Conmoción en NYC por novena muerte de un interno en Rikers Island por aparente falta de atención médica y emocional
Coaliciones denuncian que la pandemia colapsó los servicios médicos y de seguridad de las cárceles. Exigen un plan judicial de emergencia que libere a cientos de prisioneros
El deceso de Segundo Guallpa, de 58 años y quien aparentemente se quitó la vida el pasado lunes mientras pagaba prisión en Rikers Island, causó de inmediato una profunda conmoción en familiares de internos en las cárceles de Nueva York. Se trata de la novena muerte de un prisionero en lo que va de año, en medio de lo que organizaciones de Derechos Humanos califican como un agravamiento de las fallas en los servicios médicos y en la seguridad en la cárcel más grande y ‘superpoblada’ de la Gran Manzana.
Además, portavoces de grupos de defensa, vuelven a gritar a cuatro vientos que las situaciones de “crueldad y torturas”, no han tenido pausa, pese a los anuncios de reforma carcelaria de la Ciudad de Nueva York.
La guatemalteca Olga Delgado, de 60 años, sudó frío y sintió temblores en las piernas cuando tuvo noticias del fallecimiento de Segundo. No porque lo conociera. No porque fuese amiga de su familia. Sino porque comparte el drama de que su hijo, de 25 años, está en el mismo abismo del sistema penitenciario.
“A mi hijo lo acusaron injustamente de un homicidio y terminó en Rikers Island. Estuvo atado a una mesa por meses, con cadenas de los pies a la cintura. Ha sido maltratado. Inclusive dentro de la prisión fue atacado en el estómago por un perro doberman que tenían los custodios. Ellos lo vieron herido y no lo querían llevar al hospital. Y más bien, se burlaban”, contó la centroamericana quien hoy es activista de la organización ‘Freedom Agenda’.
Como Olga, decenas de líderes de coaliciones de defensa legal y familiares de internos, que han padecido situaciones de violencia, falta de atención médica y cuidados de salud emocional en centros de reclusión, tomaron este martes uno de los portones de acceso de la Alcaldía de la ciudad de Nueva York.
En la protesta exigieron a las autoridades, a fiscales, jueces y líderes electos, cambios estructurales y humanitarios en la cárceles del estado.
“La reciente muerte de Guallpa bajo la custodia del Departamento de Corrección de la Ciudad de Nueva York (DOC) es una tragedia. Ha sido al menos la novena persona en fallecer en Rikers este año. La población carcelaria crece a niveles no vistos, desde antes de la pandemia. Y las condiciones carcelarias crean una crisis inconcebible”, denunció Brandon Holmes, portavoz de ‘Freedom Agenda’.
En general, las muertes son atribuidas a suicidios en medio de la presión del confinamiento y falta de atención médica adecuada.
Tenía 11 días en prisión
Activistas de las organizaciones Brooklyn Defender Services, The Bronx Defenders, The Legal Aid Society, Neighborhood Defender Service of Harlem, New York County Defender Services y Queens Defenders, en conjunto, solicitan a fiscales y jueces que utilicen su discreción para reducir el número de encarcelados y al DOC a tratar con dignidad a quienes están bajo su custodia.
Se pudo conocer que Guallpa, de origen hispano, fue enviado a Rikers el pasado 19 de agosto después de ser arrestado y acusado de estrangulamiento en segundo grado en Queens. Estaba detenido con una fianza de $7,500.
Si bien su fallecimiento once días después de ser recluido está asociado con un presunto suicidio, la investigación del médico forense está pendiente.
Días antes, el 10 de agosto, Brandon Rodríguez, de 25 años, fue encontrado muerto en su celda por agentes penitenciarios, quien también había sido arrestado y acusado por un delito menor. Estaba detenido en esta misma cárcel, luego de que un juez le impusiera una fianza en efectivo de $3,000 que no había podido pagar.
De acuerdo con el balance de los líderes de estas organizaciones, las restricciones impuestas por el COVID-19, el aumento del número de prisioneros y el ausentismo masivo de los oficiales penitenciarios, personal médico y trabajadores en general, ha generado mucha presión y un problema humanitario en este 2021 en las cárceles.
“Hasta para tomar agua y comer tienen que suplicar. Es una pesadilla tener que esperar meses por un juicio, siendo muchas veces inocente”, dijo un activista.
La muerte de Guallpa es solo parte de una de las “más grandes crisis de salud” en las cárceles de la ciudad de Nueva York, reconoció a medios locales un proveedor de atención médica, que trabaja en Rikers y solicitó el anonimato.
Entre tanto, Vincent Schiraldi, comisionado del DOC, compartió en un comunicado que ha estado en conexión con los familiares del interno fallecido y elevó sus condolencias públicas.
“Esta es una terrible tragedia. Estamos brindando asistencia a nuestros colegas de las agencias policiales y de supervisión mientras llevamos a cabo una investigación completa”, acotó el funcionario.
“¡Tomen medidas ya!”
La fatalidad de un nuevo interno de Rikers Island coincide con la petición de coaliciones como la Campaña por una Alternativa para el Confinamiento Solitario (HALTsolitary) que exhorta al alcalde Bill de Blasio y al Concejo Municipal, aprobar una legislación que obligue a que todos los internos en las cárceles tengan acceso al menos a 14 horas de tiempo real fuera de la celda por día, en entornos grupales.
También varios grupos empujan un esquema que agilice la libertad condicional a mayores de 55 años y a procesados por delitos menores.
A estas solicitudes se unió también Melania Brown, hermana de la mujer transgénero de origen dominicano Layleen Polanco, quien murió en el 2019 en la prisión de Rikers Island en un régimen de aislamiento, tras sufrir ataques de epilepsia.
“Estamos devastados e indignados de que las cárceles de la ciudad de Nueva York hayan matado a otro neoyorquino. Estamos tan desconsolados por la aplastante pérdida de Segundo Guallpa. Esto forma parte de una explosión de muertes en las cárceles de la ciudad, luego de años y décadas de abuso y negligencia mortal”, subrayó emocionada Brown.
Esta demostración en el Bajo Manhattan fue respaldada por la senadora estatal Alessandra Biaggi quien en sus palabras indicó que existen demasiadas evidencias de que Nueva York está viviendo una crisis de Derechos Humanos en su sistema penitenciario.
“Desde el principio de la pandemia los internos no tuvieron la atención adecuada. Es momento de que los líderes electos busquemos los recursos para la seguridad de los centros penitenciarios. Debemos hallar soluciones de emergencia. ¡Es ya!” dijo la legisladora.
Las soluciones para activistas que además han vivido en carne propia la “agonía” de tener a un familiar tras las rejas, como la guatemalteca Olga Delgado, es que se acelere el cierre de Rikers Island.
“No es posible que muchachos que cometieron un error, por simplemente tener marihuana o saltarse los torniquetes del Subway terminen presos con criminales en el mismo sitio. Y recibiendo el mismo castigo. Esta es la capital del mundo. Debe haber una reforma que termine con este terror”, suplicó Olga.
¿Cómo va el plan de demolición de la cárcel de Rikers?
Según la visión que presentó el alcalde De Blasio en 2018 y aprobada por el Concejo Municipal, cuatro nuevas cárceles se levantarían cerca de los juzgados en Manhattan, Brooklyn, Queens y El Bronx a un costo de $8.7 mil millones, lo cual reduciría a la mitad la población carcelaria de la ciudad y terminaría con la demolición de la cárcel de Rikers Island en 2026. Algunas trabas extienden este proyecto para 2027.
En ese camino, un juez de la Corte Suprema del Estado ha descartado la construcción de una cárcel del Bajo Manhattan. Ese fallo, junto con otras dos demandas contra los complejos de El Bronx y Queens, además de los déficits presupuestarios relacionados con la pandemia, han generado un gran interrogante sobre la factibilidad de que este proyecto se concrete en seis años.
El mandatario municipal al ser interpelado por periodistas sobre el hacinamiento y la crueldad en las cárceles se ha opuesto por completo a esas observaciones y denuncias.
“No podría estar más en desacuerdo. El confinamiento solitario real y la segregación punitiva impactó a muchas generaciones de neoyorquinos, pero una serie de acciones con el apoyo de expertos y la Junta de Correcciones, están poniendo en marcha un modelo diferente, que podría ser un ejemplo penitenciario en todo el país”, ha indicado De Blasio.
Tras las rejas en NY:
- 5,847 reclusos hay actualmente en el penal de Rikers Island.
- 40% se ha reducido la población carcelaria en este centro en los últimos años de acuerdo con cifras del DOC.
- 9 presos han muerto en el penal en lo que va de 2021, más de la mitad de origen hispano.
- 52 centros de reclusión en el estado de Nueva York mantienen a 33,300 personas privadas de libertad.
- 23% de la población carcelaria de NY es de origen hispano de acuerdo con las tendencias de los últimos 5 años.
- 15% de los hispanos que pagan condenas en centros de corrección de NY son mayores de 55 años.