El consumo de pescados grasos y vegetales de hoja verde, es básico para controlar la hipertensión y el colesterol alto
Seguir un estilo de vida saludable y una alimentación, es la mejor manera de proteger la salud cardiovascular y prevenir enfermedades. Una de las más poderosas herramientas es integrar el consumo de alimentos ricos en omega-3 sobre todo de pescados grasos y también abundantes vegetales de hoja verde, los cuales brillan por sus propiedades cardioprotectoras
Es bien sabido que el estilo de vida y la calidad de la dieta juegan un papel fundamental en la salud, sobre todo en todo lo relacionado con el sistema cardiovascular y el buen funcionamiento del corazón. Recientemente, los expertos han comprobado que agregar determinados alimentos en la dieta puede ayudar a reducir la presión arterial y el colesterol alto. De hecho, es bien sabido que ambas condiciones están estrechamente relacionadas. De acuerdo con la ciencia los dos alimentos que simplemente no pueden faltar en una dieta enfocada en proteger la salud cardíaca son: los pescados grasos y los vegetales de hoja verde.
Lo que sucede con el colesterol alto es que causa hipertensión, ya que obstruye las arterias, endureciéndolas y estrechándolas. Esto, a su vez, hace que el corazón trabaje duro para hacer circular la sangre. El resultado son niveles de presión cardíaca anormalmente altos, y con ello se aumenta el riesgo de ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares, entre otros problemas de salud.
Recientemente la reconocida nutricionista Rosie Millen, experta en salud, bienestar y estrés, recomendó los mejores alimentos para reducir el colesterol y la presión arterial. Y los dos básicos para proteger la salud cardíaca fueron los pescados grasos y los vegetales de hoja verde, que no solo brillan por su densidad en nutrientes, aportan específicos beneficios para el sistema cardiovascular.
De manera específica su recomendación se basa en la creciente evidencia, en la cual diversos estudios sugieren que los ácidos grasos Omega 3 ayudan a reducir la presión arterial y los niveles de colesterol. De manera general, sabemos que los ácidos grasos omega-3 los obtiene el cuerpo a través de la alimentación y son fundamentales para promover varios beneficios para la salud. Entre las principales recomendaciones se encuentra el consumo de pescados azules, como sucede con el salmón, las sardinas, las anchoas, la trucha, el atún, la caballa y el pez espada. Son una extraordinaria opción de proteínas de alto valor biológico con grandes beneficios para incrementar la saciedad, además de ser bajos en calorías, versátiles y muy ligeros.
El omega 3 puede reducir los triglicéridos en la sangre, cuando estos se encuentran en niveles altos en el organismo aumentan el riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular. Además de obtenerlos de la amplia gama de pescados grasos y mariscos, se encuentran en magníficos productos de origen vegetal y que son una adición de lo más saludable en la dieta, como es el caso de las nueces, semillas, aguacate y aceites de plantas.
Otro de los elementos que no deben de faltar, son las abundantes y generosas verduras de hoja verde. De tal modo que agregar opciones como la espinaca, col rizada, acelgas, berza, berros, lechugas, endivias y rúcula, serán el mejor aliado para llenar de nutrientes y colores la dieta. Entre sus grandes bondades se destacan por ser vegetales con un extraordinario contenido en magnesio, un mineral esencial para dilatar los vasos sanguíneos y mejorar el transporte de nutrientes. También se recomienda buscar otras fuentes de alimentos que brillen por su contenido en magnesio, entre las que se destacan productos de soja como el tofu, aguacates, nueces, y chocolate amargo.
Complementariamente, se ha comprobado que los alimentos ricos en potasio juegan un papel fundamental en las medidas dietéticas de prevención. El potasio es uno de los nutrientes más importantes en la dieta y se asocia con importantes funciones, entre las que se destaca el buen funcionamiento de los nervios y músculos. Permite que los nutrientes de las células fluyan y ayuda a expulsar los desechos de las mismas y una de sus labores más importantes es que contrarresta o reduce los efectos de la sal. Es por ello que es considerado uno de los nutrientes fundamentales para prevenir la presión arterial alta, un factor de riesgo importante de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
Sobre la presión arterial y el colesterol:
La presión arterial alta se produce cuando el corazón trabaja demasiado para bombear sangre por todo el cuerpo. Se mide con dos números, presión sistólica y presión diastólica. Por lo tanto, cuando la lectura de la presión arterial sea de 140/90 mmHg o más, se diagnostica como hipertensión. Por su parte, el colesterol es una sustancia grasa en la sangre, cuando se encuentra en desequilibrio se relaciona con condiciones como el sobrepeso, un alto consumo de alimentos ricos en grasas saturadas, el estrés y la vida sedentaria.
En los últimos meses han salido a la luz numerosas tendencias nutricionales enfocadas en la prevención y el control de la hipertensión y el colesterol alto, sin embargo uno de los esquemas más recomendados y sostenibles a largo plazo es seguir una dieta mediterránea. Es una de las mejores tendencias para proteger la salud cardiovascular, además promueve un estilo de vida saludable y equilibrado que se relaciona con la pérdida de peso, el buen funcionamiento cerebral y en general promueve la salud física, mental y emocional.
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