Cerveza Coors pagó $1,000 a mujer por ‘insertarle’ publicidad en sus sueños

Al parecer, ya es posible ‘transmitir’ anuncios comerciales a través de los sueños. Y es que una mujer dice que participó en un experimento de la marca de cervezas Coors, que logró insertar con éxito anuncios de sus productos en sus sueños.

La mujer, que es una escritora de viajes de nombre Bobbi Gould, dijo que respondió a un anuncio de Craiglist que afirmaba que una marca estaba dispuesta a pagar $1,000 dólares a las personas solo por dormir.

Gould y su novio respondieron al anuncio y fueron llevados a un almacén de Los Ángeles donde más de una docena de voluntarios estaban conectados a un equipo de monitoreo cerebral mientras los vendedores de Coors los observaban.

A Gould y a los demás sujetos se les indicó que vieran un video que presentaba productos de Coors en medio de cascadas y paisajes selváticos, y se les indicó que trataran de quedarse dormidos mientras escuchaban el audio del video que acababan de ver. Durante las siguientes ocho horas, la escritora de viajes dijo que, de hecho, tuvo una serie de sueños de Coors.

“Tuve uno en el que estaba en un saltador brincando con productos Coors. En otro, estaba en un avión tirando latas de Coors sobre la gente y me estaban animando”, dijo Gould, de acuerdo con Futurism.

Después de la sesión de sueño, la escritora de viajes dijo que ella y sus compañeros fueron conducidos a un grupo de enfoque donde se les hizo discutir la experiencia, que dijo que los hizo sentir como ratas de laboratorio.

“Estaban tratando de implantar Coors en nuestros cerebros”, dijo Gould.

Esta supuesta prueba no es la primera que escuchamos sobre los esfuerzos de Coors para insertar anuncios en los sueños.

En junio de 2021, Science Magazine informó que Coors, junto con otros, incluidos Xbox y Burger King, estaban trabajando con científicos para diseñar anuncios en los sueños de los voluntarios utilizando audio y video.

El informe de Science también señaló que 40 investigadores de los sueños firmaron una carta abierta pidiendo la regulación de los experimentos de incubación de sueños dirigida, como el de Coors.

Ellos dijeron que, aunque este tipo de manipulación de los sueños es actualmente voluntario, es fácil imaginar un mundo en el que las bocinas inteligentes (40 millones de estadounidenses actualmente los tienen en sus dormitorios) se conviertan en instrumentos de publicidad pasiva e inconsciente de la noche a la mañana, con o sin nuestro permiso.

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