VIDEO: Entre mariachis, despiden a Anggy Díaz en Texas antes de trasladar sus restos a Nicaragua; joven fue decapitada por su esposo
"'Todo va a estar bien', es la alabanza que cantaba a todo pulmón", reveló una de las organizadores de la despedida en una iglesia en la ciudad de Magnolia
Un servicio religioso se realizó el domingo en una iglesia en Magnolia, Texas, para despedir a Anggy Díaz. Crédito: Facebook | Cortesía
Entre mariachis y mensajes de afecto, familiares, amigos y miembros de la comunidad en Magnolia, Texas, despidieron el domingo a Anggy Díaz, la nicaragüense de 21 años decapitada por su esposo.
“Amaba la comida china; su color favorito era el rosa; su árbol favorito era el cerezo japonés; jugar con los niños era su gran pasión”, describió en su mensaje una de las anfitrionas del evento.
“‘Todo va a estar bien’, es la alabanza que cantaba a todo pulmón”, añadió la mujer sobre el carácter de la joven quien migró a los 18 años a Estados Unidos en busca del “sueño americano”.
“Sin duda, un pedacito de cielo que Dios nos permitió conocer”, añadió la organizadora.
El servicio fúnebre se realizó en la Primera Iglesia Bautista de la referida ciudad y se extendió hasta las 7 p.m.
La ceremonia religiosa inició a las 3 p.m. de manera privada para familiares y amigos, y luego fue abierta al público en general.
Tras la despedida en Texas, los restos de Díaz fueron repatriados a Nicaragua.
Jared Dicus, también de 21 años, está acusado de asesinato en primer grado por apuñalar y degollar a la hispana.
Los hechos se habrían reportado el 10 de enero. Los restos de la joven fueron descubiertos por sus suegros al día siguiente y estos alertaron a la Policía en el condado Waller.
No está claro el móvil del crimen; aunque, alegadamente, Dicus, confesó los hechos.
Imágenes de cámaras de seguridad en “Chepes Meat Market”, negocio en el que laboraba Díaz, muestran a Dicus tomando una cerveza de la nevera antes de salir sin pagar alegadamente después del asesinato.
El viernes pasado, Dicus fue acusado formalmente por un gran jurado de asesinato en primer grado.
Hasta el momento, se mantiene bajo custodia en una prisión del condado; se le impuso una fianza de $500,000 dólares.
Ni sus abogados ni sus parientes han hecho declaraciones sobre los hechos o la relación que mantenía con Díaz. La pareja se había casado en octubre pasado en una ceremonia civil privada.
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