Por qué los científicos anticipan más huracanes en el Atlántico este año
La ausencia del fenómeno del Niño en el Pacífico tendrá consecuencias en el Atlántico, encontraron investigadores de la Universidad Estatal de Colorado
La temporada de huracanes en el Atlántico podría aumentar con 20 tormentas tropicales con nombre y 9 huracanes, de los cuales 4 serían de categoría mayor, debido a la ausencia del fenómenos del Niño en el Pacífico, según la actualización este viernes de la Universidad Estatal de Colorado (CSU).
El Departamento de Ciencias Atmosféricas de la CSU anticipaba en abril pasado la formación de 17 tormentas tropicales y 8 huracanes, cuatro de ellos de categoría mayor (3,4 o 5 en la escala de Saffir-Simpson).
Según los meteorólogos de la CSU, el aumento del número de fenómenos meteorológicos en su pronóstico es el resultado del “aumento de las temperaturas de la superficie del mar en el Atlántico tropical” y debido a la probable ausencia del fenómeno de El Niño, en el Pacífico, “en el pico de la temporada de huracanes”, a partir de mediados de agosto y septiembre.
El Niño ayuda a inhibir la formación de huracanes en el Atlántico.
La actualización de la CSU indica también que las probabilidades de que un huracán de categoría mayor toque tierra en territorio estadounidense y el Caribe se hallan por encima de lo normal.
Según la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA) de EE.UU., la temporada ciclónica en el Atlántico será menos intensa que la de 2020, pero más activa de lo normal.
NOAA pronostica la formación de 13 a 20 tormentas tropicales con nombre y entre 6 y 10 huracanes, de los cuales entre 3 y 5 serían de categoría mayor (3, 4 y 5 en la escala de Saffir-Simpson).
Esta temporada de huracanes en el Atlántico tendrá una actividad “por encima de lo normal”, aunque no se prevé que sea parecida a la de 2020, que rompió récords históricos con 30 tormentas con nombre.
En la temporada de 2020, de las 30 tormentas con nombre, 13 de ellas se convirtieron en huracanes y 6 de estos fueron mayores.
También fue récord porque EE.UU. sufrió 12 embates directos, 3 más que en 1916, que tenía la marca anterior, según Accuweather.