Vanessa Guillén fue asesinada a martillazos por otro soldado en base Fort Hood tras ver imagen en celular del asesino de su novia adúltera

Cecily Aguilar, la única acusada en el caso por el asesinato de la soldado de origen mexicano, mantenía una relación fuera del matrimonio con Aaron Robinson

Los restos mortales de Guillén aparecieron el 30 de junio.

Los restos mortales de Guillén aparecieron el 30 de junio. Crédito: Sergio Flores | Getty Images

Aaron Robinson mató a martillazos a la soldado Vanessa Guillén en la base militar Fort Hood, de Texas, luego de que esta descubriera una foto de Cecily Aguilar en el teléfono celular del también militar.

Aguilar, la única acusada en el caso por el asesinato de Guillén, mantenía una relación fuera del matrimonio con Robinson.

La nueva información está contenida en un informe del Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS), presentado el 19 de mayo pasado. El documento cita una entrevista realizada a Aguilar.

Las autoridades le preguntaron a la mujer por qué Robinson, de 20 años, querría matar a Guillén, de la misma edad.

La imputada declaró a las autoridades que su novio cometió el crimen porque Guillén vio una foto de ella en el teléfono de Robinson.

“Guillén vio la pantalla bloqueada del teléfono celular de Robinson, que contenía una imagen de Aguilar.

Él le dijo que estaba preocupado por meterse en problemas por violar las reglas de confraternización del Ejército, ya que Aguilar todavía estaba casada con otro soldado y golpeó a Guillén en la cabeza con un martillo”, lee el documento citado por Univision.

Robinson estaba saliendo con Aguilar a pesar de que ella estaba casada con Keon Aguilar, otro soldado del Ejército de Estados Unidos.

El soldado fue la última persona que vio a Guillén, ya que ambos estaban trabajando en la sala de armas en Fort Hood el día en que la joven desapareció el 22 de abril, según el documento del DPS.

Hasta el 9 de julio de 2020, poco más de dos meses después de la desaparición de la soldado, las autoridades inspeccionaron la sala de armas.

Investigadores detectaron sangre en la habitación en la que trabajaba Robinson, así como un juego de herramientas al que le faltaba un martillo.

Aguilar, acusada de ayudar a Robinson a disponer del cadáver de Guillén, conversó con una reclusa de la cárcel del condado Bell a la que le habló sobre el asesinato de Guillén. “Se vio a sí mismo (matar a Guillén) y quería hacerlo”, presuntamente le confesó Aguilar.

En julio del año pasado, un gran jurado en Texas presentó 11 cargos criminales contra la mujer.

Los cargos contra Aguilar, de 23 años, incluyen conspiración para alterar documentos, complicidad después de un delito, y destrucción o falsificación de registros en una investigación federal.

Aguilar habría ayudado a Robinson, quien se suicidó de un disparo el 30 de junio cuando agentes investigadores lo abordaban cerca de la base, a desmembrar el cuerpo de la víctima, intentar quemarlo y lanzar los restos en fosas por el río León.

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