Dejaron descomponer cuerpo de anciana dentro de un asilo: demanda familiar en Nueva York
Una familia está demandando a un centro de salud de NYC alegando que dejaron descomponer el cuerpo de su pariente de 86 años, haciendo imposible cumplir sus deseos al morir
Jean Bryan murió en septiembre a los 86 años en un centro de rehabilitación del Upper East Side, a donde había ido después de caerse y golpearse la cabeza en su casa de Williamsburg (Brooklyn) tres meses antes.
Pero según sus familiares su cuerpo se descompuso en el “Upper East Side Rehabilitation and Nursing Center” porque no lo entregaron a tiempo a la funeraria. Por ello ahora han presentado una demanda judicial.
Bryan quería un servicio con ataúd abierto y ser enterrada en una tumba a la manera tradicional. Por eso había planeado con anticipación los arreglos de su sepelio con “Lawrence H. Woodward Funeral Home” en Stuyvesant Heights, según el expediente legal.
Cuando murió, su sobrina Xiomara Nichols se comunicó inmediatamente con esa empresa. Pero nadie devolvió la llamada. Mientras, según los documentos legales, el cuerpo de su tía permaneció en el centro de rehabilitación sin ser refrigerado durante dos o tres días antes de que finalmente fuera llevado a la morgue de la ciudad.
La funeraria no respondió a los mensajes de Nichols hasta siete días después de la muerte de Bryan, cuando declaró que su cuerpo “estaba tan descompuesto que no se podía ver”, según la demanda.
“Cuando vi su cuerpo, estaba descompuesto, lo perdí”, dijo la angustiada Nichols al New York Post. “Nadie podría haberme preparado para ver lo que vi”.
Contrario a sus deseos, Bryan finalmente debió ser incinerada porque “su cuerpo estaba demasiado descompuesto”, destacó el abogado de Nichols, Robin Gray. Se celebró un servicio el 1 de octubre, casi un mes después de su muerte.
“Era una mujer muy digna, muy orgullosa, fuerte y hermosa”, recordó su sobrina Nichols. Había trabajado en Wall Street manejando la contabilidad de una gran empresa. “Ella me mostró todo lo que quería tener cuando falleciera. Escogió el vestido, los guantes, todo”.
Un Agerente de Woodward alegó que la funeraria no tenía registro de servicios preestablecidos para Bryan y necesitaba documentos firmados por la familia para recuperar su cuerpo.
“Nuestro servicio de remoción informó al asilo de ancianos que no teníamos permiso para retirar los restos y que deberían trasladarla a la Oficina del Médico Forense Jefe para su retención. El hogar de ancianos no hizo lo que nuestro servicio de mudanzas les pidió. Éste es un problema común en los hogares de ancianos, ya que no cuentan con los servicios de refrigeración adecuados para sus clientes”, dijo la gerente Lydia Thompson.
La funeraria atribuyó la responsabilidad de la espantosa situación al centro de rehabilitation. “En lugar de trasladar sus restos al médico forense hasta que la funeraria pudiera hablar con la familia, los retuvieron en su establecimiento”, dijo Thompson.
Un portavoz del centro cuestionó esa versión de los hechos. Bryan murió alrededor de las 6:30 p.m. el 4 de septiembre y su cuerpo fue recogido por la oficina del médico forense de la ciudad alrededor de las 5 a.m. del 6 de septiembre, un lapso que consideran “habitual”, según el vocero Michael Balboni.
Según la ley de salud pública, la funeraria y el centro de rehabilitación debían comunicarse con la morgue de la ciudad para manejar los restos de Bryan si Woodward no podía hacerlo, acusó Nichols en los documentos legales. La sobrina busca $175,000 dólares en compensación por daños.
En un caso similar, actualmente una familia inmigrante en Nueva Jersey está demandado por $50 millones de dólares a una funeraria después de que supuestamente pusieron a la mujer equivocada en el ataúd de su madre y luego desenterraron la urna frente a los dolientes conmocionados.
En marzo una jueza de El Bronx (NYC) validó la demanda de una familia latina contra un cementerio de Brooklyn por el entierro accidental de su madre, cuya urna se abrió durante la ceremonia. En enero, otra hispana pidió $65 millones de dólares al demandar a una funeraria por “mezclar” a su madre con otros muertos en Nueva York.
En 2020, durante el pico mortal de la pandemia, varias funerarias de Nueva York fueron acusadas de acumular cadáveres y luego confundirlos, generando demandas judiciales.