Reabren corona de la Estatua de la Libertad al turismo post pandemia en Nueva York

La corona de la "Estatua de la Libertad" de Nueva York, la única parte del famoso monumento que seguía cerrada, fue reabierta ayer al turismo. El gran símbolo de la inmigración cumplirá 136 años a fines de este mes

Estatua de la Libertad, NYC.

Estatua de la Libertad, NYC. Crédito: Andrés Lamartino | EFE

Tras casi tres años parcialmente cerrada por la pandemia del coronavirus, la famosa “Estatua de la Libertad” de Nueva York está de nuevo abierta a plenitud al turismo.

La corona de la estatua, uno de los miradores más clásicos de Nueva York y la única sección que seguía cerrada al público, fue reabierta ayer martes. El famoso monumento, símbolo de la inmigración, cumplirá 136 años a fines de este mes.

El Servicio Nacional de Parques (NPS), que gestiona el monumento, cerró totalmente la estatua en marzo de 2020 y, aunque algunas partes se fueron abriendo progresivamente, su corona había permanecido hasta ahora inaccesible al público.

Para visitar el mirador es necesario adquirir una entrada con antelación y la demanda es tal que están prácticamente agotadas ya para todo el mes de octubre, según la agencia EFE.

A la corona se puede acceder únicamente subiendo por una estrecha escalera con 162 peldaños desde el pedestal de la estatua, situado ya a una altura de unos diez pisos, pero las personas con movilidad reducida pueden llegar con un ascensor.

El conocido monumento está situado en la pequeña “Liberty Island”, entre las costas de Nueva York y Jersey, en la desembocadura del río Hudson, donde se inauguró en 1886. La estatua, construida en Francia, fue regalada a Estados Unidos como muestra de amistad y se convirtió en uno de los símbolos de la ciudad y hasta del país entero.

Se inauguró el 28 de octubre de 1886 en presencia del entonces presidente Grover Cleveland. La estatua es obra del escultor francés Frédéric Auguste Bartholdi y la estructura interna fue diseñada por el ingeniero Alexandre Gustave Eiffel, quien luego también crearía la famosa torre que lleva su nombre, en París. Décadas después, el 10 de octubre de 1924 la “Estatua de la Libertad” fue declarada monumento nacional. Y desde 1984 es considerada Patrimonio de la Humanidad, por la Unesco.

El presidente Ulysses Grant fue quien acordó que se colocaría la estatua de cobre en la bahía de Nueva York, donde serviría como un faro de esperanza para todos los barcos que llegaran a la ciudad. Así, pronto se convertiría en un símbolo de la inmigración, además de libertad.

Hoy es uno de los destinos más anhelados para recorrer y fotografiar en el turismo doméstico e internacional. Antes de la pandemia, los visitantes anuales superaban los 3 millones.

Su página oficial y Twitter ofrecen la información más actualizada para zarpar hacia la isla “Liberty” y entrar al interior de la estatua, evitando el acoso y los paseos “engañosos” en el Bajo Manhattan. Otra opción para apreciarla desde el río, no muy lejos y gratis, es tomando el corto recorrido del ferry de Staten Island.

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