Tres hispanos de Nueva York secuestraron y torturaron a un adolescente para cobrar deuda por drogas: acusación

Tres hispanos residentes de Brooklyn (NYC) fueron acusados como sospechosos de secuestrar a un adolescente de Nueva Jersey y torturarlo mientras pedían rescate para liberarlo, según los fiscales.

Los tres sospechosos -Dennis Reyes Mora, Alexander Cruz y Cindy Alemán Fernández- fueron acusados de conspiración para cometer secuestro, anunció el martes el fiscal federal (NJ) Philip R. Sellinger, por los incidentes que siguieron a un negocio de drogas que salió mal en Delaware el pasado 17 de marzo.

Después de la venta fallida, los tres acusados y otra persona supuestamente secuestraron a la víctima de 18 años, luego condujeron por Nueva Jersey y retuvieron al adolescente para pedir rescate en el sótano de una casa en Queens (NYC). La víctima fue atada con cinta adhesiva durante el viaje y apuñalada repetidamente.

Los ojos de la víctima fueron cubiertos y los sospechosos ataron sus muñecas y tobillos con cinta adhesiva una vez que llegaron a la casa, alegan los fiscales. Mientras estuvo cautivo el adolescente fue quemado con cigarrillos, golpeado, le atravesaron la espalda con un cuchillo y le pusieron un trapo empapado en gasolina contra los ojos, según los fiscales.

También se dijo que un secuestrador amenazó a la víctima con un arma y municiones, según documentos judiciales citados por NBC News. La acusada de 27 años se rió mientras torturaban a la víctima no identificada, dijeron los fiscales.

El joven finalmente fue liberado después de que su familia, con la ayuda de la policía, pagara el rescate. Antes de ser arrestados, los secuestradores trataron de encubrir sus presuntos delitos quitando y limpiando los asientos del automóvil que se utilizó en el acto, detalló la oficina del fiscal federal.

En un caso similar, en octubre de 2020 un grupo de narcotraficantes que intentaba recuperar 50 kilogramos de cocaína o su valor millonario en efectivo secuestró a los abuelos de un asociado en el norte de Nueva York, los transportó a través de la frontera canadiense a través de una reserva tribal y los mantuvo como rehenes durante dos noches.