5 consejos para mantener a los niños tranquilos en los aviones durante vuelos largos

Para los adultos, un viaje largo en avión puede resultar incómodo, pero para los niños, podría convertirse en una pesadilla; por eso, te dejamos 5 consejos para mantenerlos tranquilos y entretenidos

Para los niños, un vuelo puede convertirse en una pesadilla.

Para los niños, un vuelo puede convertirse en una pesadilla. Crédito: Dylan Bueltel | Pexels

Si para los adultos un viaje largo en avión puede ser incómodo, para los niños puede convertirse en una auténtica pesadilla; sin duda, volar con tus hijos puede convertirse en una de las cosas más estresantes que tienes que hacer como padre. Pero no tiene por qué ser tan malo.

Con la preparación adecuada y la mentalidad correcta, no solo puedes sobrevivir en un vuelo en avión con tus hijos pequeños, sino que podría convertirse, incluso, en una buena experiencia para ellos.

Volar no es una actividad precisamente divertida para la mayoría de los adultos, y estamos acostumbrados a esperar, permanecer sentados y mantener la compostura durante largos períodos, por eso, debemos tener especial atención con los pequeños y estar preparados.

5.- Mantén a tus hijos entretenidos

Empaca todo lo que quepa en un bolso de mano que ayudará a mantener a tu hijo entretenido el mayor tiempo posible. Eso significa juguetes, libros para colorear, libros de lectura, animales de peluche, muñecas, juguetes de aprendizaje interactivo, reproductores de audio o video.

Si puedes permitírtelo, compra juguetes, películas o libros nuevos, con lo que tus hijos podrían asociar a una experiencia totalmente nueva e incluso divertida en un avión.

Obviamente, no saques todos estos artículos al mismo tiempo no los saques todos a la vez. También podrías envolver los nuevos juguetes y dárselos a tus hijos para que los abran en diferentes etapas durante el vuelo.

Los juguetes son buenos aliados en los vuelos. (Foto: Ali Yıldırım/Pexels)

4.- Lleva suficiente comida y bebida de su agrado

No cuentes con que la aerolínea tenga lo que tu hijo necesita para comer y beber. Lleva muchos refrigerios saludables para comer durante el vuelo, como galletas saladas, pasas, cereal seco y refrigerios de frutas.

Si tienen la edad suficiente, podrías darles goma de mascar para ayudarlos con los cambios de presión del aire después del despegue y antes de aterrizar.

Cabe mencionar que volar puede deshidratar tanto a niños como a adultos. Asegúrate de que tu hijo siga bebiendo durante todo el vuelo.

Pero, SIN AZUCAR: evita los bocadillos azucarados, jugos y refrescos si es posible. No querrás que tu hijo tenga una subida de azúcar durante el vuelo, que le dará más ansiedad de lo normal.

Lleva muchos refrigerios saludables. (Foto: Karol D/Pexels)

3.- Gánate su atención

Cuando los juguetes ya no hagan su función y no tengan hambre, juega mucho con ellos. Es importante que se trabaje especialmente en la concentración de los niños durante el vuelo, para que no tengan tiempo ni para llorar. Podrían, por ejemplo, jugar a las preguntas, a resolver acertijos, o tal vez platícale sobre cómo funciona un avión o qué se puede ver desde la ventana.

Eventualmente, tu hijo querrá moverse, y los niños no están hechos para quedarse quietos durante horas, así que, cuando puedas, levántate y muévete un poco con él, claro, siendo respetuosos con los demás pasajeros.

Recuerda que para los niños, estar confinados en el asiento de un avión durante horas con poco espacio para moverse puede ser una forma de tortura y una tentación irresistible al mismo tiempo.

Mantenlos concentrados durante el vuelo. (Foto: Robo Wunderkind)

2.- Lleva contigo algo familiar

Mantas familiares, biberones, animales de peluche y otros artículos pueden ser herramientas esenciales para calmar a un niño frustrado. Esto podría salvarte, incluso, de una rabieta en pleno vuelo.

Incluso si tus hijos no necesitan un juguete favorito u otro artículo familiar, empaca una manta de viaje y una almohada para ayudarlos a estar lo más cálidos y cómodos posible en sus asientos.

También es importante ir preparados con algún analgésico infantil, en caso de dolor de oído u otras molestias.

Hazlos sentir cómodos. (Foto: Lisa Fotios/Pexels)

1.- Duerman bien

Un niño dormido es un niño feliz. A veces, lo mejor que puedes hacer para que tu hijo tome un vuelo es programarlo para su hora de dormir. Esto puede significar un vuelo que se lleva a cabo durante la siesta regular.

Una siesta de unos minutos, también puede ayudarte a recargar las baterías para que puedas concentrarte en tu hijo cuando se despierte y quiera hacer algo. Si no puedes dormir, cierra los ojos, deja tu mente en blanco y relájate.

Descansa antes y durante el vuelo. (Foto: Chris Margaritis / Pexels)

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