Hispano murió tras acuchillar a dos policías que acudieron a llamado por violencia doméstica en Nueva York

Como Enrique López fue identificado el hombre de 56 años que murió baleado tras apuñalar a dos policías que respondieron el miércoles a un llamado por violencia doméstica en Medford, Long Island (NY).

La policía del condado Suffolk dijo que López había cumplido dos años de prisión por agredir a otro oficial de la ley en una fecha no precisa y tenía algunos posibles problemas de salud mental.

Ayer el comisionado de policía Rodney Harrison ofreció una conferencia de prensa afuera del Stony Brook University Hospital, donde los dos oficiales apuñalados continúan recluidos ahora en condición estable.

Uno de ellos aún estaba conectado a un ventilador, dijo Harrison. Sus nombres no han sido revelados. “Por la gracia de Dios, estos oficiales regresarán a casa con sus seres queridos”, afirmó el jefe policial, citado por Fox News.

Los dos oficiales fueron apuñalados después de responder a una llamada en el complejo de condominios Birchwood Road en Medford. Alrededor de las 5 p.m. del miércoles un trabajador social que controlaba a dos residentes llamó a 911 diciendo que uno de ellos estaba actuando de forma violenta con el otro.

Al parecer López estaba amenazando al otro residente con un extintor de incendios, dijo el comisionado Harrison. Luego sacó a los oficiales que respondieron un cuchillo de carnicero “estilo Rambo” y seguidamente apuñaló a dos de ellos poco después. En respuesta los agentes abrieron fuego contra el hombre, matándolo.

Uno de los oficiales sufrió una herida de arma blanca profunda en la clavícula y fue trasladado en avión al hospital, dijo Harrison. El otro oficial fue apuñalado varias veces en el pecho.

En un caso similar, la semana pasada se decidió en NYC una compensación de $3 millones de dólares para la madre de Khiel Coppin, un adolescente de 18 años con una enfermedad mental que murió en una lluvia de balas policiales después de que oficiales NYPD confundieran un cepillo para el cabello con un arma al responder a su hogar en Brooklyn en 2007.

En enero pasado, una situación similar tuvo una final inverso: los jóvenes policías hispanos Wilbert Mora y Jason Rivera murieron baleados al responder a una llamada de una madre denunciando violencia doméstica de parte de su hijo en Harlem. El caso motivó la visita del presidente Joe Biden a Nueva York para participar en los funerales.