Paul McCartney confiesa que cultiva cáñamo en su granja
El músico cumple con toda la normativa gubernamental a la hora de cultivar cáñamo, pero tiene que hacerlo a escondidas, plantándolo entre sembrados de centeno y trigo, para que sus vecinos más jóvenes no lo roben
Hace dos décadas Paul McCartney comenzó a interesarse por los productos orgánicos y a plantearse la posibilidad de cultivarlos él mismo en su granja de Peasmarsh, en Inglaterra.
Aunque en un principio tuvo que lidiar con el rechazo de los agricultores locales, que estaban convencidos de que sus campos llevaban años muertos, a día de hoy demostró que no se equivocaba y que es posible establecer un modelo de cultivo sin pesticidas químicos.
Entre las plantas que crecen en su propiedad, se pueden encontrar varias de cáñamo, que es uno de sus últimos experimentos.
El cáñamo, que es legal para cultivar en el Reino Unido si se obtiene una licencia, es una planta que proviene de la misma especie que el cannabis. Pero a diferencia del cannabis, el cáñamo contiene niveles muy bajos de tetrahidrocannabinol.
Bajo esa ley, el famoso músico está cultivándolo junto a otros sembrados de centeno, guisantes y trigo, pero el mayor desafío al que se ha enfrentado hasta ahora no tiene nada que ver con la complicada normativa gubernamental, sino que los adolescentes locales no las roben.
“En realidad estamos empezando a cultivar cáñamo. Lo más curioso con las regulaciones del gobierno, es que tienes que mantenerlo en un lugar donde la gente no pueda verlo porque todos los jóvenes vienen y lo roban“, reveló al Daily Mirror.
Paul, que ha sido vegetariano durante décadas, hizo que su granja fuera orgánica hace 20 años y admite que obtiene una gran satisfacción al cultivar sus propios productos y cosechas.
“Es orgánico. Me volví orgánico hace más de 20 años. Cuando compré la granja por primera vez, había algunos campos donde mis muchachos decían: ‘No hay gusanos en estos campos. No hay vida’. Eso es porque básicamente todo lo que hizo fue poner pesticidas y luego un fertilizante. Pensé: ‘Está bien, eso es un desafío, vamos a volvernos orgánicos’”, comentó.
McCartney era un gran aficionado a fumar marihuana. La yerba se convirtió en su compañera de viaje hasta los 69 años. Fue a esa edad cuando el artista renunció a consumirla porque quería ser un buen ejemplo para sus nietos, ya que tuvo numerosos enfrentamientos con la ley sobre posesión de cannabis.
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