Mujer reveló el martirio vivido al ser violada por un soldado ruso en la ciudad ucraniana de Kharkiv
Una mujer relató a una organización gubernamental el terror vivido tras ser violada por un soldado ruso en la ciudad de Kharkiv, quien le apuntó varias veces y la agredió con un cuchillo en el cuello y parte de la cara
La víctima y su madre preparan una denuncia penal contra el agresor. Crédito: Sergey Bobok | AFP / Getty Images
La organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW) publicó este domingo un informe en el que denunciaron distintos abusos como violaciones y ejecuciones sumarias. Tal es el caso de una mujer identificada como “Olha”, cuyo nombre real no ha sido revelado, quien relató el horror vivido cuando fue violada por un soldado ruso en Kharkiv.
La organización, a través del relato de Olha, de 31 años, señaló que la mujer vivía en Malaya Rohan, un pueblo de la región de Kharkiv, donde las fuerzas rusas mantuvieron el control. La víctima destacó que fue violada el 13 de marzo.
De acuerdo con Olha, los soldados rusos arremetieron contra el pueblo el 25 de febrero. Unos 40 aldeanos, en su mayoría mujeres y niñas, se refugiaron en el sótano de una escuela. La mujer contó que se mantuvo resguardada con su hija de 5 años, su madre, su hermana de 13 años y su hermano de 24.
La situación de Olha se tornó más difícil cuando en la medianoche del 13 de marzo, un soldado ruso ingresó a la fuerza a la escuela. La mujer señaló que el uniformado portaba un rifle de asalto y una pistola.
Momentos más tarde, el soldado bajó hacia el sótano y le ordenó a los presentes que se alinearan. El primer contacto del soldado con la mujer se dio cuando le pidió que le diera a su hija, quien se encontraba con Olha, y estaba dormida, pero se negó. Ante la respuesta, el militar ordenó al hermano de la mujer que se adelantara y le exigió al resto del grupo que se arrodillara, bajo la amenaza de dispararles si no lo hacían.
“La gente comenzó a preguntar si podían ir al baño y él los dejó en grupos de dos y tres”, relató Olha. Tras esto, el soldado se acercó a la familia de la mujer y le pidió a ella que lo siguiera a un salón de clases en el segundo piso, donde la apuntó con un arma y le exigió que se desnudara.
“Me dijo que le practicara sexo oral. Todo el tiempo sostuvo el arma cerca de mi sien o me la ponía en la cara. Disparó dos veces al techo y dijo que era para darme ‘más motivación'”. La organización HRW indicó que el militar ruso la violó y luego le pidió que se sentara en una silla.
Después de ser víctima de la agresión sexual, Olha narró que seguía desnuda y tenía mucho frío, pues la escuela no tenía calefacción. Cuando le preguntó al soldado si podía vestirse, le respondió que solo podía ponerse la blusa.
Posteriormente, el soldado le pidió que fuera al sótano a buscar sus cosas para quedarse en el salón con él, a lo que la mujer se opuso, ya que aseguraba que si su hija la veía en esas circunstancias, comenzaría a llorar. El victimario tomó un cuchillo y le exigió que cumpliera con lo que le pedía si quería ver de nuevo a su hija. Nuevamente volvió a violar a la mujer, para luego agredirla con el cuchillo en el cuello y parte de la cara.
Finalmente el soldado se fue del lugar el 14 de marzo aproximadamente a las 7:00 a.m., después de que le pidiera a Olha que le buscara un paquete de cigarros. Luego le pidió al guardia que le diera algunos cigarros y luego de obtenerlos, se fue.
Actualmente, la víctima prepara junto a su madre una denuncia penal, la cual planean presentar ante la oficina del fiscal de Ucrania, señaló HRW.
Con información de Infobae
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