Novios hispanos decidieron no aceptar niños en su boda y por esta razón su familia dejó de hablarles

Una de las grandes reglas respecto a la organización de una boda es que, generalmente, los wedding planners recomiendan a los novios que lo mejor es no invitar a niños, ya que estos eventos no son del todo propio para menores de edad.

Sin embargo, el tema de invitar o no a niños a una boda siempre genera conflicto entre quienes se van a casar y sus familiares o amigos cercanos que tienen a algún pequeño, a tal grado que puede provocar un gran cisma entre ellos.

Ese es el caso de una pareja de novios de origen hispano que radican en Illinois, conformada por Jenny Marin y José Salcedo, los cuales están en boca de todos luego de que su familia decidiera dejarles de hablar porque no permitieron que a su boda ingresaran niños.

En una entrevista dada a Newsweek el pasado 11 de febrero, los novios contaron que durante 2 años estuvieron planeando cada detalle de su boda, entre ellos hacer la lista de invitados, descubriendo que en ella aparecían los nombre de 20 niños que son parte de su familia.

Luego de varios meses de analizar todos los consejos respecto al tema, la pareja decidió informarles a sus familiares que ningún menor de edad sería admitido en su boda por 2 razones importantes: la primera, el tema del presupuesto porque los pequeños no suelen terminarse un menú de 3 tiempos pues estos están pensados para los adultos; y la segunda porque ellos querían que todos sus invitados la pasaran bien y no querían que estuvieran preocupados por lo que hacían sus hijos.

“Queríamos que fuera una noche para que se divirtieran y festejaran sin tener que preocuparse por las responsabilidades. Con tanto alcohol involucrado, también había mucha decoración de vidrio, velas encendidas y escaleras. No era un ambiente seguro para los niños, los pequeños tienden a correr y si no están supervisados pueden ocurrir accidentes”, explicó Jenny.

Sin embargo, la mayoría de sus invitados a la boda que tienen niños no tomaron a bien dicha decisión; de hecho se molestaron tanto que incluso, varios familiares dejaron de hablarles, una reacción que afectó emocionalmente a los novios.

“Tengo familiares que dejaron de hablarme debido a esta decisión. Los consideraba personas muy importantes en mi vida y los veía con bastante frecuencia, ya que a mi familia le gusta tener reuniones familiares. Ciertamente no esperaba que se vengaran de la forma en que lo hicieron, fue decepcionante”, aseveró la novia.

Finalmente, la pareja contrajo nupcias en agosto de 2022 y aunque han pasado ya varios meses, varios siguen sintiendo rencor porque no pudieron ir con sus hijos al casamiento. De hecho, los ahora esposos indicaron que en algunas reuniones familiares sigue siendo un tema de discusión, ya que muchos se lo tomaron como algo personal.

Al respecto, los recién casados creen que por ser parte de la cultura latina fue que obtuvieron esa respuesta de su familia, la cual suele tener ciertas expectativas para celebrar fiestas importantes.

“Tomar esta decisión no fue fácil porque tiende a ser mal visto o considerado de mala educación si decidimos no invitar a todos los que se han cruzado con nosotros. Dentro de nuestra cultura latina, somos conocidos por las grandes reuniones familiares y por ser acogedores con todos”, explicó la mujer.

Pese a lo que su decisión desató, la pareja recomienda a quienes estén planeando su boda que tomen las decisiones que los hagan felices, sin importar lo que digan los demás, ya que nadie tiene derecho a hacerlos sentir culpables o egoístas por querer hacer lo que les plazca en uno de los días más significativos de sus vidas.

Además, los recién casados indicaron que no todas las bodas son para niños y por lo tanto, los invitados deben entender esa situación.

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