Enfermedades inflamatorias intestinales: un alto consumo de alimentos ultraprocesados aumenta el riesgo de colitis y enfermedad de Crohn
Las dos enfermedades inflamatorias intestinales más comunes son la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn. La calidad de la dieta juega un papel fundamental, de acuerdo con un nuevo estudio: consumir de una a cuatro porciones de alimentos ultraprocesados por día se asoció con un aumento del 67% en el riesgo, mientras que cinco o más porciones al día conducen a un aumento del 82%
La advertencia cada vez es más contundente, un alto consumo de alimentos ultraprocesados es uno de los peores hábitos para la salud. Se trata de alimentos que han sido modificados para potenciar su durabilidad, conservación, sabor y textura, con base en ello suelen ser altamente calóricos y ricos en azúcares refinados, sodio, grasas saturadas, harinas refinadas y todo tipo de aditivos. Es innegable asociarlos con un mayor riesgo en condiciones crónicas como la obesidad, diabetes, hipertensión, afeccionas cardiovasculares, ciertos tipos de cáncer y trastornos de salud mental. Recientemente un nuevo estudio comprobó que el consumo regular de este tipo de alimentos y bebidas puede provocar afecciones gastrointestinales graves. Como es el caso concreto de las enfermedades intestinales inflamatorias (EII).
¿En qué consistió el estudio? Un grupo internacional de investigadores dirigido por el Population Health Research Institute y la Universidad McMaster y Hamilton Health Sciences en Canadá, se dieron a la tarea de investigar si los patrones de alimentación podrían desempeñar un papel en el diagnóstico de las enfermedades inflamatorias intestinales. Como dato al margen este término médico se utiliza de manera general para referirse a un grupo de trastornos crónicos del sistema digestivo, que se presentan con inflamación crónica del tracto digestivo. Las dos enfermedades más comunes con las que se presentan son: la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn.
El equipo de investigadores reunió a más de 116,000 adultos de todo el mundo (21 países) entre las edades de 35 a 70 y de áreas de ingresos bajos, medios y altos. Dentro de los aspectos más relevantes del estudio sin lugar a dudas se encuentra el período de tiempo, ya que los participantes fueron evaluados durante un período de 13 años en el que se les pidió a los voluntarios que llenaran un cuestionario detallado de alimentación y nutrición. Se destacaron los nuevos diagnósticos de EII, que incluyeron un total de 467 casos (90 con enfermedad de Crohn, 377 con colitis ulcerosa).
Lo relevante fue que aún teniendo en cuenta otros posibles factores de riesgo, como es el caso de la edad, el peso corporal, el estilo de vida y hábitos como el consumo de alcohol y el tabaquismo. Los investigadores revelaron que un alto consumo de alimentos ultraprocesados se asocia con un mayor riesgo de enfermedades inflamatorias intestinales.
¿Cuáles son los peores ultraprocesados para la salud intestinal?
Durante años hemos normalizado el consumo de alimentos ultraprocesados, en gran parte por que son increíblemente accesibles y están disponibles de manera muy sencilla. De tal modo que la sociedad moderna occidental se ha acostumbrado a consumirlos desmesuradamente, en las últimas décadas la ingesta de alimentos ultraprocesados ha aumentado drásticamente en todo el mundo. De acuerdo con información liberada por los CDC, el consumo de este tipo de productos representa entre el 25% y el 60% de la fuente confiable de la ingesta diaria de energía de una persona.
A grandes rasgos, los alimentos procesados son aquellos que han pasado por cambios o algún tipo de procesamiento industrial antes de llegar a la mesa. De tal modo que través de diversos métodos de procesamiento podemos disponer de ciertos alimentos todo el año (aún cuando no sea temporada), también se vuelven más seguros pues al utilizar tratamientos con temperaturas elevadas se destruyen ciertas bacterias nocivas y en algunos casos se añaden algunos aditivos los cuales impiden que las grasas entren en descomposición o desarrollen hongos y otros patógenos. Por lo tanto todo aquel alimento que sea modificado químicamente a través del uso de ingredientes refinados y sustancias artificiales, será considerado ultraprocesado y dañino para la salud. Entre los principales se encuentran: carnes procesadas, cereales azucarados para el desayuno, refrescos, bebidas de frutas, alimentos endulzados refinados (como dulces), bocadillos salados, helados, pasteles y galletas preparados comercialmente, salsas y sopas.
En cuanto a las estadísticas que reveló el estudio: consumir de una a cuatro porciones de alimentos ultraprocesados por día se asoció con un aumento del 67% en el riesgo de EII, mientras que cinco o más porciones al día condujeron a un aumento del 82%. Además, como parte de los hallazgos de este estudio se encontró que alimentos como la carne blanca y roja sin procesar, los lácteos, los almidones, así como las frutas, verduras y legumbres, no se asociaron con el desarrollo de las enfermedades inflamatorias intestinales. Estos resultados llevaron a los autores del estudio a creer que el riesgo de inflamación intestinal crónica está más probablemente relacionado con si un alimento se procesa o no, en lugar del alimento en sí.
De acuerdo con los investigadores, aún queda mucho trabajo por hacer, sobre todo para identificar los mecanismos exactos. Sin embargo este tipo de hallazgos son de gran utilidad para crear nuevas estrategias dietéticas que sirvan como prevención y control, finalmente tiene sentido que la combinación de bajo contenido de fibra, bajo contenido de antioxidantes y alto contenido de azúcar sea inflamatoria para el intestino y pueda causar trastornos digestivos.
Complementariamente surgen declaraciones que suman valor a estos hallazgos, como es el caso de Crohn’s & Colitis Foundation, quienes coinciden en que aunque no existe una dieta estándar recomendada para las personas diagnosticadas con EII, sí existen “alimentos desencandenantes potenciales.” Entre los que se destacan todos los procesados como los alimentos azucarados, los alimentos grasos, el alcohol, las comidas rápidas y las bebidas con cafeína.
Teniendo en cuenta que tan solo una porción diaria de alimentos ultraprocesados puede causar estragos en el microbioma intestinal, la sugerencia de los expertos es implementar varios cambios de alimentos inteligentes y simples en la dieta. Algunos sencillos ejemplos: sustituye el refresco por agua con gas (cubierta con limón o menta fresca), elige camote asado en lugar de papas fritas e intercambia un batido de frutas casero en lugar de helado. Además como lo hemos mencionado en ocasiones anteriores: no es necesario prohibir de manera permanente las comidas reconfortantes favoritas, simplemente es oportuno disfrutarlas en ocasiones especiales y siempre teniendo en cuenta el tamaño de las porciones.
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