Médicos advierten a padres no diluir fórmula para bebés por riesgo de convulsiones

Con la escasez de fórmula para bebés en todo Estados Unidos, el Colegio Estadounidense de Médicos de Emergencia (ACEP) hizo una advertencia clara para los consumidores: evite diluir la fórmula.

“Agregar agua adicional a la fórmula para bebés para intentar que dure más puede poner al niño en riesgo de sufrir una convulsión u otra emergencia médica”, dijo Gillian Schmitz , MD, FACEP, presidenta de ACEP. “Dada la escasez actual de fórmula, puede ser tentador buscar una solución alternativa, pero es muy importante mezclar siempre la fórmula de acuerdo con las instrucciones del fabricante”.

La ACEP señala que los bebés menores de seis meses no deben beber agua u otros líquidos además de fórmula infantil o leche materna, a menos que lo indique un médico.

Agregar demasiada agua a la fórmula reduce sus niveles de nutrientes y podría retrasar el desarrollo de un niño. También podría causar un desequilibrio de electrolitos que puede provocar problemas de salud graves, incluidas convulsiones.

La institución médica recuerda a los padres y cuidadores que la fórmula para bebés siempre debe mezclarse según las instrucciones del fabricante, a menos que lo indique específicamente un médico o un profesional de la salud.

De acuerdo con las recomendaciones de la Administración de Drogas y Alimentos (FDA), los médicos de urgencias desaconsejan tratar de hacer fórmula en casa con ingredientes comprados en la tienda.

A través de un comunicado la ACEP señala que con todo tipo de recetas caseras de fórmula arriesgadas en Internet o circulando entre amigos, la mejor opción es hablar con un médico sobre las formas más seguras de alimentar a un niño.

Alimentar a un bebé menor de seis meses con leche de vaca o sustitutos de la leche no es una alternativa segura a la fórmula infantil, dijeron los médicos de urgencias. La leche o productos lácteos similares pueden causar una enfermedad grave en un bebé en momentos de estrés por calor, fiebre o diarrea.

Según la información del colegio médico, la leche de vaca no puede ser digerida por un bebé tan completa o fácilmente como la fórmula o la leche materna, además carece de las cantidades adecuadas de hierro y otros nutrientes que necesitan los bebés, lo que puede irritar los revestimientos de un sistema digestivo aún en desarrollo y provocar un desequilibrio electrolítico peligroso, heces con sangre o deficiencia de hierro.

“Las acciones que pueden parecer una forma inofensiva de estirar el suministro de fórmula podrían terminar siendo peligrosas”, dijo la Dra. Schmitz. “Un bebé necesita un equilibrio cuidadoso de nutrientes e incluso una interrupción breve puede causar problemas de salud. No dude en llevar a un niño al departamento de emergencias más cercano si tiene dudas de que podría estar teniendo una emergencia médica”.

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