Para quiénes no es seguro el extracto de té verde
El consumo de extracto de té verde a largo plazo y en altas cantidades no es seguro para todas las personas, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Rutgers
El té verde es una bebida a la que se han atribuido beneficios para el cuerpo y es considerada una bebida saludable cuando se consume sin azúcar y de forma moderada. Sin embargo, el extracto de té verde no es seguro para todos, puede dañar el hígado de personas con ciertas variaciones genéticas.
Tanto el té verde como el té negro, el té oolong y el té blanco provienen de la planta Camellia sinensis. El té es fuente de cafeína y polifenoles. La Fuente de Nutrición de Harvard señala que los polifenoles, o flavonoides, son probablemente un componente clave para que el té sea una bebida saludable.
Beber té verde está asociado con una mejor salud cardiovascular, niveles más bajos de inflamación y un menor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas.
“La investigación observacional ha encontrado que el consumo de té de 2 a 3 tazas diarias está asociado con un riesgo reducido de muerte prematura, enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular y diabetes tipo 2”, comparte Harvard.
Algunas personas suelen consumir extracto de té verde como suplemento. Se cree que el uso a largo plazo de extracto de té verde en dosis altas puede brindar cierta protección contra enfermedades, sin embargo, también podría afectar la salud en algunas personas.
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Rutgers encontró que el consumo de altas dosis de extracto de té verde a largo plazo puede causar daño hepático.
La investigación de Rutgers, publicada en The Journal of Dietary Supplements indica que dos variantes genéticas que predicen parte del riesgo.
Los realizadores del estudio reconocen que aún están muy lejos de poder predecir quién puede tomar una dosis alta de extracto de té verde de manera segura. El riesgo de toxicidad hepática solo se asocia con niveles altos de suplementos de té verde y no con beber té verde, té o incluso tomar dosis más bajas de extracto de té verde.
“Aprender a predecir quién sufrirá daño hepático es potencialmente importante porque hay evidencia creciente de que el té verde en dosis altas el extracto puede tener importantes beneficios para la salud de quienes pueden tomarlo de manera segura”, dijo Hamed Samavat, autor principal del estudio y profesor asistente de ciencias de la nutrición en la Escuela de Profesiones de la Salud de Rutgers.
En el informe compartido por la Universidad de Rutgers se indica que el ensayo de un año de duración incluyó a más de 1000 mujeres posmenopáusicas y recopiló datos a los 3, 6, 9 y 12 meses.
Los primeros signos de daño hepático eran algo más comunes de lo normal en mujeres con una variación en el genotipo de catecol-O-metiltransferasa (COMT) y fuertemente predichos por una variación en la uridina 5′-difosfo-glucuronosiltransferasa 1A4 (genotipo UGT1A4).
En promedio, los participantes con el genotipo UGT1A4 de alto riesgo vieron que la enzima que indica el estrés hepático aumentó casi un 80% después de nueve meses de consumir el suplemento de té verde, mientras que aquellos con genotipos de bajo riesgo vieron que la misma enzima aumentó un 30%.
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