Claves sobre la sentencia de Emma Coronel, esposa de “El Chapo”
El 23 de noviembre era la fecha límite para que los abogados de Emma Coronel, esposa de Joaquín "El Chapo" Guzmán, respondieran a la sentencia propuesta por el fiscal Antony Nardozzi, pero no lo hicieron; se espera que el juez Rudolph Contreras siga la petición de cuatro años de cárcel y cinco años bajo supervisión
El 23 de enero del 2019, Emma Coronel, esposa de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, fue involucrada directamente en la fuga de su esposo de la prisión del Altiplano, en México. La revelación fue en boca de Dámaso López Núñez, alias “El Licenciado”, padrino de sus gemelas. Desde entonces, la exreina de belleza se convirtió públicamente en un foco rojo para las autoridades estadounidenses.
Coronel había sido parte del juicio a su esposo en Nueva York, como una pieza que parecía intentar reducir la presión sobre la infamia que pesaba contra “El Chapo”. La mujer de 32 años pronto pasó de ser “la esposa” de Guzmán Loera a ser una de sus posibles cómplices.
Aquel día de invierno, Coronel escuchaba a su compadre desde la misma banca en la que se sentó durante todo el juicio, pegada a la pared, con el brazo recargado en el descanso de madera, tocándose el cabello perfectamente alaciado, revisando sus manos de cuando en cuando, como si estuviera hastiada de estar ahí. Su rostro de “jugadora de póker” no cambio cuando López Núñez confesó que ayudó a planear la huida de su compadre “El Chapo”, recibiendo instrucciones de su comadre. Todo quedó sentado en las cartas que el experto John Paul Osborn confirmó que fueron escritas por Guzmán Loera.
La revelación
López Núñez, uno de los 14 cooperantes que lograron acuerdos con fiscales para testificar contra Guzmán Loera, contó que recibió tres cartas de “El Chapo”, quien se las envió a través de su entonces abogado, Óscar Manuel Gómez, donde hacía varias peticiones, entre ellas atender reuniones que convocaría Coronel. “Ella le va a explicar”, decía la misiva, que también hacía referencia a “la mamá de las gemelas”.
En 2014, Coronel buscó a “El Licenciado”, también conocido como “El Lic”, para darle las instrucciones de su esposo. Luego hubo otros encuentros donde estuvieron los hijos del líder del Cártel de Sinaloa, “Los Chapitos”, quienes se encargaron de comprar un terreno cerca de la prisión de alta seguridad, para que se cavara un túnel hacia la cárcel dirigida por Valentín Cárdenas.
Ese plan funcionó. Guzmán Loera escapó en 2015 a través del famoso túnel, pero fue detenido en 2016. Entonces, López Núñez contó en la corte que Coronel volvió a ser parte de un plan para un nuevo escape. “El Lic” dijo que estaba dispuesto a cooperar, pero dejó claro que no tenía dinero. “El Chapo” envió $100,000 dólares para comenzar con un plan, ya que el líder del Cártel de Sinaloa fue enviado al penal del Altiplano nuevamente, pero luego fue trasladado a una cárcel en Ciudad Juárez, Chihuaha. Para devolverlo a la primera prisión se pagaron $2 millones de dólares al entonces director de penales de México. Ese plan no funcionó, pero dejó involucrada a Coronel nuevamente.
En abril de ese año, en espera de la sentencia de Guzmán Loera, autoridades confirmaron a The New York Post que Coronel era investigada.
“Está siendo investigada por conspiración en este país… La están indagando por su papel en la fuga de El Chapo”, se indicó.
La entrega-arresto
En medio de planes de crear su propia empresa de productos de moda con el sello de “El Chapo” y de participar en un reality show sobre mujeres involucradas con narcotraficantes, Coronel era investigada por fiscales estadounidenses. Después de dos años, la esposa de Guzmán Loera se entregó el 22 de febrero en el Aeropuerto Internacional Dulles.
En la acusación se mencionaba que había participado en la conspiración para ayudar a escapar a su esposo de prisión, pero las acusaciones principales eran sobre ayudar al tráfico de drogas.
“Según documentos judiciales, Aispuro está acusada de participar en una conspiración para distribuir cocaína, metanfetamina, heroína y marihuana para su importación a los Estados Unidos”, acusó el Departamento de Justicia.
Este periodista había confirmado con abogados de Coronel que ella estaba en la mira de las autoridades estadounidenses, por lo que se mantenían atentos para intentar evitar un problema legal serio. Días después de la entrega-detención, el abogado Jeffrey Litchman reveló que había un proceso de negociaciones.
También la abogada Mariel Colón detalló a este periodista las opciones que había para su clienta, pero no quiso precisar sobre el acuerdo de entregarse apenas bajara del avión en Dulles. La pregunta ocurrió tras destacar el cabello con alaciado impecable y el rostro perfectamente maquillado de Coronel en la fotografía de la prisión de Alexandria.
Acusaciones y castigo
El 10 de junio pasado, Coronel se declaró culpable. Es perseguida porque entre 2007 y 2017 ayudó –intencionalmente y con conocimiento de causa– al Cártel de Sinaloa, liderado por su esposo Guzmán Loera, a conspirar para el tráfico de heroína, cocaína y marihuana a los EE.UU.
La segunda acusación señala que entre 2007 y 2019 “conspiró y acordó con otros” para realizar transacciones financieras con fondos involucrados “en actividades ilegales”, incluida la distribución de sustancias controladas. El señalamiento se marcó como “conspiración por lavado de dinero”. Los años finales coinciden con el periodo del juicio a “El Chapo” y cuando ella planeaba una empresa de moda.
El tercer cargo apunta que entre 2007 y 2019, Coronel –“una ciudadana de los Estados Unidos”– habría establecido acuerdos para transacciones en propiedad de un extranjero, en este caso, su esposo Guzmán Loera.
Las acusaciones contra Coronel no hacen referencia directa a su participación para que “El Chapo” escapara de prisión, pero ese contexto aparece una y otra vez en los documentos judiciales, como una manera de recordar que ella habría colaborado para que el Cártel continuara sus acciones.
La abogada Colón adelantó en entrevista a mediados de marzo de 2021 que su clienta evaluaba seriamente el acuerdo de culpabilidad, lo que la llevaría a prisión por determinado tiempo. La jueza Robin Meriweather –la primera en tomar el caso– recordó a la mexico-americana que podría alcanzar entre 10 años y cadena perpetua de prisión en caso de ser hallada culpable. Sus abogados tenían sobre la mesa tres opciones del fiscal Anthony Nardozzi, el mismo que llevó el caso de Lucero Guadalupe Sánchez López, examante de “El Chapo”.
“(En este tipo de acuerdo) la persona tendría que asumir su responsabilidad y tiene que demostrar arrepentimiento, y eso conlleva algunos beneficios”, adelantó la abogada Colón.
Ese acuerdo incluiría la colaboración para entregar información sustancial para otros casos. La persecución de los líderes del Cártel de Sinaloa está en varios tribunales, incluido el caso de Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública mexicano. El Departamento de Justicia, además tiene en la mira a los hijos de Guzmán Loera, conocidos como “Los Chapitos”, y al otro líder de la organización criminal, Ismael “El Mayo” Zambada por quien recientemente se incrementó la recompensa a $15 millones de dólares.
El 18 de noviembre, la fecha límite para que los fiscales solicitaran la sentencia, el fiscal Nardozzi hizo una oferta que parece irrefutable: 48 meses de prisión, es decir, cuatro años, más cinco años bajo supervisión, así como el decomiso de $1.5 millones de dólares. Al periodo de encierro se restarían los nueve meses en cárcel, como ocurre en estos casos.
El 23 de noviembre, la defensa tenía como fecha límite para presentar una contraoferta de sentencia. Ningún documento fue enviado.
El juez Rudolph Contreras, quien es responsable del caso en la Corte de Distrito de Washington, D.C., dará la sentencia este martes 30 de noviembre.