Claves del plan de Biden para prevenir y atacar el cáncer a fin de reducir muertes al menos un 50 por ciento

Retomando un plan que lanzó en 2016 como vicepresidente, el presidente Joe Biden pretende que Estados Unidos reduzca las muertes por cáncer al 50 por ciento en los próximos 25 años, a través de la iniciativa Cancer Moonshot.

“Debido al progreso reciente en la terapia del cáncer, el diagnóstico y la atención dirigida por el paciente, así como los avances científicos y las lecciones de salud pública de la pandemia de COVID-19, ahora es posible establecer metas ambiciosas”, afirmó la Casa Blanca en un adelanto sobre la estrategia.

Los objetivos son reducir la tasa de mortalidad por cáncer en al menos el 50 por ciento durante los próximos 25 años, además de mejorar la experiencia de las personas y sus familias que hayan padecido o padezcan cualquiera de los 200 tipos de esta enfermedad.

“Que no haya dudas ahora que soy presidente, esta es una prioridad presidencial de la Casa Blanca. Punto”, dijo el presidente Biden en un evento en la Casa Blanca, donde estuvo acompañado de la primera dama Jill Biden y la vicepresidenta Kamala Harris, así como varios funcionarios federales.

El plan que el presidente lanzó en 2016 fue después de que su hijo Beau muriera de glioblastoma, un tipo de cáncer cerebral.

“Terminemos con el cáncer tal como lo conocemos. Me niego a creer, me niego a creer que esto está más allá de nuestra capacidad. Me niego a creerlo”, dijo Biden.

La primera dama Jill Biden fue quien inauguró el evento, recordando su experiencia personal con el diagnóstico de Beau.

“Un diagnóstico de cáncer hoy todavía puede hacernos sentir desesperanzados, pero no estamos desesperanzados ni indefensos”, dijo. “Sí, el cáncer tiene el poder de reescribir nuestras vidas, pero nosotros también tenemos el poder, más de lo que sabemos. Podemos detenerlo en seco”.

La vicepresidenta Harris destacó el problema como un asunto de “importancia nacional”, además de que para ella esta lucha también tiene un significado personal, pues su madre –una investigadora de cáncer de mama– falleció a causa de cancer de colon en 2009.

Contra inequidades

Una de las prioridades del programa será reducir la inequidad en el diagnóstico y tratamiento, luego de que la pandemia de COVID-19 marcó nuevos retos, pues la Casa Blanca reporta que 9.5 millones de pruebas para detectar la enfermedad no pudieron concretarse.

“Conocemos el cáncer como una enfermedad para la cual existen marcadas inequidades en el acceso a la detección, el diagnóstico y el tratamiento entre razas, regiones y recursos”, reconoció la Administración Biden. “Podemos garantizar que todas las comunidades de los Estados Unidos (rurales, urbanas, tribales y en cualquier otro lugar) tengan acceso a diagnósticos, terapias y ensayos clínicos de cáncer de vanguardia”.

Eso se pretende lograr, entre otras acciones, al asegurar la cobertura médica e involucrar a varias dependencias, comenzando por el Departamento de Salud y Servicios Humanos.

“La Administración Biden-Harris también ha priorizado el fortalecimiento de la atención médica para el pueblo estadounidense mediante la reducción de los costos de atención médica y la expansión de la cobertura”, afirma la Casa Blanca.

Eso se mantendrá como una prioridad, a fin de lograr cobertura incluidos los medicamentos contra los más de 200 tipos de cáncer.

“Cubriendo a millones de estadounidenses sin seguro en estados que no han logrado expandir Medicaid”, se adelantó.