Covid-19: una taza de café al día reduce el riesgo en un 10%
Magníficas noticias para los amantes del café, de acuerdo con los hallazgos de un reciente estudio encabezado por la Universidad Northwestern en Chicago: beber una o más tazas de café negro al día reduce en un 10% el riesgo de padecer Covid-19 ¿La razón? Aporta grandes efectos inmunoprotectores que también combaten la inflamación
La vitamina D se obtiene a través de la exposición solar, algunos alimentos y suplementos. Es indispensable para la absorción de calcio y el buen funcionamiento del sistema inmunológico. Crédito: Frame Harirak on Unsplash | Unsplash
Una magnífica noticia llega para los amantes del café: según un estudio realizado por investigadores de la Universidad Northwestern, beber una taza de café al día puede reducir las posibilidades de contraer COVID-19. En específico los investigadores señalan que el simple hábito de beber una o más tazas de café al día puede reducir el riesgo de contraer Covid-19 hasta en un 10%, si a esto le sumamos los beneficios de seguir una alimentación saludable y basada en plantas ¡los resultados serán bastante favorecedores!
Es cierto que a estas alturas no es ninguna sorpresa decir que el café no solo es uno de los estimulantes naturales más poderosos, es un gran aliado para mejorar la salud en numerosos aspectos. Gran parte de sus virtudes medicinales se relacionan con sus poderosos antioxidantes que beneficia la salud cardiovascular, protegen al hígado y al corazón, reducen el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes, obesidad y ciertos tipos de cáncer. Además se ha posicionado como un gran aliado para beneficiar la pérdida de peso, acelerar el metabolismo y potenciar la quema de grasa corporal.
De acuerdo con el estudio, en comparación con las personas que no beben café, quienes consumen una dosis diaria de café negro tienen menos posibilidades de sufrir una infección grave por COVID-19. Entre las principales razones se encuentra que el consumo de café se correlaciona favorablemente con biomarcadores inflamatorios como la PCR, la interleucina-6 (IL-6) y el factor de necrosis tumoral I (TNF-I), que también están asociados con la gravedad y la mortalidad de Covid-19. Otro de los aspectos relevantes del estudio es de la Universidad Northwestern, es que el consumo de café también se asocia con un menor riesgo de neumonía en los ancianos. Si bien señalan que queda mucho trabajo de investigación por hacer, se ha demostrado un plausible efecto inmunoprotector del café contra Covid-19.
¿En qué consistió el estudio? Entre los datos más relevantes sobre el estudio, sin lugar a dudas se encuentra lo amplia de la muestra, ya que fueron evaluados datos de 40.000 adultos en el Biobanco del Reino Unido. El estudio analizó la correlación entre la rutina dietética y la infección por COVID-19. De tal modo que también se dieron descubrimientos muy contundentes sobre cómo los hábitos alimenticios se relacionan directamente con el desarrollo de la enfermedad. Finalmente somos lo que comemos y la capacidad de respuesta del sistema inmunológico depende en su totalidad de la calidad de nutrientes que consumimos. Por lo tanto el estudio también sugiere que comer más verduras y menos carne procesada es la mejor estrategia dietética para reducir el riesgo de contraer COVID-19.
Los investigadores y científicos que participaron en el estudio coinciden en que los resultados del mismo apoyan la hipótesis de que los factores nutricionales pueden influir en distintos aspectos del sistema inmunológico y, por lo tanto, en la susceptibilidad al COVID-19. Si bien la pandemia cada vez va cediendo más no podemos bajar la guardia, los contagios siguen presentes y las nuevas cepas están a la orden del día.
Es por ello que como parte fundamental de la estrategia de prevención encabezada por emblemáticas organizaciones de salud a nivel mundial, así como es importante aplicarse la vacuna; es igual de relevante fomentar la adherencia a ciertos comportamientos nutricionales. Tal es el caso concreto de aumentar el consumo de frutas y vegetales, evitar los alimentos procesados y comidas rápidas, así como las carnes rojas y procesadas. Apostar por un estilo de vida saludable, con una dieta integral, realizar actividad física, controlar el estrés y dormir bien, son herramientas adicionales a las pautas de protección COVID-19 existentes para limitar la propagación de este virus. Con base en ello aprovechamos para recapituar cuatro de las medidas dietéticas básicas para disminuir el riesgo de contagio y fortalecer al sistema inmunológico:
1. Apuesta por una dieta integral y rica en fibra
Es indispensable consumir de manera balanceada de todos los grupos de alimentos: cereales integrales como trigo, maíz y arroz, legumbres como lentejas y frijoles, muchas frutas y verduras frescas, con buenas fuentes de proteínas de origen animal (por ejemplo, carne, pescado, huevos y leche). También es importante apostar por el consumo de productos integrales como el maíz, mijo, avena, trigo y arroz integral; son muy ricos en fibra que se asocia con grandes beneficios para promover la pérdida de peso, mejorar la salud digestiva y cardiovascular.
2. Limita el consumo de azúcar
El excesivo consumo de azúcar es considerado uno de los hábitos más peligrosos para la salud, ya que suele ocasionar una larga lista de enfermedades crónicas. Es una de las principales causas de obesidad, puede provocar diabetes, resistencia a la insulina, inflamación, problemas de salud mental y cardiovasculares. También puede aumentar el riesgo de cáncer. Por lo tanto es importante controlar el consumo de azúcar, la cual se encuentra en una larga lista de alimentos procesados como son los dulces, postres, refrescos, bebidas azucaradas, jugos de frutas, bebidas energéticas, té y algunos productos lácteos. Apuesta por el consumo de frutas frescas, yogurt bajo en grasas, chocolate puro y deja los postres para ocasiones especiales y en porciones pequeñas.
3. Evita la sal en exceso
La sal es uno de los principales depresores del sistema inmune y nos hace más propensos a padecer todo tipo de enfermedades. Es indispensable evitar todo tipo de alimentos procesados, comidas rápidas, enlatados, salsas y condimentos, brillan por su alto contenido en sodio y hacen que nos excedamos por mucho de los requerimientos por día. Las recomendaciones establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) aconsejan limitar el consumo de sal a 5 gramos (equivalente a una cucharadita) al día, cocinar en casa y utilizar especias como condimento.
4. Aumenta el consumo de grasas saludables
Es bien sabido que el consumo excesivo de grasas saturadas, se relaciona con múltiples problemas de salud como obesidad, enfermedades cardíacas e hígado graso. Sin embargo apostar por el consumo de grasas saludables es indispensable para garantizar una nutrición adecuada y sobre todo juega un papel esencial en un sistema inmune fuerte. Apuesta por el consumo de aceite de oliva, soja o maíz, aguacate y frutos secos. Elige carnes blancas como aves y pescado, que generalmente son más bajas en grasas que las carnes rojas; y limita el consumo de carnes procesadas. Selecciona versiones de leche y productos lácteos con bajo contenido de grasa o de grasa reducida. Evita los alimentos procesados, horneados y fritos que contienen grasas trans producidas industrialmente.
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