Una de las víctimas de la escuela primaria de Texas le “rogó” a su madre para quedarse en la casa el día del tiroteo
Jailah Silguero, una de las víctimas del tiroteo en la escuela primaria de Texas, le rogó a su mamá esa mañana que quería "quedarse en casa ella"
Llanto en vigilia por víctimas de masacre escolar en Uvalde, Texas. Crédito: CHANDAN KHANNA/AFP | Getty Images
Una estudiante de cuarto grado que murió en el tiroteo masivo de la Escuela Primaria Robb el pasado martes, le suplicó a su madre quedarse en casa esa mañana.
Jailah Silguero quería “quedarse en casa con mamá”, pero cuando faltaban dos días para el año escolar, su madre le dijo que se fuera, dijo un pariente a The Daily Beast.
“Jailah no quería ir a la escuela ayer”, dijo su abuela Linda Gonzales al medio. “Eso es por lo que su mamá estaba realmente molesta anoche: ‘Si tan solo la hubiera dejado quedarse en casa’”.
La madre de Jailah, Verónica Luevanos, es una de las decenas de padres en Uvalde, Texas, que lamentan la muerte de su hijo después de que Salvador Ramos, de 18 años, ingresara a la escuela y supuestamente comenzara a disparar contra “cualquiera que se interpusiera en su camino”. En total, 21 personas murieron.
Además, el primo de la niña, Jayce Carmelo Luevanos, también está entre los 19 niños asesinados.
Linda Gonzales describió a Jailah y Jayce como los bebés de la familia; a Jailah le encantaba bailar y a Jayce le encantaba hacer reír a la gente.
“Eran tan dulces”, le dijo a The Daily Beast. “Eran niños dulces y adorables. ¿Qué puedes decir sobre los niños inocentes?
Los dos primos ya habían lidiado con una tragedia familiar la semana anterior cuando se llevó a cabo un funeral por el padre de Verónica, quien murió recientemente, dijo Gonzales.
“Estaba en México, así que no pudieron verlo”, dijo Gonzales. “Le dije a Verónica anoche: ‘Solo míralo como si tu papá se llevara a tu bebé con él’”.
Gonzales le dijo al medio que Veronica viajaba frenéticamente de un lado a otro entre la escuela y el centro cívico de la ciudad donde los padres se reunían con sus hijos. Verónica pasó horas esperando.
“No se dieron cuenta de que había niños muertos en la escuela”, habría dicho Gonzales. “Les seguían diciendo: vayan al hospital o vayan al centro cívico. A nadie se le dijo que hay niños muertos allí. Nadie.”
Veronica publicó en Facebook que su hija “no se merecía esto”:
“Tampoco tus compañeros de clase, el primo Jayce, ni tus 2 maestros. Tengo el corazón roto, bebé”, escribió. “Te extrañamos mucho mamá RIP mi hermoso ángel vuela alto bebé no puedo esperar a verte de nuevo. Los amamos, Jailah y Jayce, vuelan alto, mis amores”.
Zeke Luevanos, tío de Jailah y Jayce, condujo desde Odessa (Texas) para ayudar a su hermana y su hermano, quienes habían enviado muestras de ADN mientras buscaban a sus hijos, según Los Angeles Times.
“No les está yendo muy bien”, dijo al medio antes de que los primos fueran nombrados entre las víctimas. “Esta es una buena ciudad, una muy buena ciudad. Es solo un juego de espera”.
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