Surgen nuevos detalles del caso Overmars: “Le decíamos el primo cachondo”
Según el medio holandés NRC, Overmars habría tomado fotos a sus partes íntimas desde las propias instalaciones del Ajax, así como también le decían "el primo cachondo"
Overmars en un encuentro ante el NEC Nijmegen por la Eredivisie de Holanda. Crédito: Dean Mouhtaropoulos | Getty Images
Un par de días después que se conociera la noticia del despido de Marc Overmars como director deportivo del Ajax de Holanda por acoso sexual siguen saliendo detalles sobre el hecho. Ahora, varias mujeres que sufrieron los mensajes del exjugador ofrecieron detalles sobre la polémica.
Según explicaron las afectadas para el medio holandés NRC, en varias ocasiones las fotos de las partes íntimas llegaron a los dispositivos de las mujeres en cuestión e incluso algunas eran tomadas desde las propias instalaciones del club.
Por si fuera poco, las mujeres revelaron que en el club todos los asuntos de acoso se trataban como un detalle menor, lo que hacía difícil que las féminas en cuestión tomaran la decisión de denunciar.
“Como mujer en el Ajax tienes que tener una doble capa de piel. Si no tienes eso, se vuelve en tu contra”, afirma una. “Es una enorme relación de poder. Si no lo aceptas, te irás muy rápido”, añadió otra. Una tercera, añadió: “El sexismo está en la cultura del club“, revelaron las mujeres de manera anónima para evitar una hipotética represalia.
“Su trato con las mujeres fue comidilla en varios departamentos dentro del club durante años. Su apodo era ‘primo cachondo’ entre algunos empleados. Tres mujeres dicen que él las obligó a mantener esas conversaciones. Algunas estaban confundidos por su comportamiento, no tenían idea de cómo responder a los cumplidos sobre su apariencia o propuestas para tomar una copa”, relató el medio.
Las investigaciones siguen su curso y según la Federación Holandesa de Fútbol, el Instituto de Derecho del Deporte investigará la conducta del también exjugador del FC Barcelona.
“Otras mujeres se sintieron obligadas a responder sus mensajes de texto. Quería saber qué estaban haciendo, con quién estaban, qué vestían. Cada vez más convincente. No dudó en enviar fotos de sus genitales“, finalizó la reseña.
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