Té vs café: cuál es el más saludable
El mundo se divide en dos tipos de personas: los que aman el café y los que apuestan por el té. Numerosas referencias científicas avalan los beneficios de ambas bebidas para la salud, descubre cuál es la mejor alternativa para vivir más y prevenir enfermedades crónicas
Podríamos decir que las mañanas se dividen en dos tipos de personas: aquellos que aman iniciar el día con una taza de café o bien quienes aman el efecto relajante del té. Siempre existe una alternativa que nos emociona más, sin lugar a dudas los amantes del café apuestan por esta opción gracias a sus propiedades estimulantes, aroma y tueste atrevido. Mientras que una taza de té, ofrece sabores más ligeros y reconfortantes. Teniendo en cuenta que la actual tendencia nos invita a tomar las decisiones más saludables con respecto a la alimentación, cuando se trata de elegir la mejor opción de bebida matutina es muy probable que surja cierta curiosidad sobre estas dos clásicas y tradicionales bebidas.
A estas alturas todos sabemos sobre algunos de los beneficios medicinales que aportan el té y el café. No en vano, actualmente se cuenta con numerosos estudios científicos que avalan sus bondades. Sobre el té verde, sabemos que tiene efectos secundarios asombrosos: ayuda a bajar de peso, promueve la quema de grasa corporal, mejora el proceso digestivo y es un gran aliado relajante que nos ayuda a calmar el estrés y dormir mejor. Sobre el café, sabemos que en cantidades moderadas es un gran protector hepático, cardiovascular, un potente estimulante y también se relaciona con cualidades para bajar de peso. Sin embargo, la pregunta del millón sigue siendo ¿Cuál es la mejor alternativa para potenciar la salud? Sigue leyendo para descubrirlo.
Sobre los beneficios terapéuticos del té:
Probablemente una de las más grandes virtudes del té, es que se trata de una bebida que tiene una inmensa capacidad para estimular el metabolismo. De hecho es una de las alternativas más poderosas para acelerar el proceso metabólico y es por ello una bebida básica para el adelgazamiento. Se sabe que en gran parte la mayoría de sus bondades se relacionan con su contenido en antioxidantes llamados catequinas, que no solo ayudan activando el metabolismo; son un poderoso agente anticancerígeno.
El té es la infusión preparada con las hojas secas molidas o brotes del arbusto Camellia sinensis en agua caliente y está es la base que da origen a una larga lista de variedades de té. Su sabor es fresco, ligeramente amargo y astringente, lo cual hace que sea una bebida mucho más versátil y que en muchos casos se adecua mucho más fácil al gusto de las personas.
Otra de las grandes genialidades del té, es que potencia la salud del cerebro. De acuerdo con una revisión publicada en Phytomedicine el té verde es un maravilloso aliado para mejorar la memoria y disminuye el riesgo de padecer ciertos tipos de demencia como la enfermedad de Alzheimer. También, gracias a sus propiedades calmantes es una bebida repleta de virtudes para mejorar la salud mental, ayuda a reducir los síntomas de ansiedad y aumenta la potencia cognitiva. Esta revisión enfoca sus cualidades en la perfecta combinación de la cafeína en el té verde y su contenido en l-teanina, que es un aminoácido que se encuentra en ciertos tipos de tés.
El té es uno de los mejores aliados de la salud cardiovascular, de manera específica se ha demostrado que tiene la virtud de reducir el riesgo de muerte por enfermedad cardíaca. A lo cual debemos de sumar que se trata de una de las bebidas que más potencian la longevidad, por lo tanto crear el hábito de beber té verde es una valiosa medida para vivir mejor y por más tiempo. Según un informe publicado en European Journal of Preventative Cardiology, que analizó a más de 100,000 adultos chinos y el cual se enfocó en registrar enfermedades cardiovasculares, muertes relacionadas con la salud cardiovascular y muertes por todas las causas después de aproximadamente 7 años. Encontraron que los bebedores habituales de té (sobre todo verde) presentaban un menor riesgo de enfermedad cardiovascular, así como un riesgo reducido de mortalidad por todas las causas.
Sobre los beneficios terapéuticos del café:
Al igual que el té, también se ha demostrado que el café reduce el riesgo de mortalidad por múltiples causas. De hecho en los últimos meses han salido a la luz numerosos estudios que avalan los beneficios del café para la salud, uno de los más relevantes fue una publicación de la revista Circulation sobre las formas en que el café puede beneficiar la salud y los hallazgos fueron fascinantes. De acuerdo con los investigadores, el café no solo reduce el riesgo de mortalidad, sino que se asocia específicamente con la reducción del riesgo de muerte relacionada con enfermedades cardiovasculares, muerte relacionada con la diabetes e incluso con la reducción del riesgo de enfermedad de Parkinson.
Lo que resulta más interesante al realizar comparaciones sobre los beneficios del té y el café, es que parece ser que ambos tienen efectos muy positivos sobre la salud del cerebro. De hecho, se cuenta con numerosas referencias científicas que avalan sus cualidades para reducir significativamente el riesgo de padecer Alzheimer. Un estudio publicado The Journal of Neurosurgery, Neurology, and Neurosciences, encontró que el consumo de café en realidad se asocia con un menor riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer.
También en los últimos meses mucho se ha hablado sobre los beneficios del café en la pérdida de peso. De manera más específica sobre sus beneficios para quemar grasa, así lo sugiere un estudio encabezado por la prestigiosa Escuela de Salud Pública de Harvard. El trabajo de investigación contó con la participación de más de 100 adultos con sobrepeso con duración de 24 semanas y encontró que aquellos que bebían cuatro tazas de café a diario presentaron una reducción de grasa corporal de alrededor del 4%.
Por último y no menos importante vale la pena mencionar que el café, es considerado un potente protector hepático. De hecho un reciente estudio publicado por BMC Public Health, encontró hallazgos sorprendentes al respecto: los bebedores de café tienen un 21% menos de probabilidades de desarrollar una enfermedad hepática crónica, un 20% menos de probabilidades de desarrollar hígado graso y un 49% menos de probabilidades de morir por enfermedad hepática crónica, que los no bebedores de café.
¿Cuál es el veredicto final?
Si bien ya exploramos los aspectos positivos más destacables sobre ambas bebidas, la pregunta sigue al aire. Teniendo en cuenta que ambas bebidas son ricas en antioxidantes y que se cuenta con referencias científicas que avalan sus beneficios terapéuticos, sin lugar a dudas se trata de una decisión difícil.
Aunque sus efectos positivos son similares y de hecho coinciden, de acuerdo con los expertos, el café tiene un par de posibles riesgos negativos a los que prestar atención. Por un lado, demasiada cafeína que se ha asociado con un aumento de los síntomas de ansiedad y, aunque ciertos tés de manera natural contienen tienen algo de cafeína, el café tiene mucha más.
Otra cosa a considerar al tomar café es lo fácil que es cargar calorías de azúcar y grasa con cada taza. Para algunos, beber café significa llenarlo con crema y endulzantes, lo que puede contrarrestar algunos de sus beneficios para la salud. De tal modo que puede ser un elemento que fomente un mayor consumo de azúcar y con ello se incrementa el riesgo de padecer enfermedades crónicas como la diabetes, obesidad, hipertensión, depresión y otras afecciones cardiovasculares.
A modo de conclusión podemos decir que hablando de sus cualidades generales, la realidad es que el café es tan saludable como el té. Siempre y cuando se vigile la cantidad de consumo y sobre todo las formas, para obtener sus inmensas cualidades es importante apostar por el café negro, orgánico, sin azúcar ni lácteos.
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