La riesgosa experiencia de Megan Fox con la ayahuasca: “Me fui al infierno”
En el programa de Jimmy Kimmel, la actriz y modelo estadounidense relató que viajó a Costa Rica junto a su pareja, Machine Gun Kelly, y se animaron a probar la ayahuasca
Sin tapujos, durante una entrevista televisiva, Megan Fox relató que hace poco se animó a probar la ayahuasca, una bebida alucinógena indígena hecha con plantas que crecen en el Amazonas: la ayahuasca –que es una liana– y la chacruna.
La actriz viajó a Centroamérica junto a su novio, Machine Gun Kelly, para participar de este ritual milenario junto a un chamán y a un grupo de personas que se sumó a la experiencia. “Nos fuimos a Costa Rica a tomar ayahuasca en un entorno adecuado con gente indígena”, contó en la última emisión de Jimmy Kimmel Live. “Yo pensaba que iba a ser como un glamping, una especie de experiencia de cinco estrellas, pero llegas ahí y realmente estás en el medio de la selva”, explicó.
“No puedes comer después de la una de la tarde. Tienes que caminar una gran distancia para conseguir agua y no puedes ducharte porque están en sequía”, continuó. “No había nada de glamour, y todo buscaba volverte vulnerable para que te rindieras ante la experiencia”.
Fox fue relatando cómo se dieron los preparativos para el ritual, en el que también participaron “otros 20 extraños”. Todas las personas fueron puestas en fila y les dieron indicaciones para inducir el vómito. “Eso te prepara para entrar a la ceremonia de esa noche, porque ahí parado sientes que tu vanidad se fue. Piensas: ‘acabo de hacer esto adelante de todos estos desconocidos, ahora estoy preparada para abrirme de verdad’”, expresó sobre el momento, al que consideró como “una buena experiencia de unión”.
“El viaje de cada uno es diferente… en la segunda noche sentí que fui al infierno por la eternidad”, recordó sobre una de las cuatro veladas en las que consumió ayahuasca. “El simple hecho de saber que la eternidad es una tortura en sí misma, porque no hay principio, medio ni fin, hace que tu ego se muera”, reflexionó.
Este proceso tan intenso hizo una transformación en ella. A lo largo del relato, Fox afirmó que la bebida la ayudó a abrirse de una manera que “la terapia de conversación o la hipnoterapia” no podrían. “Vas directamente a tu alma y todo te lleva a la prisión psicológica en la que vives”, explicó. “Es tu propia versión del infierno, y definitivamente estuve allí”.