Cómo se inventó la salsa Maggi
La salsa Maggi es uno de los condimentos más populares de todos los tiempos, es un potenciador de sabor de los alimentos del cual sus usos han trascendido culturas, platos y cocinas gracias a su único sabor. Actualmente, existen un total de nueve formulaciones diferentes que difieren entre países y regiones, según las preferencias y la cocina locales
Todos conocemos la salsa Maggi y la hemos utilizado en algún momento en la cocina. Se trata de uno de los condimentos más populares de todos los tiempos, es un potenciador del sabor de los alimentos que está disponible en forma de cubos, polvo granulado o en su versión más famosa que es un líquido fino concentrado de un característico color marrón oscuro. Lo cierto es que aunque se trata de uno de los productos más populares de todos los tiempos, poco sabemos sobre su invención, ingredientes y otros peculiares detalles. Lo primero que tenemos que decir es que la icónica salsa Maggi fue inventada en Suiza a fines del siglo XIX, se trata de un ingrediente con usos que han trascendido culturas, platos y cocinas, gracias a su sabor a salsa de soja rico en unami.
Hechos rápidos sobre la salsa Maggi:
– Componente principal: proteína de trigo
– Variedades: salsa, polvo y formas en cubos
– Lugar de origen: Suiza
– Sustitutos: salsa de soja, tamari
Un poco sobre la historia de la salsa Maggi:
Julius Maggi, un molinero de Suiza, creó y comercializó las primeras sopas instantáneas de guisantes y frijoles a fines del siglo XIX para satisfacer la necesidad de alimentos nutritivos a base de vegetales para la clase trabajadora. Su primera fábrica, en Singen, Alemania, se estableció en 1887 y desde sus inicios el famoso condimento fue llamado por los alemanas: Maggi Würze; la palabra wurze significa especia o condimento.
Resulta que en el año de 1886, la compañía Maggi presentó un novedoso condimento líquido: una salsa color oscuro a base de proteínas vegetales. Y la cual se elaboraba con proteínas vegetales hidrolizadas, ya que tienen un alto contenido de ácido glutámico (del cual se deriva el MSG), que se sabe que mejora el sabor de los alimentos salados gracias a su perfil de sabor rico y carnoso. Lo que la compañía no esperaba es que dicho producto tuviera tal éxito, desarrolló seguidores por muchas razones, sin embargo la principal es completamente práctica: era un sustituto económico de un extracto de carne, ideal para integrar en todo tipo de preparaciones (sobre todo caldos).
Lo demás es historia ya que rápidamente la salsa Maggi, se volvió un básico para condimentar en todos los hogares, primero en Europa; después en otros lugares del mundo. Maggi es un producto que se utiliza en todo el mundo, por ejemplo: en África y Oriente Medio, se utiliza principalmente en forma de cubo. Actualmente, existen un total de nueve formulaciones diferentes que difieren entre países y regiones, según las preferencias y la cocina locales. La versión suiza es el sabor original, pero algunos consumidores recurrentes argumentan que la versión francesa es mejor.
Otro mercado en el que es ampliamente utilizada la salsa Maggi, es en México que suelen llamarla “jugo Maggi” y suele venderse en tres presentaciones: suave, picante y hay una popular versión sabor a lima. También, se sabe que en Filipinas, tiene un sabor mucho más pronunciado a ajo. Mientras que la versión polaca, es de color más claro y sabor un poco más amargo que la versión original. Sin embargo, más allá de la botella, Maggi viene en tabletas de caldo de pollo y carne, mezclas para sopas, salsas de chile picante y caldo granulado.
Muchas personas han llegado a comparar la salsa Maggi con la salsa de soja. Si bien se trata de productos que se elaboran de manera similar, existen diferencias a considerar: ambos productos son ricos en umami, sin embargo la salsa Maggi está hecha de proteína de trigo hidrolizada y no es salsa de soja. Su sabor es más profundo y complejo que el de la salsa de soja. Lo cierto es que son buenos sustitutos, un buen tip si no cuentas con salsa Maggi a la mano, es sustituir partes iguales de salsa de soja y salsa Worcestershire.
Sobre los usos de la salsa Maggi:
Sin lugar a dudas, la salsa Maggi es un producto de gran alcance global. Sin embargo, muchos estadounidenses no están del todo familiarizados con esta popular salsa-condimento. Lo cierto, es que una vez que la integres en la cocina nada volverá a ser igual y es probable que inspire gran creatividad culinaria, ya que sus usos son de lo más versátiles y sencillos. Las personas comúnmente agregan una o dos gotas de la salsa a las sopas, salsas y guisos, la razón principal es que agrega una profundidad sabrosa a cualquier cosa con la que se combine: huevos revueltos, salsas de carne, sopas, guisos e incluso bebidas mixtas. Otro gran tip, es integrarla en marinaciones de carne; hace que los productos cárnicos sepan más carnosos, jugosos y potencia sus sabores naturales.
Un buen consejo para aquellos que desean iniciar en el mundo de la salsa Maggi, es iniciar incorporándola en los platos con moderación (tal cual como lo harías con la salsa soja). Además, es importante mencionar que la salsa Maggi se basa en proteína de trigo (lo que significa que no está libre de gluten); tiene un alto contenido de sodio y es un poco un gusto adquirido. Así que ya lo sabes, si te interesa innovar en la cocina y agregar un toque diferente en prácticamente todas tus preparaciones: la salsa Maggi, puede ser un gran aliado para potenciar el sabor numerosos platillos.
Sobre su sabor (para aquellos que no la han probado), es un producto que huele y sabe a apio, perejil e hinojo. Si bien no está del todo claro, si el apio es uno de los ingredientes protagónicos de la receta “secreta”, se sabe que los alemanes parecen pensar que sí. De hecho, no en vano, desde que se inventó la salsa, los alemanes la llaman coloquialmente maggikraut de apio y los holandeses la llaman maggiplant.
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