Nueva York necesita un alcalde “competente”: gobernador Cuomo no da tregua en pelea con De Blasio a la espera de resultado electoral
"Es difícil para mí trabajar con una administración que es hiperpolítica y no es competente", dijo el gobernador al felicitar a Eric Adams, líder en la primera ronda de las primarias demócratas
Sólo faltan cinco meses para que Nueva York estrene un nuevo alcalde, pero al atribulado gobernador Andrew Cuomo la parece mucho tiempo y no cede en su pelea verbal con Bill de Blasio, aún siendo ambos del mismo partido.
Aunque los resultados de las primarias demócratas probablemente no estarán listos hasta julio, Cuomo elogió ayer la sólida ventaja de Eric Adams, pero siempre haciendo énfasis en su deseo de ver una nueva cara al frente del gobierno municipal de la ciudad más grande del país.
Durante una conferencia de prensa ayer en Manhattan, un día después del voto presencial el martes, Cuomo criticó repetidamente a De Blasio y predijo que su relación con quien lo suceda “será mejor, por definición”.
“Hay cientos de alcaldes en Nueva York, trabajo con todos ellos”, deslizó el gobernador. “Es difícil para mí trabajar con una administración que es hiperpolítica y no es competente”.
Al felicitar a Adams, Cuomo agregó que no estaba seguro de si los resultados del nuevo sistema de votación por clasificación o segunda vuelta instantánea confirmarían su triunfo en las primarias y luego en noviembre. Pero “Creo que, en general, elegir un nuevo alcalde es muy, muy positivo para la ciudad”.
“La confianza en el alcalde es muy, muy importante. La confianza en el liderazgo del alcalde y la competencia del alcalde es muy importante”, insistió. “Y creo que con un nuevo alcalde, verás un aumento en la confianza en el liderazgo y un aumento en la competencia de la administración de la ciudad de Nueva York… Será una gran, gran ventaja”.
Cuomo arremetió de nuevo contra los crecientes problemas de NYC como el crimen y la falta de vivienda, y calificó la calidad de vida metropolitana como “el problema urgente del día”.
Dijo que tenía una buena relación con Adams y predijo que “infundirá confianza” en parte debido a su condición de ex policía, actual presidente del condado de Brooklyn y ex senador estatal. “Creo que es una persona que dará un paso adelante y mostrará un liderazgo real, especialmente en el tema de la calidad de vida y el crimen”, citó New York Post.
En tanto, Cuomo enfrenta sus propios problemas, afectado por recientes denuncias de acoso sexual, abuso de poder al escribir un libro y las pesquisas por las muertes masivas en ancianatos. Pero aún así, no ha cancelado su deseo de aspirar a una nueva reelección el próximo año, en el cargo que ocupa desde 2011. Su fallecido padre, Mario Cuomo, también fue gobernador por tres períodos (1983/1994), hasta ser vencido por George Pataki (R) al buscar otra reelección.
La “votación por clasificación” o “segunda vuelta instantánea” buscaba evitar que se repitieses casos como el de 2013, cuando De Blasio llegó a la alcaldía aunque apenas 3% del total de registrados en el Partido Demócrata en NYC sufragaron por él en las primarias. Y en 2017 fue reelecto más fácilmente, sin competencia de su partido.
En los últimos años, la relación entre De Blasio y Cuomo se fue deteriorando progresivamente, en medio de acusaciones mutuas sobre el declive en la calidad de vida en NYC. Y durante la pandemia, las peleas se volvieron extremas, emitiendo ambos muchas veces unas órdenes contradictorias que generaban confusión en la población y desgaste de recursos.