Airbnb calló con 7 millones de dólares caso de mujer que fue atacada sexualmente en departamento de Nueva York
La renta de espacios de la popular aplicación Airbnb es todo un éxito en el mundo, pero ya son muchos los casos en los que la compañía destina tajadas de dólares para evitar que sean del dominio público
Crédito: JOEL SAGET | Getty Images
Cada vez es más común que las personas sustituyan hospedarse en un hotel y elijan una de entre las miles de opciones que ofrece la aplicación Airbnb. Sin embargo a pesar de ser atractivas por sus diseños o precio, hay muchas interrogantes que dejan en entredicho la seguridad para quien renta y para quien se hospeda, según un trabajo publicado por Bloomberg Businessweek.
De acuerdo con la publicación, Airbnb, cuenta con un departamento de seguridad que maneja un amplio presupuesto para hacer frente a situaciones extremas que surgen en el negocio. Algo así como $50 millones de dólares anuales para pagos de anfitriones, huéspedes, incluidos acuerdos legales y daños a propiedades.
Uno de los casos que cita el reporte fue la presunta violación a una mujer australiana de 29 años en Nueva York, a principios del día de Año Nuevo de 2016. La mujer y sus amigos alquilaron un departamento en West 37th Street, cerca de Times Square.
Los invitados supuestamente recogieron sus llaves en una bodega cercana esa misma noche sin mostrar identificación y luego salieron a la fiesta de fin de año.
Cuando la víctima regresó del bar sin sus amigos, poco después de la medianoche, el sospechoso, identificado como Junior Lee, de 24 años, supuestamente estaba escondido, luego la amenazó con un cuchillo de cocina y la violó.
El agresor fue capturado por la policía con un juego de llaves del apartamento, junto con un cuchillo y uno de los pendientes de la mujer. Fue acusado de agresión sexual depredadora y podría enfrentar cadena perpetua.
No se sabe cómo Lee obtuvo las llaves del apartamento, pero los directivos de Airbnb estaban preocupados de que los turistas entablaran una demanda contra la compañía por su política de llaves, que no requiere que los anfitriones usen cerraduras de teclado que cambian los códigos o revelar quién más tiene una copia de la llave.
El abogado de la víctima negoció un acuerdo de $7 millones de dólares dos años después del presunto delito, lo que le impide culpar o demandar a Airbnb o al anfitrión del apartamento.
Los detalles del crimen, la respuesta de la empresa y el acuerdo se conocieron a partir de registros policiales y judiciales y documentos confidenciales.
En 2011, un anfitrión en San Francisco escribió en su blog que al regresar de un viaje de trabajo encontró su casa saqueada. Sus “invitados” destrozaron su ropa, quemaron sus pertenencias y abrieron un agujero en la puerta de un armario con llave para robar sus pertenencias.
Otros casos se refieren a una gran cantidad de incidentes peligrosos, desde anfitriones que arrojaron maletas por las ventanas hasta cámaras ocultas, fugas de gas y agresiones sexuales.
Otro caso ocurrió en octubre de 2011, cuando un anfitrión de Airbnb en Barcelona engañó a dos mujeres estadounidenses que habían reservado una estadía en su casa, las alcoholizó y luego las violó.
La publicación señala que el modus operandi de la empresa siempre es el mismo, el equipo de seguridad se encarga de todo, absorbe gastos y ofrece cuantiosas sumas de dinero a los involucrados que resultan afectados.
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