con el Plan de Rescate Estadounidense (ARP).

La narrativa de que debería haber una nueva ayuda es impulsada porque más de 80 congresistas demócratas enviaron cartas al presidente Joe Biden para apoyar ayuda extra a los estadounidenses, pero el mandatario ha hecho caso omiso a las peticiones y solamente la portavoz Jen Psaki dijo en abril pasado que eso dependendería de los congresistas, pero advirtió que ese tipo de pagos “no son gratis”.

1. ¿Por qué sigue el debate?

El 17 de mayo, un grupo de site representantes envió una nueva carta al presidente Biden para que pedir que se extendiera el seguro de desempleo, el cual concluye en septiembre, además de solicitarle apoyar dos cheques de estímulo adicionales.

La misiva fue promovida por el representante Jimmy Gomez (California)firmada por otros seis miembros del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes, pero sin el respaldo del presidente de la misma, Richard Neal (Massachusetts) o de algún otro miembro de alto rango de la Cámara.

Personal del Congreso ha dicho a este diario que no hay un plan concreto para impulsar un nuevo cheque de estímulo, aunque reconocen que el tema se aborda como “un rumor”.

A esa intención se suma que la petición en Change.org de nueva ayuda económica ha sumado 2.6 millones de firmas, aunque fue iniciada antes de que se aprobara el ARP por la propietaria de un restaurante en Denver, Stephanie Bonin, quien destaca las dificultades que su negocio y muchos otros han enfrentado como consecuencia de los cierres de comercios.

En mayo, la Casa Blanca distribuyó el Fondo de Revitalización de Restaurantes (RFF, en inglés), un programa de $28,600 millones de dólares para restaurantes, bares, food trucks y otros establecimientos, como el de Bonin.

2. Los argumentos

Las cartas de los congresistas a Biden citan varios reportes económicos sobre cómo una ayuda adicional a las familias pueden mejorar las condiciones de vida y reimpulsar el mercado, pero destaca el análisis “Cómo los pagos en efectivo adicionales reducirían la pobreza”, de Tax Policy Center, el cual indica que los dos cheques de estímulo adicionales no serían para todos, sino para quienes tienen bajos ingresos, lo que ayudaría a sacar de la pobreza a unos 28 millones de personas.

“Si el Congreso quisiera reducir aún más la pobreza o proporcionar recursos adicionales de manera más amplia, los pagos adicionales podrían lograrlo”, dicen los autores Elaine Maag y Kevin Werner.

Agregan que los pagos adicionales de $1,400 dólares tendrían otros niveles de elegibilidad, además de que menos personas lo recibirían al eliminar gradualmente quiénes calificarían, considerando sus ingresos.

“Modelamos dos opciones para pagos adicionales de $1,400. Uno comenzaría a eliminar gradualmente a niveles de ingresos más bajos, lo que llamamos el pago de eliminación más rápido. Este pago proporcionaría un alivio dirigido a personas de ingresos ligeramente más bajos e incluiría a todas las personas, en lugar de solo a los ciudadanos”, señalan. “La otra opción de pago que modelamos replicaría los umbrales de pago del ARP y limitaría la elegibilidad a los ciudadanos”.

Las comunidad latina sería de las más beneficiadas, ya que su tasa de pobreza bajaría del 13.3 por ciento al 9 por ciento, pero un quinto pago esa cifra se desplomaría al 6.3 por ciento.

3. El plan del presidente

La Administración Biden ha reconocido la necesidad de reducir la pobreza, sobre todo de las comunidades negras y latinas, pero no tiene intención de un cuarto cheque de estímulo, pues se enfoca en un proyecto multianual de casi $4 billones de dólares dividido en dos partes, el Plan de Empleos Estadounidense y el Plan para Familias Estadounidenses.

Los líderes del Congreso, Nancy Pelosi (California), presidenta de la Cámara de Representantes, y Chuck Schumer (Nueva York), líder de la mayoría en el Senado analizan cómo aprobar esas propuestas en forma bipartidista, tal como quiere el presidente, pero los republicanos se resisten a incrementar el impuesto corporativo y la tasa para quienes ganan más de $400,000 dólares anuales.

La propuesta de infraestructura de Biden se enfoca en la creación de empleos bien remunerados y sindicalizados, al tiempo que se mejorarían vialidades, aeropuertos, puentes, sistema de distribución de agua potable y las instalaciones para internet.

El plan para las familias contempla varios apoyos directos, siendo el Crédito Fiscal por Hijo el más importante, ya que enviaría al 88 por ciento de los niños estadounidenses hasta $3,600 dólares, pero también integra apoyos para los padres con muy bajos ingresos a pesar de tener más de un empleo, así como ayudas para el cuidado de niños.

A esas dos prioridades se suma la presión por aprobar una reforma migratoria, la cual se contemplaría en el paquete económico si éste se aprueba bajo la regla de Reconciliación, según adelantó el representante Raúl Ruiz (California).

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