La fe de Ricardo Gareca obra la enésima resurrección de Perú en su camino al Mundial Qatar 2022
Nunca den por muerto al Perú de Ricardo Gareca. Con fe, paciencia y trabajo incansable, "El Tigre" volvió a revivir a La Blanquirroja, que pelea como nunca por un boleto para el Mundial Qatar 2022
Ricardo Gareca lo ha vuelto a hacer, el mesías futbolístico de Perú ha obrado una nueva resurrección de su selección, la enésima en los seis años que lleva a cargo de la Blanquirroja, a la que muchos daban por defenestrada hace unos meses salvo él, que siempre mantuvo la fe en sus hombres.
Pese a que el nuevo milagro de volver al Mundial aún está lejos de concretarse, el combinado peruano está ahora muy vivo de la mano siempre serena pero firme de Gareca, que lo ha metido de lleno en la pelea gracias a los seis puntos obtenidos frente a Bolivia (3-0) y Venezuela (1-2).
Esos dos triunfos, los primeros consecutivos de Perú en toda la eliminatoria, han hecho que acabe el año en la quinta plaza que da acceso a la repesca, a falta de cuatro jornadas para culminar la competición.
Esta situación era casi inimaginable hace justo un año, cuando Perú acabó el 2020 como colista de las eliminatorias con solo un punto obtenido en las primeras cuatro jornadas. En 2021 la selección peruana ha sido el tercer equipo que más puntos ha sacado, un total de 16 en diez partidos, solo por detrás de Brasil (23) y Argentina (19).
Esta resurrección es casi idéntica a la protagonizada por Perú en las anteriores eliminatorias, donde tras un pobre inicio logró meterse en la lucha para las últimas fechas y alcanzó el éxito con una historia clasificación mundialista, la primera en 36 años.
El fenómeno se volvió a dar en la Copa América de 2019 donde, luego de caer goleado por 5-0 ante Brasil, Gareca supo levantar la moral de su equipo para rehacerse de inmediato y alcanzar la final del torneo, la primera para Perú en 44 años, que perdió precisamente frente a la Canarinha.
La misma historia se repitió este mismo año en la última Copa América, donde la selección peruana debutó con una nueva goleada por 4-0 infligida por Brasil y alcanzó a ser cuarta del torneo tras volverse a cruzar nuevamente con el combinado brasileño en semifinales.
Cuestión de fe
“A la gente le transmito que mantenga la fe y que crea en nosotros (…), porque es un grupo con mucho convencimiento y porque se necesita en estos momentos tan difíciles, en estos momentos en los que se empiezan a ir definiendo cosas“, sostuvo Gareca tras el encuentro con Venezuela.
No perder la fe es un mantra que ha repetido una y otra vez el técnico argentino en estas eliminatorias: “Siempre fui de la idea de que, mientras los números den, hay que pelearla y tener fe y confianza. Nunca damos nada por terminado. Esa ha sido mi mentalidad siempre como técnico”, decía en otro momento.
“Tenemos experiencia en situaciones límite. Lo que para otros puede ser una duda, para nosotros es una fortaleza”, remataba. Y lo más importante para Gareca era meterse en el pelotón para pelear la recta final con un equipo que va de menos a más: “Creo mucho en el final en base a la experiencia que tengo. Cuando me tocó ganar campeonatos o lograr objetivos, los he ganado por un sprint final“.
Christian Cueva: del cielo al infierno
Entre esos futbolistas que gozan de la confianza ciega del ‘Tigre’ Gareca hay uno con nombre propio: Christian Cueva, el jugador que más partidos de la selección ha jugado con el técnico argentino.
Cueva personifica ese espíritu indomable y resiliente que el argentino ha insuflado a los jugadores peruanos, destacado como el máximo goleador de Perú en estas eliminatorias con cinco tantos, el 33 % del registro goleador de todo el equipo.
Ningún jugador peruano ha transitado tanto entre el cielo de la euforia y el infierno de la crítica y los insultos como Cueva, capaz de ser endiosado a ser demonizado a la velocidad del rayo, y viceversa.
El centrocampista tuvo que soportar un tsunami de improperios por haber perdido el balón que desencadenó la derrota frente a Bolivia (1-0) en La Paz, y solo un mes después mandó literalmente a callar a la tribuna peruana con un gol precisamente ante Bolivia (3-0) en Lima y con el decisivo tanto frente a Venezuela, de tiro libre.
De esa clase de resurrecciones personales sabe muy bien Cueva, que ya pasó por algo similar al fallar un penalti ante Dinamarca en el Mundial de Rusia 2018 y, tras ser vilipendiado incluso públicamente, tuvo un bajón en su rendimiento pero luego se recuperó para volver a ser una pieza clave dentro de la selección.
La magia de Cueva volverá a ser fundamental cuando a Perú le toque medirse en enero a Colombia y Ecuador, después de que Gareca haya conseguido insertar y armonizar en el ataque peruano a jugadores como Gianluca Lapadula y Sergio Peña, ante las reiteradas ausencias de Paolo Guerrero y Edison Flores.