Fiscal General de Nueva York exige a Facebook combatir la desinformación sobre la vacuna en la comunidad latina
Asegura que la información falsa, mucha de la cual está escrita en español, ha circulado entre los hispanos provocando que solamente el 15% se haya inmunizado
A pesar que el vacunarse contra el COVID-19 puede significar la diferencia entre la vida y la muerte por los estragos que está provocando la fuerte variante Delta del virus, todavía muchas personas se niegan a inyectarse y una de las principales razones es la desinformación sobre los fármacos que se está compartiendo en redes sociales como Facebook y Twitter, y que es dirigida en gran parte a la comunidad hispana.
La vacuna puede matar, causar infertilidad en mujeres, o se usa para colocar un microchip en el cuerpo y así el Gobierno puede controlar tus movimientos… y pare de contar. Son innumerables las conspiraciones y falsa información que se comparten por la redes sociales, lo que está provocando que casi la mitad de la población del país, y más del 40% de los neoyorquinos, se niegue a vacunarse entre ellos muchos latinos
Y para combatir esa desinformación, la fiscal general de Nueva York Letitia Jemes le envió este jueves una carta a Facebook en la que exige que haga cambios en su plataforma para detener la publicación que busca desalentar la vacunación contra el coronavirus entre los hispanos.
“A medida que la COVID-19 continúa diseminándose por todo el país y las comunidades sin vacunar, en particular la comunidad latina, ven lo peor de la enfermedad, Facebook y otras poderosas empresas de redes sociales deben elegir las vidas por encima de las ganancias y tomar medidas reales para combatir la propagación de mentiras destructivas”, dijo James en un comunicado.
La Fiscal General de Nueva York, que lidera una coalición de defensores que se enfoca en destacar las preocupaciones sobre las discrepancias de las vacunas entre las comunidades minoritarias, pidió específicamente a Facebook que aborde y disipe los mitos dañinos e inexactos sobre el virus y las vacunas disponibles, lo que ha provocado dudas sobre la vacuna entre los usuarios de Facebook.
La comunidad latina, en particular, ha sido objeto de información inexacta sobre la vacuna, lo que ha llevado a que las tasas de vacunación sean casi un 45% más bajas que las de otros grupos étnicos. La indecisión sobre la vacuna es aún mayor entre las personas que hablan principalmente español.
“A medida que nos acercamos al otoño y más neoyorquinos comienzan a realizar actividades en ambientes interiores de nuevo, es vital que animemos a aquellos que aún no se han vacunado a dar ese paso. Pero el constante bombardeo de información inexacta que se comparte en Facebook ha hecho que las tasas de vacunación en la comunidad latina apenas superen el 15 por ciento”, enfatizó James.
La Fiscal General agregó: “Ni el idioma ni el origen étnico deberían ser una barrera para recibir información precisa sobre la atención médica que te puede salvar la vida. Instamos a Facebook a que asuma su responsabilidad por haber permitido que se sigan propagando estas peligrosas mentiras, y a que haga más por combatir esta desinformación. Debemos animar a todos, especialmente a nuestras comunidades más vulnerables, a vacunarse”.
En la carta, James encabeza la coalición de defensores al afirmar que las bajas tasas de vacunación, específicamente en la comunidad latina, se deben a la desinformación que circula en las redes sociales, particularmente en Facebook. En la misiva escriben: “La desinformación está socavando los esfuerzos del país para acabar con la pandemia y exacerbando las disparidades raciales en las tasas de vacunación contra el COVID-19. La gente está utilizando las redes sociales para difundir no sólo información errónea, sino también desinformación sobre las vacunas, fomentando las dudas sobre la vacunación entre los estadounidenses. A medida que surgen nuevas variantes del virus y las tasas de infección comienzan a aumentar de nuevo, es de vital importancia que las empresas de redes sociales tomen medidas más enérgicas para combatir la desinformación y animar a las comunidades vulnerables a vacunarse.”
Desinformación en español
En concreto, la Fiscal General James y la coalición señalan que la información falsa —mucha de la cual está escrita en español— ha circulado entre la comunidad latina. Esta focalización directa en las comunidades latinas ha llevado a que las tasas de vacunación sigan siendo extremadamente bajas. Poco más del 15% de los que se identifican como latinos han recibido al menos una dosis de la vacuna COVID-19, en comparación con casi el 60% de los blancos no hispanos. Un estudio reciente descubrió que más de la mitad de los que se identifican como latinos que aún no se han vacunado están preocupados por la seguridad y la eficacia de las vacunas; entre los hispanohablantes, esta cifra aumenta hasta el 67%.
Además, según un estudio, es más probable que Facebook marque y coloque una etiqueta de advertencia sobre la información falsa en inglés que la misma información en español. Esto ha contribuido al hecho de que casi el 40% de los encuestados latinos dijeron que habían estado expuestos a material que les llevó a creer que las vacunas COVID-19 no son seguras ni eficaces.
La coalición pidió a Facebook que comparta sus políticas y procedimientos en relación con la información errónea dirigida a la comunidad latina, incluidas las herramientas que utiliza esa red social para controlar la información errónea en español y dirigida a los latinos sobre el virus COVID-19 y las vacunas en sus plataformas, incluidas las de WhatsApp e Instagram. La carta también solicita información sobre cualquier iniciativa que Facebook tenga en marcha para ampliar el material basado en la evidencia y científicamente preciso a los usuarios latinos.
Líderes latinos exigen acciones
“La información es poder y la verdad es que la comunidad científica ha demostrado ampliamente que las vacunas son seguras y eficaces”, dijo la congresista de Brooklyn Nydia Velázquez, agregando que sin embargo, “debemos entender que las dudas sobre las vacunas son reales y especialmente prevalentes entre los latinos. Es nuestra responsabilidad asegurar que la gente tome la decisión de vacunarse basándose en hechos, no en desinformación”.
Entre tanto el congresista por el Alto Manhattan Adriano Espaillat dijo que cuando Nueva York se convirtió en el epicentro de la pandemia de COVID-19, “aprendimos el valor de confiar en la ciencia y en los funcionarios de salud pública para guiar nuestra recuperación desde las peores profundidades de la pandemia hasta nuestra recuperación y reconstrucción”.
El legislador de origen dominicano agregó que desde los primeros días de la pandemia, “las plataformas de las redes sociales se han utilizado para difundir información falsa, incorrecta o incompleta con una eficacia despiadada. Las comunidades minoritarias fueron las más afectadas por el virus y nuestras comunidades fueron inundadas con información engañosa que, sin duda, condujo a mayores tasas de infección, mayor incertidumbre y vacilación en la vacunación y, en última instancia, la trágica pérdida de vidas que podría haberse evitado”.
Y el nuevo congresista Ritchie Torres, también enfatizó que a medida que los casos de COVID-19 siguen aumentando en las comunidades con bajas tasas de vacunación, “todo el mundo debe hacer su parte para luchar contra la desinformación sobre las vacunas, incluyendo las plataformas de redes sociales donde la desinformación es desenfrenada. La desinformación y las teorías conspirativas sobre la vacuna COVID-19 deben ser detenidas en su camino para que los latinos puedan tener acceso a información precisa sobre la inyección”.
Vacunación entre hispanos:
- 15% solamente de los que se identifican como latinos han recibido al menos una dosis de la vacuna COVID-19.
- 60% de los blancos no hispanos, ha recibido una dosis.
- 67% de los latinos dijo en una encuesta que aún no se han vacunados por estar preocupados por la seguridad y la eficacia de las vacunas.
- 40% de los encuestados latinos dijeron que habían estado expuestos a material que les llevó a creer que las vacunas COVID-19 no son seguras ni eficaces.