Tras llamada al 911 de inmigrante, Gobierno de Texas tuvo que afirmar que envío de inmigrantes a Nueva York es “voluntario”
El Gobierno de Texas está empezando a enfrentar algunos problemas con su estrategia de enviar a inmigrantes a Nueva York, esto luego de que uno de los extranjeros llamara al 911 y acusara que estaba siendo retenido contra su propia voluntad; el republicano Greg Abbott mantendrá su política contra inmigrantes
Un inmigrantea latino llamó al 911 alertando estar siendo retenido contra su voluntad; lo hizo desde un autobús que el Gobierno de Texas, del republicano Greg Abbott, envió hacia Nueva York.
“Estamos en Chattanooga y aquí, algunos hombres nos han retenido en el autobús en contra de nuestra voluntad”, dijo en el audio dado a conocer por The New York Post. “Nuestras familias nos están esperando. No nos dejan ir y nos retienen contra nuestra voluntad”.
Este miércoles cinco nuevo autobuses arribaron a la Gran Manzana, en medio de la polémica por presiones del gobierno republicano en Texas.
Ante ello, el gobernador de Texas dijo este miércoles, en una carta publicada en el diario el Post, que todos los envíos de inmigrantes que desde hace varias semanas practica su Gobierno hacia la ciudad de Nueva York son voluntarios y que los afectados reciben alimentos durante su largo viaje.
Además, acusa al alcalde de Nueva York, Eric Adams, de incoherencia: “Lo peor de Adams es la hipocresía (…) Mucho hablar de que Nueva York es una ciudad refugio, pero cuando se le pide que concrete sus políticas irreflexivas, se limita a condenar a todo aquel que le conmina a dar pasos concretos”.
Abbot y Adams están enzarzados en una áspera polémica sobre los envíos de inmigrantes desde la frontera de Texas hacia Nueva York, organizados abiertamente en autobuses fletados por el Gobierno de Abbot desde el 5 de agosto sin coordinación con la administración de Adams, y que —según las cifras de la alcaldía neoyorquina— se han traducido ya en la llegada de unos 6,000 inmigrantes, la mayoría de ellos venezolanos.
Sobre las condiciones de viaje de los inmigrantes, Abbot dice que quiere aclarar “la campaña del alcalde alimentada con mentiras descaradas y desinformación”, y subraya el carácter voluntario de esos viajes de más de 30 horas.
“Para ser claros: todo inmigrante que sube a un autobús desde Texas a Nueva York ha firmado un acuerdo para ser trasladado a la ciudad. Y a todos se les provee comida y agua durante su trayecto”, lo que ha sido corroborado por muchos de los viajeros, aunque en conversación con Efe aseguran que son las ONG y el Gobierno quien les provee esa asistencia.
No es casualidad que Abbot haya elegido para publicar su tribuna The New York Post, uno de los tabloides más leídos en la Gran Manzana, con una línea abiertamente conservadora y un discurso antiinmigración.
El gobernador, del ala derecha del Partido Republicano, aprovecha para cargar una vez más contra el gobierno federal de Joe Biden y lo que Abbot llama “política de fronteras abiertas”, que según él terminan en realidad beneficiando a los carteles de drogas: “Inhumanidad es esta política estadounidense que ayuda y fomenta los carteles y sus traficantes de personas basados en los Estados Unidos”.
Según las cifras de Abbot, más de 2 millones de inmigrantes indocumentados han cruzado la frontera en los pasados 11 meses, muchos de ellos desembarcando en pequeñas poblaciones de Texas de menos de 50,000 personas “destrozadas por los delitos de los carteles que destruyen ranchos, invaden casas y amenazan la seguridad de los texanos”.
“Texas —concluye el gobernador— ha sido abandonada a su suerte. Es el único estado de la historia que ha construido su propio muro fronterizo. He desplegado a la Guardia Nacional y al Departamento de Salud Pública para repeler y detener a los inmigrantes indocumentados y para decomisar armas y drogas letales”.
Y concluye de modo irónico: “Aún estoy esperando una nota de agradecimiento de (el alcalde) Adams por habernos incautado de suficiente fentanilo para matar a cada hombre, mujer y niño del estado de Nueva York”.
Con información de EFE