Alzheimer: un nuevo estudio revela los beneficios del consumo de té verde en la prevención de la demencia

El té verde es oro líquido para potenciar la salud y prevenir enfermedades. Se cuenta con referencias científicas en las que se comprueba que su contenido en galato de polifenol epigalocatequina (EGCG) detiene la formación de placas de beta-amiloide, un factor distintivo de la enfermedad de Alzheimer y ciertos tipos de demencia

Matcha

Crédito: Imagen de Mirko Stödter en Pixabay | Pixabay

A estas alturas todos sabemos que el té verde es considerado la bebida más saludable del planeta. Está compuesto por muchos antioxidantes y nutrientes con grandes efectos sobre el cuerpo. No en vano se cuenta con diversas referencias científicas en las que se avalan sus propiedades para mejorar la función cerebral, disminuye el riesgo de padecer cáncer, potencia la salud digestiva e intestinal, fortalece al sistema inmunológico y es un gran aliado para quemar grasa. Entre muchos otros beneficios impresionantes, recientemente un estudio publicado en el Diario de Ciencia y Tecnología publicó nuevos hallazgos encabezados por científicos chinos quienes descubrieron que beber té verde puede ayudar a prevenir la enfermedad de Alzheimer. 

Como dato al margen es importante mencionar que en los últimos meses los casos de Alzheimer y demencia han tenido un incremento preocupante: actualmente cerca de 5,7 millones de personas en Estados Unidos viven con Alzheimer, considerado como la forma más común de demencia. Si bien es una de las enfermedades que más ha atormentado a científicos e investigadores en todo el mundo y ha sido catalogada como un enigma científico, cada vez son más las personas interesadas en disminuir el riesgo. No en vano cada día se cuenta con más referencias sobre las mejores recomendaciones dietéticas para proteger la salud del cerebro, de hecho recientemente expertos de Clínica Mayo avalaron los beneficios específicos de dos estilos de alimentación: dieta DASH (Enfoques dietéticos para detener la hipertensión) y la dieta mediterránea, reconocida por sus beneficios para la salud del corazón.

De tal modo que nuestros hábitos cotidianos, estilo de vida y tipo de alimentación, influyen directamente en el deterioro cerebral. Teniendo en cuenta el estado de salud de la población a nivel mundial que cada día envejece con menos gracia, debido al alto índice de enfermedades crónicas, una alimentación deficiente y poca actividad física. No es sorprendente decir que las enfermedades neurodegenerativas, incluido el mal de Alzheimer, están mostrando tasas de incidencia cada vez más elevadas y rápidas.

El estudio fue encabezado por científicos de la Universidad de Anhui y la Universidad de Ciencia y Tecnología de China y el hallazgo más relevante fue que la ingesta regular de té verde puede ayudar a reducir el daño sináptico, con ello tendrá la capacidad de mejorar el aprendizaje y la memoria. La investigación proporciona una base teórica para dar a conocer el mecanismo de prevención de la enfermedad de Alzheimer mediante el consumo de té y su aplicación posterior.

La enfermedad de Alzheimer es una afección neurodegenerativa progresiva caracterizada por una disminución de la memoria y el pensamiento, así como por problemas de comportamiento. Si bien, las causas precisas de la enfermedad de Alzheimer siguen sin estar claras, pero se cree que el beta-amiloide juega un papel clave y lo que sucede es que esta proteína puede agruparse, formando placas que interrumpen la comunicación entre las células nerviosas. Actualmente se estima que casi 50 millones de personas en todo el mundo viven con esta enfermedad y para 2050, se espera que este número aumente a 131,5 millones ¡Impresionante!

Se cuenta con otras referencias bastante relevantes entorno al consumo de té verde y sus beneficios en la prevención. Estudios recientes arrojan resultados positivos sobre cómo EGCG podría ayudar a prevenir la formación de la placa beta-amiloide, acercando a los científicos a estrategias de prevención muy necesarias para la enfermedad de Alzheimer. Diversos investigadores señalan que uno de los más grandes beneficios del té verde, es que el galato de polifenol epigalocatequina (EGCG) detiene la formación de placas de beta-amiloide, un factor distintivo de la enfermedad de Alzheimer.

Este otro estudio fue publicado en Journal of Neuroscience, en el cual los investigadores estudiaron los efectos de tratar ratones genéticamente alterados para desarrollar la enfermedad de Alzheimer con altas dosis del antioxidante del té verde. Después de varios meses de inyecciones diarias de EGCG, los resultados mostraron que las células nerviosas de los ratones tratados generaron hasta un 54% menos de proteína beta-amiloide que las células nerviosas de los ratones no tratados. De tal modo que los hallazgos sugieren que los componentes concentrados del té verde y sus poderosos antioxidantes, pueden disminuir la formación de placa beta-amiloide en el cerebro. Por lo tanto, se ha comprobado que la inclusión de EGCG en la alimentación diaria puede ser una medida eficaz para prevenir y tratar la enfermedad.

Si bien el consumo de té verde funciona como un magnífico aliado para disminuir el riesgo de demencia y Alzheimer, es importante incluir en la dieta abundantes alimentos naturales que brillen por su contenido en antioxidantes. Para obtener la dosis diaria que se requiere es importante consumirlos de manera cotidiana, por lo tanto es importante complementar con el consumo de: arándanos, bayas, tomates, brócoli, alcachofas, ajo, canela, chocolate negro, frijoles, manzanas, huevos y vegetales de hoja verde.

El té verde se relaciona con beneficios para mejorar la inteligencia y mantenernos mucho más ágiles mentalmente. Una de las razones principales es su contenido en un cafeína, que es considerado su ingrediente activo y le confiere un gran poder estimulante. Lo mejor de todo es que es una opción que no contienen tanta cafeína como el café, por lo tanto se puede consumir en mayores cantidades y aporta la cafeína suficiente para producir una respuesta sin causar el efecto nervioso asociado con demasiada cafeína. Lo que la cafeína produce en el cerebro es el bloqueo de un neurotransmisor inhibidor llamado adenosina. De esta forma, incrementa la activación de las neuronas y la concentración de los neurotransmisores como la dopamina y la noradrenalina.

De hecho se cuenta con diversas referencias científicas en las que se han comprobado los beneficios del consumo de cafeína para mejorar la función cerebral, entre los que se incluyen las mejoras en el humor, estado de ánimo, el tiempo de reacción y la memoria. Sin embargo, el té verde contiene más componentes que benefician el cerebro aparte de la cafeína. Llama la atención su contenido en un aminoácido llamado L-teanina, el cual puede atravesar la barrera hematoencefálica. Esta sustancia incrementa la actividad del neurotransmisor inhibidor GABA (ácido gamma-aminobutírico), el cual presenta efectos antioxidantes. También incrementa la dopamina y la producción de ondas en el cerebro. Los estudios han demostrado que la cafeína y la L-teanina pueden tener efectos sinérgicos. La combinación de los dos es bastante potente en la mejoría de la función cerebral.

Por último y no menos importante se ha demostrado que el té verde aporta energía mucho más estable, por lo que es seguro de consumir a lo largo del día. Además aumenta la productividad y el estado de ánimo, y se relaciona con una larga lista de bondades para la salud: mejora la salud digestiva e intestinal, potencia al sistema inmunológico, depura el hígado, tiene grandes propiedades calmantes y es un magnífico aliado para bajar de peso.

Te puede interesar:

En esta nota

Alzheimer
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain