De tenerlo todo a matar al “azar” a una anciana vocalista de Broadway mientras preparaba su boda: el extraño caso de la joven que se entregó a NYPD
Lauren Pazienza creció en una zona idílica de Long Island y estaba programada para casarse en junio, pero por una extraña razón el 10 de marzo empujó fatalmente "al azar" en una calle de NYC a la anciana Barbara Gustern, vocalista de Broadway
Lauren Pazienza, la joven pelirroja acusada de empujar fatalmente al azar a Bárbara Maier Gustern, respetada entrenadora vocal de 87 años en Chelsea, no tiene nada que ver con el perfil de la indigencia que se ha asociado últimamente a la violencia callejera en Nueva York.
El hecho sucedió la noche del 10 de marzo y Gustern murió tras por pasar cinco días en terapia intensiva, inconsciente. Aún no están claras las razones del ataque fatal. La sospechoso de 26 años se entregó a NYPD doce días después de ser buscada activamente.
La joven, que estaba preparando su boda para junio, creció en una zona idílica de Long Island, donde su padre Daniel Pazienza dirige un negocio exitoso en Holtsville que anteriormente se clasificó como la compañía de “pozos negros” número uno en el condado Suffolk por servicio y precio.
Una vez que se mudó a la NYC, se vio a Lauren Pazienza, ex coordinadora de eventos de una empresa de muebles francesa de alta gama, asistiendo a fiestas elegantes e inauguraciones de galerías de arte. Pero los vecinos del lujoso condominio en Astoria (Queens) donde vivía con su prometido dijeron que no era todo sonrisas en casa.
Fuentes policiales dijeron que Pazienza era una molestia conocida en Shore Towers y que previamente había llamado a la policía sobre sus vecinos. “Me sentí horrible por la situación, pero no me sorprendió”, dijo al New York Post una mujer que vive en el edificio, tras conocer sobre la acusación por homicidio. Otra persona comentó que Pazienza había sido conflictiva en el pasado, pero nunca violenta.
Fue enviada a Riker’s Island el martes 22 de marzo. Los fiscales dijeron que sólo siete minutos después del empujón a sangre fría contra la anciana Gustern, se vio a Pazienza teniendo un “altercado físico” con su prometido, y luego se quedó mirando cómo las ambulancias acudían en ayuda de la víctima en West 28th Street, cerca de la 8va Avenida.
La pareja fue vista luego tomando el Metro de regreso a su apartamento en Astoria. Más tarde esa noche, Pazienza huyó a la casa de sus padres y al día siguiente “dejó de usar su teléfono celular por completo”, y lo ocultó en la casa de su tía, detalló en la corte el asistente del fiscal de distrito, Justin McNabney.
Tras entregarse a NYPD con su abogado, la sospechosa se cubrió la cara con el cabello mientras los detectives la conducían a un automóvil para transportarla a la corte penal. Se negó a responder a los periodistas que le preguntaron por qué había empujado a la anciana Gustern. Un alto funcionario policial lo llamó “un ataque sin sentido y sin provocación”.
Antes de entregarse, Pazienza hizo “todos los esfuerzos posibles para evitar la detención”, incluida la eliminación del portal de su boda y el desmantelamiento de todas sus redes sociales, dijo la fiscalía. Sus padres, que estuvieron en el Tribunal Penal de Manhattan para su lectura de cargos, no comentaron sobre el caso.