La nota suicida de padre de Utah que mató a cinco hijos, esposa y suegra antes de quitarse la vida
"Prefiero quemarme en el infierno antes de pasar otro día más con esta manipulación y control sobre mí", escribió Michael Haight en su defensa
El caso de asesinato suicidio se reportó en enero pasado en la vivienda familiar en Enoch, Utah. Crédito: George Frey | Getty Images
El hombre en Utah acusado de matar a sus cinco hijos, esposa y suegra dejó una carta suicida en la que tilda de controladora y manipuladora a su pareja.
El reporte de investigadores de la ciudad de Enoch señala que la esposa de Michael Haight, de 42 años, había presentado la demanda de divorcio. A pesar del proceso judicial, el hombre permanecía en la vivienda familiar en la que además residía la suegra por temor a la seguridad de su hija.
“Prefiero quemarme en el infierno antes de pasar otro día más con esta manipulación y control sobre mí“, escribió el atacante en el documento que citan medios como Associated Press en reportes esta semana.
“Nosotros no seremos una carga para la sociedad. Yo seguía pidiendo ayuda y ustedes no escucharon”, alegó Haight en la misiva.
El alegato del hombre contrasta con los datos contenidos en un reporte de 57 páginas de investigadores que lo ubican como el abusador, esto con base en declaraciones de parientes y miembros de la comunidad entrevistados tras el ataque el 4 de enero pasado.
El reporte detalla que, antes del hecho, Haight sacó armas de la casa, estaba siendo investigado por abuso infantil e hizo búsquedas por internet bajo frases como “disparo en una casa”.
El informe arroja que Haight era un esposo volátil preocupado por mantener una imagen de perfección dentro de la comunidad del sur de Utah en la que vivían, donde la mayoría de los residentes, incluyendo ellos, eran miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
El hombre colocó los cuerpos de los niños, excepto el de uno, en las camas por toda la casa.
Un vecino indicó a las autoridades que se despertó por varios ruidos como de fuegos artificiales la noche antes en que fueron descubierto los cuerpos.
Las víctimas tenían entre 4 y 78 años.
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