Jueza Jackson defiende su independencia y agradece a sus padres; republicanos perfilan dura postura sobre justicia y crimen
El Senado inició el proceso de confirmación de la jueza Ketanji Brown Jackson, quien destacó el papel de sus padres y su esposo para avanzar en su carrera hasta su nominación a la Corte Suprema; afirmó que ha impartido justicia en forma "independiente"; republicanos preparan duros cuestionamientos
La jueza Ketanji Brown Jackson puso por delante a sus padres y a su esposo en su discurso de apertura en las audiencias de su confirmación en el Senado para la Corte Suprema; de los primeros aprendió a cómo ser libre y cómo perseguir sus sueños profesionales a través de “trabajar duro”, mientras que su pareja, Patrick, ha sido el apoyo para alcanzar sus metas.
“Mis padres me enseñaron que, a diferencia de las muchas barreras que tuvieron que enfrentar mientras crecían, mi camino era más claro; de modo que si trabajaba duro y creía en mí misma, en Estados Unidos podía hacer cualquier cosa o ser quien yo quisiera ser”, dijo la jueza Jackson.
Recordó cómo su padre Johnny Brown –quien estuvo en la audiencia junto a su esposa Ellery– la inspiró a estudiar, mientras ella coloreaba libros.
“Mis primeros recuerdos son viendo a mi padre estudiar: tenía su pila de libros de derecho en la mesa de la cocina, mientras yo me sentaba frente a él con mi pila de libros para colorear”, recordó ante el Comité Judicial del Senado, presidido por el demócrata Dick Durbin (Illinois).
Patrick, quien es médico y a quien conoció en la universidad, se convirtió en su compañero de vida. Estos 25 años de pareja le permitieron lograr sus metas.
“No tengo ninguna duda de que, si él no hubiera estado mi lado desde el comienzo de este increíble viaje profesional, nada de esto hubiera sido posible”, dijo.
La jueza Jackson también habló de su fe por Dios. Su discurso navegó entre la segregación racial, el camino de oportunidades que ofrece EE.UU. y la importancia de la familia. Se reconoció en cierta forma afortunada por haber nacido en los años 70, una década después de que el Congreso hiciera una reforma sobre derechos civiles, una batalla a la que hizo referencia con sus padres.
“Al igual que muchos que habían experimentado la segregación racial legal de primera mano, mis padres, Johnny y Ellery Brown, dejaron su ciudad natal en Miami, Florida, y vinieron a Washington D.C. para experimentar una nueva libertad”, expresó.
Reconoció que su camino profesional, como defensora pública y jueza –y ahora nominada por el presidente Joe Biden para la Corte Suprema–, le ha significado un desafío como madre, por lo que reservó “un momento especial” para sus hijas.
“Estoy reservando un momento especial en esta presentación para mis hijas, Talia y Leila”, expresó. “Niñas, sé que no ha sido fácil, ya que he tratado de navegar los desafíos de hacer malabarismos con mi carrera y la maternidad… admito plenamente que no siempre logré el equilibrio correcto, pero espero que hayan visto que con trabajo duro, determinación y amor se puede lograr. Tengo muchas ganas de ver lo que cada una de ustedes elige hacer con sus increíbles vidas en este increíble país. Las quiero mucho”.
Presume independencia
La jueza Jackson defendió sus más de 600 decisiones judiciales, las cuales se ha tomado “muy en serio” y lo ha hecho en forma “independiente”.
“He sido jueza durante casi una década y me tomo muy en serio esa responsabilidad y mi deber de ser independiente”, expresó. “Decido los casos desde una postura neutral. Evalúo los hechos e interpreto y aplico la ley a los hechos del caso ante mí, sin temor ni favoritismo, de conformidad con mi juramento judicial”.
Agregó que sus decisiones judiciales muestran lo que piensa, pero sobre todo con base en qué toma su decisión y dejando ver a los involucrados que, como jueza, ha escuchado.
“[Destaco] la importancia de que cada litigante sepa que la jueza en su caso los ha escuchado, ya sea que sus argumentos prevalezcan o no en la corte”, expuso.
Republicanos alistan presión
Este martes iniciarán los cuestionamientos a la jueza Jackson por parte de los 22 miembros del Comité Judicial, el cual decidirá si ella está o no cualificada para formar parte de la Corte Suprema, luego del anuncio de retiro del juez Stephen Breyer.
Los republicanos habían prometido tratarla con justicia y el senador Lindsey Graham (Carolina del Sur) buscó remarcar que cualquier oposición en contra de la jueza Jackson no tendrá que ver con su raza, ya que recordó que en 2003, los demócratas boicotearon al nominación de la jueza Janice Rogers Brown.
“Entiendo la naturaleza histórica de su nombramiento, pero cuando mis colegas demócratas me sermonearon sobre esto, recuerdo a Janice Rogers Brown, una mujer afroamericana, que fue atacada por las mismas personas que ahora la elogian a usted”, dijo Graham.
Ted Cruz (Texas) se refirió al mismo caso y perfiló duros cuestionamientos sobre cómo la jueza Jackson podría ser parte de la agenda demócrata que, acusó, busca abolir a la Policía y ha aumentado el crimen en EE.UU. Incluso hizo referencia a las personas que representó cuando fue defensora pública.
“Parte del esfuerzo demócrata por abolir la policía es nominar jueces que consistentemente se pongan del lado de los criminales violentos, liberen a los criminales violentos, se nieguen a hacer cumplir la ley y eso resulte en poner en peligro a ciudadanos inocentes”, afirmó.
La Federación Hispana adelantó a este diario que temía ataques de corte racista contra la jueza Jackson, recordando que algo similar ocurrió con la jueza Sonia Sotomayor, la primera latina en ocupar una posición en la Corte Suprema.