Alcalde cataloga como “héroes de NYC” a los dos policías hispanos muertos tras balacera en Harlem
Ambos oficiales no solo coincidían en sus sueños de proteger a los neoyorquinos, sino también en su origen latino
Este martes, luego de tres días luchando por su vida, el segundo oficial del Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York (NYPD), Wilbert Mora, murió tras haber sido baleado en un apartamento en Harlem cuando atendía una denuncia por violencia doméstica.
Mora, de 27 años, fue el otro efectivo enfrentado a tiros junto a su compañero de origen dominicano Jason Rivera, el pasado viernes durante los fatídicos minutos que acudieron a un llamado de emergencia al 911, de una madre que reportó conductas agresivas de su hijo.
La visita domiciliaria para atender un caso de violencia doméstica terminó en una tragedia. Cuando los jóvenes uniformados entraron a la propiedad, el acusado Lashawn McNeil, los recibió con una emboscada de tiros desde una habitación trasera.
“Wilbert es tres veces un héroe. Por elegir una vida de servicio. Por sacrificar su vida para proteger a los demás. Por dar vida aun en la muerte a través de la donación de órganos. Nuestras cabezas están inclinadas y nuestros corazones están apesadumbrados”, dijo en la red social twitter, Keechant Sewell, comisionada de NYPD.
Este oficial, quien había prestado servicio a NYPD desde 2018, se encontraba en estado grave luego de haber resistido el impacto de bala en su cabeza. El pasado domingo había sido transferido al Centro Médico NYU Langone en Kips Bay, en donde falleció.
Ambos policías no solo coincidían en sus sueños de proteger a los neoyorquinos, sino también en su origen hispano. Además, se encuentran entre los cinco oficiales que han sido blanco de detonaciones en este mes de enero.
Elevados a “héroes de NYC”
El alcalde Eric Adams, quien declaró esta semana una “guerra” en varios frentes contra la violencia armada en la Gran Manzana, calificó como “héroe” al oficial fallecido.
“Sirvió a su ciudad, protegió a su comunidad y dio su vida por nuestra seguridad. Nuestras ciudad está de nuevo de luto y nuestros corazones destrozados”, dijo el mandatario municipal.
Exactamente en lo que va del 2022 los disparos en las calles de la ciudad de Nueva York han cegado la vida de 20 personas.
“El oficial Mora y su compañero Jason Rivera, mostraron coraje frente al peligro inminente para proteger a los neoyorquinos”, reaccionó la fiscal general de Nueva York Letitia James, en un comunicado.
La Fiscal neoyorquina, en medio de la conmoción causada por el deceso de los dos funcionarios policiales, no dudó en asegurar que “serán recordados por siempre por dedicar sus vidas a hacer de Nueva York un lugar más seguro y fuerte”.
En apenas 24 días de enero ya se cuentan cuentan 7,230 crímenes denominados como “serios”, lo que representa un aumento del 38.74% con respecto al 2021, derivados de las estadísticas oficiales.
Entre la serie de comunicados divulgados tras conocerse este nuevo deceso en las filas policiales, el presidente de la Asociación de Benevolencia de la Policía (PBA) Patrick Lynch, hizo un llamado a fijar posición entre “entre el bien y el mal en esta ciudad”.
“El oficial de policía Mora nos mostró lo que significa llevar a cabo nuestra misión con coraje, habilidad y humanidad. Su sacrificio nos guiará a medida que continuamos esta misión, pero no podemos tener éxito solos. Le pedimos una vez más a la comunidad que nos acompañen a apoyar a nuestros héroes“, dijo el líder sindical.
La fatal noticia fue demoledora para círculos cercanos a Mora, quien había estudiado en la Escuela de Justicia Criminal John Jay College of Criminal Justice.
Tal es el caso de su profesor de música Gregory Sheppard quien fue entrevistado por la cadena ABC: “Un día le pregunté ¿por qué quieres ser oficial de policía? Él solo dijo: ‘Profesor, realmente quiero ayudar a la gente”.
Al cierre de esta edición, no se conocían reacciones de familiares del agente policial fallecido en el enfrentamiento en Harlem.
Vecinos en el Alto Manhattan: “Era un muchacho ejemplar”
Cuando trascendió la muerte de Mora, todavía se preparaban los honores fúnebres del joven dominicano Jason Rivera, quien apenas había iniciado su carrera profesional en 2020, sirviendo al cuerpo policial más grande del país.
En los alrededores de la residencia de la familia Rivera en Inwood, quienes desde hace décadas habían venido de República Dominicana al Alto Manhattan, decenas de velones, flores, y fotografías rendían homenaje al oficial caído en el cumplimiento de sus funciones.
La dominicana Carmen Sánchez, con más de 50 años viviendo en ese vecindario, contó que desde que era un “muchachito” de 10 años, lo recordaba corriendo con otros niños por el parque de Dyckman.
“¡Esto es algo horrible! Yo no he dejado de pensar en esa madre. Yo que soy abuela de 18 nietos. Jason debe ser un ejemplo para que muchos ‘cojan cabeza’. El lo único que quería era ayudar a su comunidad, ver a su gente prosperar”, comentó emocionada Carmen.
El comerciante Pedro López también recibió la noticia del asesinato de Rivera con mucha confusión.
“Fui testigo que era un muchacho que desde muy niño le gustaba trabajar honestamente. Yo tenía una distribución de ‘flyers’ hace años. El con apenas doce años trabajaba conmigo en vacaciones. Su madre le daba permiso”.
Para López, el hecho que dos oficiales hayan sido heridos mortalmente, tras atender una llamada del 911, debe ser una “desgracia” que someta a revisión estos procedimientos.
“Creo que ahora es momento de chequear las tácticas para que los funcionarios llamen a una puerta y atiendan un reporte de este tipo. Porque no es primera vez que pasa que son recibidos con fuego. Como Ciudad se debe aprender la lección”, opinó el inmigrante dominicano, residente de Inwood.
En este sentido, la propia madre del sujeto de 47 años acusado de disparar contra los dos policías del NYPD, y quien falleció el lunes por su heridas de bala, expresó su arrepentimiento por haber llamado al 911.
“Si lo hubiera sabido, nunca habría hecho la llamada telefónica. Me gustaría decirles al Sr. y la Sra. [Rivera] que lo siento mucho. Sé que no hay palabras con que pueda expresar mi sentir sobre su dolor, su pena”, declaró Shirley Sourzes a The New York Post.
Entretanto, Juana Erder, otra vecina del fallecido oficial Rivera, residenciada en la avenida Nagles del Alto Manhattan, expresó “que todavía no le cabe en la cabeza” que el oficial haya fallecido en una circunstancia tan trágica.
“El era muy querido, trabajaba desde muy pequeño. Yo lo he llorado como si fuese mi familia. Apenas estaba empezando su carrera. El estaba feliz de ser policía y poder servir a los demás”, remató.
Lo que se sabe: Un viernes sangriento en Harlem
- Wilbert Mora y su compañero Jason Rivera fueron heridos mortalmente el pasado viernes supuestamente por Lashawn McNeil, de 47 años, después de que tres oficiales de la policía de Nueva York fueran llamados a un apartamento en el 119 oeste de la calle 135 de Manhattan por una disputa familiar, según detalla NYPD.
- Rivera murió el viernes por la noche. Él tenía 22 años. Su velatorio se realizará este jueves, en la Catedral de San Patricio, y su funeral tendrá lugar el viernes.
- Mora falleció este martes en la tarde luego de ser sometido a varias intervenciones el fin de semana.
- McNeil, el presunto asesino, recibió un disparo del tercer oficial mientras intentaba huir, luego de ser sometido a una operación también falleció este lunes.
- NYPD recuperó un AR-15 en el lugar, se trata de un arma de alta capacidad y cree que fue comprada ilegalmente en Baltimore.
- Según la Policía, McNeil había sido arrestado cinco veces antes del encuentro mortal y estaba en libertad condicional después de ser condenado por un delito grave de drogas en la ciudad de Nueva York en 2003.
- La madre del supuesto gatillero asegura que su hijo sufría de “terribles perturbaciones mentales”, los registros oficiales no apuntan a antecedentes psiquiátricos.
- McNeil creció en Far Rockaway en Queens, pero se había mudado a Baltimore.
- El tercer oficial en la escena no recibió disparos.