¿Por qué Meghan Markle podría testificar en el juicio contra el príncipe Andrés?

Ahora que Meghan Markle por fin había conseguido cerrar una batalla legal, la que libraba con varios tabloides británicos por haber publicado una carta privada que ella le envió a su padre, podría verse involucrada en otra, aunque sea indirectamente, en el marco de la demanda que una mujer llamada Virginia Giuffre ha interpuesto contra el príncipe Andrés por abusos sexuales.

El abogado de la supuesta víctima sostiene que la esposa del príncipe Harry podría ser uno de los testigos llamados a declarar en el juicio porque ella, a diferencia de otros miembros de la monarquía británica, sí está sujeta a la jurisdicción estadounidense como ciudadana del país.

“Está en Estados Unidos, o sea que tenemos jurisdicción sobre ella. Es alguien con quien podemos contar para decir la verdad”, dijo el representante legal de Giuffre, David Boies, a The Daily Beast.

También ha señalado que Markle podría haber estado en condiciones de obtener información sobre el comportamiento del tío de su esposo o de haber escuchado a otras personas mencionar algo al respecto, y cuenta con que ella diga la verdad al respecto si finalmente acaba subiendo al estrado.

“Es alguien que obviamente, al menos por un tiempo, fue cercana al príncipe Andrés y en consecuencia está en posición de quizá haber visto lo que hizo, y tal vez, si no lo vio, escuchó a las personas hablar sobre ello. Debido a su pasada relación con él, ella podría bien tener conocimiento relevante, y sin duda sabrá algo”, sostuvo el abogado.

El príncipe Andrés vive completamente retirado de la vida pública desde que se le relacionó con el empresario Jeffrey Epstein, que se suicidó en prisión mientras esperaba a ser juzgado por tráfico sexual, aunque él siempre ha mantenido que no estaba al corriente de las actividades de su amigo a pesar de que voló en su jet privado y se alojó en una de sus residencias.

La controversia azota a la realeza inglesa como nunca antes, pues el delito del que se hace responsable al príncipe Andrés, es por abuso sexual contra Virginia cuando ella tenía 17 años.

La presunta víctima de, hoy, 38 años, entabló la demanda asegurando que la obligaron a tener relaciones sexuales con Andrés en tres oportunidades en 2001: mientras viajaban en Londres, Nueva York y la isla de Jeffrey.

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